"Un fuerte abrazo" de Sandro Rosell

Seiscientos cuarenta y cinco días y noches
photo_camera Seiscientos cuarenta y cinco días y noches
Sandro Rosell consigue con su naturalidad, que el lector viva en primera persona la angustia de un inocente. Un libro este que no dejará indiferente a nadie

En trescientas páginas, seiscientos cuarenta y cinco días y noches. Su autor, Sandro Rosell narra en formato diario, sin especificar el día en concreto, con anotaciones, anécdotas, vivencias y demás, su día a día desde que fue detenido por presunto blanqueo hasta su puesta libertad y su sentencia absolutoria.

El estilo de su escritura ya nos adentra en la cárcel, no hay días concretos tan solo el tiempo que pasa.

Habla de su caso y su causa con la rabia del que es inocente y tiene que demostrar su no culpabilidad. Consigue sin tecnicismos aburridos, demostrar la irracionalidad de su acusación, la ilógica de nuestro sistema judicial, la perversión de jueces y fiscales y lo que el llama “la inercia procesal”.

A Sandro y su socio Joan Besolí, los encerraron bajo sospecha de un delito económico en prisión preventiva casi dos años, lo nunca visto en España. Les embargaron sus bienes sin ningún tipo de disponibilidad para gastos al principio… tardaron más de un año en conseguir algún desahogo económico. La Guardia Civil incluso utilizó un vehículo de una de las hijas de Sandro para sus misiones encubiertas. La multitud de medidas que la juez Lamela les aplicó, parece que fueron más allá de la mera aplicación de la ley.

Vale la pena esta lectura para tomar consciencia del evidente mal funcionamiento de nuestro sistema judicial. Algunas reflexiones hieren a un Estado que se hace llamar democrático y de derecho.

¿Quién vigila al vigilante?

La responsabilidad de policía, fiscales y jueces ante acusaciones que luego resultan falsas es absolutamente ninguna y sin embargo sus consecuencias demoledoras. ¿Hace falta algún tipo de medida ante estos abusos de poder?

El sistema judicial español a conseguido que la popular maldición “Tengas juicios y los ganes” sea muy cierta. La pesada rueda del sistema te aplasta sin contemplaciones aunque respete los derechos sobre el papel. Penoso.

Hacer una reseña de este libro no tiene sentido si con ella no se denuncia la increíble impunidad con la que pueden actuar jueces y fiscales, aplicando la ley a su antojo, manipulándola torticeramente.

Sandro consigue con su naturalidad, que el lector viva en primera persona la angustia de un inocente.

Sin desvelar el contenido de sus páginas, también la ternura tiene espacio en todo este desaguisado judicial. La humanidad de los compañeros de módulo, el gran padre Paulino, el trato de algunos funcionarios, la familia y los amigos son la otra cara de la historia. Nos enseña Sandro también el valor de los abrazos, una nimiedad en la que no caemos hasta que nos faltan.

No es ficción es la cruda realidad, la valiente exposición de los hechos de un “presunto inocente”.

Un libro este que no dejará indiferente a nadie o al menos no debería, es un grito a todo un sistema para que reflexione y tome medidas.

De lectura obligatoria para todos aquellos que quieran conocer el funcionamiento de nuestras cárceles, de la Audiencia Nacional, de los procedimientos legales complejos necesarios después de una imputación y para los que valoran la libertad.

Un fuerte abrazo.

Comentarios