Morella es conocida por la estampa que preside su castillo donde, sus más de 2 kilómetros de muralla envuelven las calles que rezuman historia, pasado y presente.
En verano el olor de los flaons recién hechos, el bullicio de los turistas, la humedad de la tarde, las fiestas, los amigos que vuelven al pueblo, los niños aprendiendo a montar en bicicleta, el sol de la alameda, el olor de los pinos, la piscina, los balcones con la ropa blanca recién tendida, la sombra entrelazada de los árboles de la Plaza.
En invierno los percheros llenos de ropa, el horizonte blanco, el frio que no cala, las botas de nieve, la tranquilidad, el olor de la leña que arde, los almuerzos interminables, la Navidad entre luces doradas, las fiestas con guantes de lana, las lecturas pendientes, el hábito.
Ubicada en el norte de Castellón, Morella es conocida por la estampa que preside su castillo donde, sus más de 2 kilómetros de muralla envuelven las calles que rezuman historia, pasado y presente. Rodrigo Díaz de Vivar (1099), el Cid Campeador, intentó conquistarla y su ambición se registró en el libro Del Cid en Morella, un amor ignorado (1984). Siglos después, la leyenda de Ramón Cabrera (1806 – 1877) se forjó entre las calles la ciudad dando paso al libro El invierno del Tigre. La aventura vital del héroe carlista Ramón Cabrera (2016). Viajando al pasado le damos forma a nuestro presente, un presente que se ubica en uno de los pueblos más bonitos de España.

Su fantástica gastronomía, donde destaca la trufa Melanosporum, es tan reputada que incluso el festival literario de novela negra organizado dentro de su jornada gastronómica, lleva el mismo nombre. Pero, si hay una fiesta grande en el pueblo de Morella, esta es l´Anunci del Sexeni, celebrada cada seis años el tercer domingo de agosto. Carrozas, confeti, música, ninots i volantins. Si no sabes de lo que estoy hablando, sigue leyendo, porque el domingo, 27 de agosto de 2023, tienes una cita en el pueblo de Castellón.
Morella es capaz de sorprendernos desde el primer momento que la conocemos. Su arquitectura, su naturaleza y su belleza compiten con la cultura y la tradición. Es desde esta azotea que la fiesta de l´Anunci se prepara a conciencia para dar lo mejor de sí misma. El pregonero o pregonera da comienzo a la jornada festiva montado en un caballo engalanado para la ocasión donde proclama que falta un año para el Sexenni, las fiestas mayores de la ciudad en honor a la virgen de Vallivana. Como su nombre indica, estas fiestas se celebran cada seis años y lo llevan haciendo desde 1673, el año en que los morellanos juraron lealtad a la virgen por haberles librado de la peste.

En la calle La Font, els Volantins bailan y hacen reverencias al paso de la Virgen. Estos tres muñecos con nombre propio, Pablo, Gertrudis y Cleopatra, están anclados a una estructura cilíndrica que se coloca de balcón a balcón y que sus vecinos hacen rodar por primera vez el día 15 de agosto, al paso de la solemne procesión.
Los Ninots son figuras de cartón que, con un espíritu crítico y sana ironía, representan la voz anónima de cada uno de los barrios. Se colocan en diferentes puntos del pueblo y constituyen uno de los elementos más antiguos ya que se hace referencia a ellos en el año 1897 como anunciadores de las fiestas.
Pero si hay un momento que los vecinos llevan esperando y preparando durante un año, esta es la batalla de l´Anunci, la parte más festiva y participativa de los actos. La fiesta comienza en la Plaza de San Miguel con el desfile de disfraces que recorren las calles principales en busca de las carrozas para, seguidamente, dar paso a la formación de las carrozas, todas decoradas con papel rizado y de múltiples temáticas. En el año 2017 participaron más de 1.500 personas (el municipio cuenta con 2.600 personas censadas, aproximadamente), desfilaron 42 carrozas y se esparcieron más de 60 toneladas de papeles de colores.

La jornada de L´Anunci está declarada Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de España, Fiesta de Interés Turístico Nacional y Bien de Interés Cultural Inmaterial. Se espera que este año acudan más de 40.000 visitantes. Si tú estás entre uno de ellos o, desde este momento, te planteas ir has de saber que necesitarás protectores faciales para disfrutar de la fiesta plenamente, es decir, una mascarilla quirúrgica para evitar tragar confeti en exceso (conciénciate de que lo vas a saborear seguro) o en su defecto, un pañuelo que te cubra la boca. También son recomendables gafas de bucear para protegerse los ojos, aunque no son indispensables. Después solo tienes que agenciarte un saco de confeti que podrás adquirir la víspera en cualquier papelería y ¡¡muchas ganas de pasártelo bien!! Desde eltaquigrafo.com te esperamos en Morella para vivir una jornada increíblemente épica.