Nunca el título de un libro había sido tan injusto y a la vez tan real. Injusto porque los hombres y mujeres que dieron los mejores años de sus vidas en la lucha contra el terrorismo deberían ser reconocidos como héroes. Real porque ya nadie se acuerda de esos policías que décadas atrás abandonaban sus raíces, su familia y toda su vida para desmantelar uno tras otro los numerosos comandos terroristas que atentaban con coches bomba, que asesinaban con disparos en la nuca y que realizaban innumerables actos atroces asociados al terrorismo. Nunca han sido héroes, todo el mérito del cese de la banda terrorista y de la lucha armada se ha atribuido a los políticos.
‘Nunca fuimos héroes’ es la última novela de Fernando Benzo (Madrid, 1965). Un homenaje a todas aquellas personas que formaron parte de la lucha policial contra el terrorismo desde los inicios de este en nuestro país. Una reivindicación a la memoria de todas aquellas víctimas que perecieron en una lucha armada sin sentido y que durante décadas tuvo sometido a todo un país bajo la amenaza de las armas, atentados y secuestros.
Ser policía
Cuando uno decide ser policía, lo hace por vocación y dedicación profesional. No se piensa en los riesgos que se corre, el objetivo es solo “pillar a los malos”. Se antepone la vocación, a la vida personal. La dedicación, a la familia.
Es el caso de Gabo, un comisario de policía jubilado que desde los inicios de su carrera profesional, se dedicó exclusivamente a la lucha contra la banda terrorista. Un txakurra –como eran llamados de forma despectiva por los miembros de la banda y sus afines– que en su día decidió entrar en el Cuerpo General de Policía por lealtad a su padre –integrante de la Policía Armada– y a la vez por deslealtad hacia su progenitor, para no acabar como él, siendo uno de los grises, un mamporrero uniformado que luchaba contra los que decidían los políticos años atrás. Gabo no, él no sería como su padre, él lucharía contra los malos de verdad.
“Sabemos que tú eres un txakurra y el padre de un txakurra y vamos a ir a por ti y a por tu familia”
La obsesión de Gabo
Gabo recordará viejos fantasmas del pasado al ser requerido por su antiguo examigo y odiado comisario general de Información. Éste le pedirá un último favor, que busque e indague, de forma extraoficial y en la más absoluta confidencialidad, el motivo por el que Harri ha vuelto a España después de más de dos décadas huido de nuestro país a Colombia.
Harri fue uno de los terroristas que más persiguió y que le obsesionó durante los años que estuvo activa la banda armada. Gabo aún tiene demasiadas cuentas pendientes con él.
El volver a saber de su "obsesión", evocará en nuestro protagonista recuerdos funestos y dolorosos. Policías muertos en actos de servicio, operaciones policiales en las que infiltraban a compañeros en los comandos y se les abandonaban a su suerte, las intimidades compartidas con su ‘tronca’, el amor que dejó escapar y del que aún hoy en día se arrepiente, las pésimas medidas de seguridad que debían tomar en su vida diaria…
Todo ello volverá a cobrar vida en Gabo y nos permitirá revivir, a través de sus reflexiones y pensamientos, su día a día, las vivencias y temores de él y su grupo en plena lucha contra los radicales vascos desde la primera línea de fuego.
Fernando Benzo, gran conocedor de la lucha antiterrorista
El que fuera subsecretario de Educación, Cultura y Deporte y secretario de estado de Cultura da fe de sus grandes conocimientos acerca de la lucha antiterrorista plasmándolos en su novela. A través de los pensamientos de Gabo acerca de su pasado y su situación presente, Benzo nos plantea un trasfondo sobre las decisiones tomadas y el sentido de estas a lo largo de nuestra vida. Sin duda todo un acierto del autor que conseguirá que hagamos un repaso a nuestra vida a la vez que lo haga nuestro comisario.
A medida que vamos avanzando en 'Nunca fuimos héroes', es inevitable recordar a la elogiada novela ‘Patria’, de Fernando Aramburu y de la que escribimos aquí, meses atrás. En ella, los protagonistas eran familias del pueblo vasco que padecían los actos de los radicales abertzales en su vida diária.
Mientras que en la novela que tratamos hoy, los protagonistas son los policías que luchaban para erradicarlos. En ambas, el terrorismo vasco y todas sus variantes como actor principal. Dos obras con diferentes visiones y consecuencias del mismo problema. Una locura que duró demasiados años y que se llevó por delante a demasiados inocentes.
Una prosa muy Benziana
‘Nunca fuimos héroes’ nos permite regresar al pasado con el relato de hechos reales sin dejar de ser una novela de ficción. Escrita con una prosa muy rica y pulida -característica muy propia del estilo literario del autor que se reconoce al leer sus obras- y con saltos temporales en el tiempo, intercalando la historia presente de Harri y las reflexiones y vivencias pasadas de Gabo, su autor consigue estructurar y dar forma a una novela brillante, emotiva y muy equilibrada. No tengo ninguna duda que será una de las obras literarias de este año 2020.
Gracias Fernando por tu particular homenaje a todos aquellos que dieron y perdieron su vida por culpa de una lucha sin sentido y por este extenso recorrido por la lacra del terrorismo que durante tantos años afectó el día a día de nuestro país.