Al sur de la península de Crimea, en la localidad de Tavrida, se celebra anualmente un encuentro cultural, gastronómicos, social y educacional que reúne a millones de jóvenes de todo el mundo, principalmente de la Federación de Rusia, ilusionados por poder exponer sus proyectos y ser merecedores de las becas y oportunidades que el festival ofrece para cada una de las disciplinas que se trabajan en el macro evento.
Así es como de mayo a septiembre, cada semana se reúnen estudiantes y emprendedores de 18 a 35 años de distintos ámbitos: arte, gastronomía, ciencia, música, cine, danza, tecnología, turismo, etc. y se celebran talleres, conferencias y reuniones entre los jóvenes aspirantes y pequeñas, medianas y grandes empresas de cada sector.
La actriz y directora de cine, Katarina Lebedeva
De este modo, los participantes al festival de Tavrida tienen entonces la oportunidad de crear vínculos y nuevas sinergias tanto con otros jóvenes de su mismo campo de estudio o profesión, así como con empresarios y expertos de su disciplina. Además de la vertiente más académica, los jóvenes tienen la oportunidad de presentar sus proyector y recibir becas para poder llevarlos a cabo y hacer de su sueño, una realidad patente. Una de las beneficiarias de las decenas de becas que entrega el certamen es la directora de cine y actriz rusa Katarina (Kata) Lebedeva.
Con tan solo 25 años ha podido producir un corto cinematográfico gracias a la beca que recibió en 2019. Durante la edición de este año, todavía afectada por la pandemia del coronavirus, presentó su obra y fue galardonada con un nuevo reconocimiento económico para progresar y continuar con su actividad en el séptimo arte.
Una historia de superación
Su historia es un relato de superación. Nacida en Sebastopol, Crimea, ha vivido desde su adolescencia alguno de los capítulos más duros del enfrentamiento entre Rusia y Ucrania por el control de esta península. Ella, que se muestra abiertamente enamorada de su tierra natal, pronto se vio con la necesidad de viajar hasta Moscú donde poder desempeñar su actividad como actriz y directora de cine. Acude al festival cultural de Tavrida desde hace años y ella se lo debe todo, asegura. El visionado de su corto, que se produjo durante los días de máximo festejo del evento, cuando se paran las formaciones y se celebran conciertos, actividades lúdico-festivas y gastronómicas para cientos de jóvenes que acuden tan solo a pasar unos buenos días celebrando la cultura.
El visionado fue un sueño hecho realidad para Kata, como la conocen sus amigos. Después de dos años trabajando con mucho esfuerzo y muchos impedimentos, por la pandemia del coronavirus, poder presentar su obra en el mismo lugar donde se le concedió la oportunidad para ejecutarlo fue para la joven un cúmulo de emociones. Satisfecha de haberlo logrado y feliz y agradecida de la oportunidad recibida, la joven cineasta aprovechará el nuevo reconocimiento para producir una segunda entrega.
Por la difusión de la cultura rusa
El director y organizador del macroevento, relaciones públicas del gobierno rusa para la difusión de la cultura de su país, Dmitry Popov, y Zhanna Dzutseva, directora de la organización sin ánimo de lucro “Ciencia y cultura del futuro” quieren que, con eventos como el festival de Tvrida, la cultura rusa se expanda y llegue a nuevos territorios. Romper tabús e invitar a jóvenes de todo el mundo a ser partícipes del evento que cada año el sur de Crimea acoge para dar cientos de oportunidades a jóvenes con ideas, emprendimiento y valentía.