REPORTAJE

A 24h de ser extraditado y la Audiencia Nacional sigue sin noticias de Kazajistán

La Audiencia Nacional es quien se encarga de gestionar todos los procesos de extradición / Archivo
photo_camera La Audiencia Nacional es quien se encarga de gestionar todos los procesos de extradición / Archivo

Faltan 24h para que termine el plazo que obliga a mantener a D. Tulebayev en prisión. Su familia desea que salga en libertad y que el juez Ismael Moreno deniegue la extradición, pues según su abogada: volver a su país es sinónimo de torturas

Dauren Tulebayev fue detenido el 18 de noviembre de 2022, acusado de los presuntos delitos de contrabando económico y pertenencia a organización criminal. Fueron agentes de la Policía Nacional, requeridos por una orden internacional de detención emitida en 2011 por Juzgado de Almaty (Kazajistán), quienes se presentaron en su casa de Barcelonalo enmanillaron y se lo llevaron preso hasta el centro penitenciario de Brians 1; donde debe permanecer privado de libertad a la espera de ser extraditado.

Se acaba el plazo de 80 días

La Audiencia Nacional, concretamente el juez Ismael Moreno, del Juzgado Central de Instrucción 2, es quien tiene que dirimir sobre su extradición a partir de la documentación que las autoridades de Kazajistán tienen que proporcionar en un plazo máximo de 40 días desde la detención, según viene marcado por la Ley de Extradición Pasiva. Ante el silencio del país emisor, el juez Moreno prolongó el plazo por otros 40 días más, que terminan este próximo martes 31 de enero.

Así, Dauren Tulebayev se encuentra a 24 horas de ser extraditado y no hay noticias de Kazajistán. Ahora, se espera que, tras 80 días en prisión, pueda salir en libertad provisional hasta que llegue la documentación. Sin embargo, su familia y su abogada lo que quieren es evitar la devolución de Dauren a su país, pues según ellos la extradición le conducirá hasta un juicio “sin garantías procesales”.

Víctima de una persecución política

De hecho, Dauren, su mujer y sus cuatro hijos, llevan años huyendo de las autoridades de su país, la República de Kazajistán. Su letrada considera que Dauren está acusado de una trama ficticia, fruto de una feroz persecución política, iniciada por el antiguo presidente de su país, Nursultán Nazarbáyev, contra los 120 trabajadores del paso fronterizo entre Kazajistán y la República de la China, donde Dauren trabajó como asesor entre 2009 y 2011.

Y, aunque es cierto que cinco de los generales militares que trabajaban con él en el servicio aduanero estaban siendo corruptos, desviando hasta el 50% de los ingresos que se generaban en el paso fronterizo, el resto de los trabajadores vivía al margen de dichas irregularidades. El gobierno Nazarbáyev, a pesar de saberlo, inició una ‘caza de brujas’ contra todos los empleados, incluido Dauren y su familia que, en 2012, se vieron obligados a abandonar su casa iniciando un largo periplo que concluyó con su llegada a España en 2015.

 Detenciones ilegales, torturas y amenazas de sangre

Con el paso del tiempo se han ido conociendo los métodos empleados por la policía financiera de Kazajistán para detener a los presuntos implicados en esta causa: detenciones irregulares, torturas y amenazas de sangre. Con los años se ha sabido que la voluntad del Gobierno fue anclarse a la excusa de la corrupción para perseguir a la empresa para la que trabajaba Dauren y, así, conseguir hacerse con el control del paso fronterizo.

Los juicios que ya se han celebrado por este procedimiento en su país natal, asegura la letrada de Dauren en España, no han garantizado los derechos fundamentales de los acusados. Para ello, la abogada recoge en la solicitud de no extradición, presentada ante la Audiencia Nacional, el testimonio del que fue el jefe de Dauren en el servicio de aduanas, donde se describe que el juicio y la sentencia están plagadas de irregularidades procesales.

Un testigo acusado de homicidio

Para completar toda la documentación aportada y evitar, así, la extradición de Dauren, su abogada también ha presentado un análisis sociopolítico de Kazajistán, escrito por la politóloga Ingrid Soldevila, y que pretende resumir las pocas garantías procesales y la vulneración de los Derechos Humanos que el acusado podría sufrir si regresara a su país natal y fuese juzgado por los delitos que se le atribuyen.

Paralelamente, otra de las estrategias que ha puesto en marcha la letrada es la de desacreditar al principal testigo de la causa contra Dauren. Un hombre de su país que ha declarado en contra de sus compañeros, pero que, sin embargo, se ha demostrado que es un delincuente, acusado de tres homicidios. Además de insistir en que, de haber cometido los delitos de los que le acusan, éstos ya habrían prescrito tanto en España, como en Kazajistán.

No se puede garantizar un procedimiento justo

De este modo, la abogada de Dauren pretende hacer entender al juez de la Audiencia, Ismael Moreno, al frente del proceso de extradición, que en Kazajistán es posible que se vulneren los derechos del detenido en territorio español, cuya familia tiene permiso de residencia.

Desde España, se lee en la solicitud enviada por la abogada, no podemos garantizar que la extradición va a suponer que éste pase por un procedimiento justo y dotado de todas las garantías de procedimiento y de respeto a los derechos humanos”.

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