Me recibe fuera del gimnasio. Está lista para empezar su entrenamiento. Hasta que no termine el curso escolar, Natali Francesa y su hija no podrán instalarse en Barcelona. Hasta entonces, Natali se hace el camino Lleida-Barcelona como mínimo tres días a la semana. Entrena, con Pollo Ramírez – su guía en todo este camino -, y se vuelve a su Lleida natal a recoger a su hija del colegio. Esta joven de 32 años solo hace un año que se dedica profesionalmente al boxeo y ya aspira a convertirse en campeona de España de su categoría.
Sacrificio, superación y compañerismo
El entrenamiento es duro. Natali se encuentra en la recta final antes de su próximo combate, el 16 de julio. La pandemia y una lesión en el hombro derecho la obligaron a parar. Ahora golpea más fuerte que nunca. Más motivada que nunca, y más feliz que nunca. Hace tan sólo tres años que se inició de forma amateur en el mundo del boxeo. Se enamoró de este deporte, de su disciplina y de los valores de compañerismo y superación que aprendió de él. Además, era buena. “Muy buena”, asegura Pollo. Todos estos ingredientes la colocaron bien pronto en la liga profesional.
“El esfuerzo tiene recompensa, porque me siento realizada con este estilo de vida. Yo quiero que mi hija crezca con los valores de una madre que también lucha por sus sueños, que vea en mi un ejercicio de superación para que ella lo repita cuando sea mayor con aquello que le haga más feliz”, explica Natali a eltaquigrafo.com.
“El deporte no tiene género”
Vamos hablando mientras ella va entrenando. Hace calor. Junio se ha colado por la cerradura del gimnasio y el ambiente empieza a ser denso. Sin embargo, los movimientos de Natali siguen siendo frescos y ágiles. “Está lista para el combate” dice un compañero. El 80% de ellos son hombres. Solo hay dos mujeres.
Pero Natali lo tiene claro: “el deporte no tiene género”. Y para ella nunca ha sido un problema decantarse por deportes socialmente establecidos para “hombres”. “Por suerte, todo esto está cambiando, aunque todavía tengo que escuchar comentarios como: ‘eres muy femenina para ser boxeadora’”, lamenta la joven.
Lista para el próximo combate
Sin embargo, nada de eso la ha frenado nunca. En 2015 empezó con kickboxing y luego con jiu-jitsu. Más tarde probó el boxeo. Y hasta día de hoy. El camino no ha sido fácil, recuerda. Compaginar tus propios sueños con una hija pequeña implica mucho sacrificio y organización. Ahora, su nuevo trabajo en una empresa de seguridad privada le permite conciliar su pasión, con su familia. Ambas tienen ganas de instalarse en Barcelona y empezar una nueva etapa. Natali está lista para su próximo combate, dentro y fuera del ring.
