La matanza de Atocha según Joaquín Pérez Azaústre

Atocha 55 de Joaquín Pérez Azaústre en Ed. Almuzara, V Premio de Novela Albert Jovell
photo_camera Atocha 55 de Joaquín Pérez Azaústre en Ed. Almuzara, V Premio de Novela Albert Jovell
Una brillante novela true crime con ribetes de relato psicológico, de crónica de periodismo de investigación y no poco de logrado episodio histórico

El periodismo y la literatura son vasos comunicantes. De hecho el género noir o negro-criminal se acerca al periodismo de investigación en ese subgénero repleto de intensidad, amarillismo y de magnetismo llamado el true crime (del cual, para mi gusto, el mejor exponente es aún el pionero Rodolfo Walsh con su novela-testimonio OPERACIÓN MASACRE).

En esta misma línea Truman Capote, mediante su novela-reportaje A sangre fría, llevó al cenit el llamado nuevo periodismo (esto es, la novela testimonio que opera con los periodísticos elementos de la investigación criminal in situ, el muestreo, la entrevista a los protagonistas y testigos, y la crónica testimonial, sí, pero añadiendo a su vez los dos elementos literarios por excelencia como son la estructura narrativa –con trama, escenas y puntos de giro argumental-, y la prosa trabajada y trufada de sutilezas psicológicas).

Y, en esa tradición, en nuestras letras, y también con los mimbres del periodismo y la literatura, está confeccionado "Anatomía de un instante" de Javier Cercas, un libro entre el historic-noir y el true crime sin duda recomendable.

Y, también, la última y recién publicada novela del escritor cordobés Joaquín Pérez Azaústre "ATOCHA 55" (Ed. Almuzara, V Premio de Novela Albert Jovell).

A Joaquín Pérez Azaústre ya le conocíamos por sus artículos en El País de Andalucía, Diario Córdoba, La Razón y El Mundo, por su poesía y porque tiene dos novelas muy celebradas en Seix&Barral, América y El gran Felton, y otras dos en Anagrama, Los Nadadores y Corazones en la Oscuridad, así como otra en Alianza Editorial, La Suite de Manolete.

¡Ya le conocíamos pero ahora nos ha deslumbrado definitivamente!

Y es que con los mejores mimbres del periodismo y los mejores de la literatura Joaquín Pérez Azaústre ha confeccionado su ATOCHA 55, la historia novelada pero para nada ficcionalizada del asesinato de los abogados laboralistas en enero de 1977: como es sabido, como no debemos olvidar, la noche del 24 de enero, un comando de extrema derecha irrumpió en un despacho de jóvenes abogados laboralistas militantes del Partido Comunista de España. Y asesinaron a Luis Javier Benavides Orgaz, Francisco Javier Sauquillo Pérez del Arco, Enrique Valdelvira Ibáñez, Serafín Holgado de Antonio y Ángel Rodríguez Leal. E hirieron gravemente a Miguel Sarabia Gil, Luis Ramos Pardo, Dolores González Ruiz y Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell. Y conmocionaron España…

Con prosa elegantemente demorada y gran calidad de página, el documentado e implicado autor se mete así, como un fino periodista de investigación, en la historia negro-criminal que documenta y cuenta para, tras narrar el crimen con impresionante detalle, hablarnos con rigor del contexto histórico en que se produjo el asesinato, de las motivaciones políticas de estos abogados y, por ende, del significado verdadero e improfanable que tuvieron, y que tienen, las palabras ciudadanía, democracia, utopía y víctimas políticas.

La novela habla mucho de la violencia social de este país en su transición a la democracia, y, a su vez,del entendimiento entre contrarios. Y, sobre todo, habla del espíritu joven, idealista y entregado de aquellos abogados que luchaban a favor de la cadena más débil del mundo del trabajo (los obreros), y la cadena más débil del mundo de la política (los presos políticos). Y habla mucho de sus motivaciones vitales y cívicas. Y se centra en especial en uno de los protagonistas sobrevivientes, Alejandro Ruíz-Huerta…

Todo en esta novela-testimonio, en este episodio nacional contemporáneo, que arroja muchas claves sobre la Transición, que pone a no poca gente en su sitio, y que principalmente pone en valor el martirio político de estos jóvenes cuya lucha se inscribe en la pugna que se ha venido librando siempre a lo largo de toda la historia en contra de la arbitrariedad del poder, y en pro de un mundo más justo y mejor.

Se trata pues de una brillante novela true crime (una llena de testimonios, datos, conversaciones, hallazgos expresivos y vigencia política) con ribetes de relato psicológico, de crónica de periodismo de investigación y no poco de logrado episodio histórico que acaso más que nunca urge revisar y no olvidar… Sí, es la curativa descripción de una grave herida de España, justo cuando parece que este país vuelve a sangrar por el mismo sitio.

En efecto he aquí un libro deslumbrante que habla de los mejores y los peores de los nuestros, y explica por qué somos lo que somos.

Literatura y periodismo y humanismo en estado puro.

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