55 años persiguiendo a los narcos

La Brigada Central de Estupefacientes ha celebrado su 55º aniversario asumiendo que todavía tiene muchos retos por delante y con muchas ganas para seguir dificultando la vida a los narcos  /   CNP
photo_camera La Brigada Central de Estupefacientes ha celebrado su 55º aniversario asumiendo que todavía tiene muchos retos por delante y con muchas ganas para seguir dificultando la vida a los narcos / CNP
La Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional cumple 55 años liderando la lucha antidroga en España: desde el consumo de heroína de los 70, hasta las actuales organizaciones criminales que lideran desde nuestro país grandes redes de narcotráfico

La noche del 16 al 17 de mayo de 2022 agentes de la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional viajaron de Madrid a Barcelona. Llevaban más de cuatro semanas esperando un contenedor cargado de cocaína procedente de Panamá. Los canales de cooperación internacionales les habían dado el aviso y si sus fuentes estaban en lo cierto aquella madrugada iban a poder aprehender más de una tonelada de cocaína. Cuando el carguero llegó a puerto, los agentes de la Brigada hacía un par de horas que esperaban. Durante esa madrugada revisaron los contenedores sospechosos y en uno de ellos… voilà: 1.500kg de cocaína oculta en bolsas de deporte.

España, puerta de entrada y de salida

Tras el éxito de este operativo, los agentes volvieron a casa, donde debían de seguir con sus tareas de investigación a la espera del próximo “asalto”, con la experiencia previa de que ese siguiente asalto no se demoraría en exceso.

Y es que hace años que las sustancias estupefacientes circulan a diario por nuestro país. Podríamos decir que incluso desde hace siglos. Desde las primeras rutas comerciales de la droga, España se convirtió en la gran puerta de entrada y salida de un buen porcentaje de toda la droga que se movía (y mueve) en Europa: la cocaína que llega de Sudamérica, el hachís que entra desde Marruecos o ahora, incluso, la marihuana que se cultiva en territorio español, la nueva huerta de todo el continente.

Una Brigada especial para dar respuesta a estos problemas

Esta delicada situación geográfica, en el epicentro de muchas de las rutas históricas de la droga a nivel mundial, provocó que 55 años atrás, en 1967, con los primero pasos de lo que iba a ser la globalización y consolidación de la era moderna, se creara esta Brigada Central de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía. Este grupo de investigación tenía como misión luchar contra el tráfico nacional e internacional de drogas, en un momento donde su consumo todavía era muy incipiente.

En la actualidad, cincuenta y cinco años después, esta Brigada sigue cumpliendo con su cometido principal, con un añadido: ahora persigue a las más poderosas y peligros organizaciones criminales transnacionales, con sede en España, dedicadas al narcotráfico. Con los años, los grupos criminales fueron creciendo, cruzaron territorios y llegaron a instalarse en el interior de nuestras fronteras, donde muchas de ellas conviven con mayor o menor enfrentamiento.

La droga se globaliza y las mafias, también

La droga empezó a dar suculentos beneficios y la Brigada se ha visto obligada a quintuplicar sus esfuerzos y operativos con el paso de los años. Si a mediados de los años 70 y en los 80 del siglo XX solíamos hablar del problema de la “droga”, refiriéndonos con ello a la heroína. Hoy esto ya no es así. Fue precisamente la ubicación geográfica lo que atrajo a muchas organizaciones criminales y la heroína que se pinchaban unos pocos, se convirtió en los 90 en la cocaína que consumían unos muchos o en el hachís que se expandió en los 2000.  

Las organizaciones se empoderaron, se armaron y descubrieron que España era una buena ubicación: buen clima y mucho litoral, para tomar el sol e introducir la droga. Sin embargo, la Brigada no se lo ha puesto fácil y desde sus orígenes han liderado algunos de los operativos antidroga más potentes de la historia moderna. De la Galicia de los 90, con la entrada triunfal del juez Garzón ataviado en una gabardina blanca, en el marco de la conocidísima ‘operación Nécora’; hasta las detenciones en 2018 de Francisco y Antonio Tejón, ‘los Castaña’, o ‘el Messi del hachís’ en el conflictivo Estrecho de Gibraltar. En todas ellas estaba presente la Brigada.

Presentes en las mayores operaciones antidroga

Y es que sus agentes son los responsables de detener a algunos de los mayores narcotraficantes de origen español o extranjero, asentados en nuestra tierra: en 1984 fueron los responsables de detener a Gilberto Rodríguez Orejuela, el líder del Cartel de Cali, uno de los más temidos de Colombia y en guerra con el Cartel Medellín, el de Pablo Escobar. Llegó a España para reunirse con los capos gallegos y poder ampliar fronteras.

Años después, en el marco de la ‘operación Nécora’, liderada por el entonces juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, la Brigada Central de Estupefacientes detuvo a los principales jefes de los clanes gallegos: a Sito Miñanco, a los Charlines o a Laureano Oubiña. Luego, se abrió un nuevo campo de batalla en el Campo de Gibraltar. La costa gaditana se convirtió en la puerta de entrada del hachís que se consumía en media Europa y las familias de Algeciras y La Línea de la Concepción (Abdellah El Haj, conocido como ‘el Messi del Hachís’; Isco y Antonio Tejón, ‘los Castaña’) se convirtieron en los grandes líderes.

La droga terminó de globalizarse y decenas de organizaciones criminales transnacionales (la mafia italiana, la irlandesa, la Mocro Maffia, o la rusa) decidieron abrir sus sedes particulares en nuestro país. Primero para controlar parte del mercado y luego, para disfrutar de nuestro litoral, en especial del marbellí. La Costa del Sol es uno de los principales puntos de actuación de esta Brigada, en especial desde que estas organizaciones de narcos decidieron saldar sus deudas a tiro limpio en nuestras calles.

Plan Especial para el Campo de Gibraltar

El auge de clanes y organizaciones dedicadas al tráfico de sustancias estupefacientes, principalmente cocaína y hachís, en esta zona del sur de la península, condujo a los agentes de la Brigada a idear en 2018 un Plan Especial para el Campo de Gibraltar. Un refuerzo de efectivos que quería poder traducirse en un aumento de las detenciones e incautaciones y en una mejora de la sensación de inseguridad que se había calado en dicha provincia. De hecho, este plan surge a raíz de la detención de Samuel Crespo, del clan de ‘los Castaña’, después de haber huido del hospital de La Línea de la Concepción (Cádiz) junto otro relevante integrante del mismo grupo.

El Plan Especial para el Campo de Gibraltar, vigente todavía, se ha ido extendiendo por otras provincias de Andalucía. Los agentes de la Brigada detectaron que ante la presión en esa zona, los delincuentes se habían movido a ciudades colindantes, teniendo que ampliar el dispositivo a las provincias de Huelva y Málaga.

La ‘operación verde’

Finalmente, cabe destacar la llamada y reconocida a nivel europeo ‘operación verde’. En febrero de 2019 se puso en marcha la primera fase de esta operación en contra de las mafias de cultivo y tráfico de marihuana; tras detectar que España y, concretamente Cataluña, Granada y Almería se habían convertido en las principales exportadoras de esta droga al resto del continente. Tras el éxito de la primera, en septiembre de 2020 se dio comienzo a la 2ª fase.

En este sentido, y gracias a este plan especial, la Policía Nacional en toda España ha podido desmantelar más de 800 plantaciones de cannabis, interviniéndose un total de 496.047 plantas de marihuana, 25.642 kilogramos de marihuana, 23.849 kilogramos de hachís, 3.140 kilogramos de cocaína y 85,93 kilogramos de heroína.

Nuevos retos

Así pues, la Brigada Central de Estupefacientes ha celebrado su 55º aniversario asumiendo que todavía tiene muchos retos por delante y con muchas ganas para seguir dificultando la vida a los narcos que creen que España es un buen lugar donde asentarse. Aunque las mafias cada vez son más sofisticadas, también lo son sus métodos de investigación.

En este sentido, en el último lustro, esta Brigada especial ha tenido que lidiar con un narco submarino, nuevos drones teledirigidos que cruzan el Estrecho cargados con hachís o el primer semi sumergible preparado para transportar droga. Éste último se localizó en el marco del macrooperativo policial ‘Ferro’, desarrollado entre 2020 y 2021, que se saldó con 52 detenidos por todo el territorio nacional. El semi sumergible se encontraba en fase construcción cuando fue localizado y tenía una dimensión de nueve metros de eslora. Su fabricación fue artesanal. Los investigadores estiman que tenía capacidad para transportar hasta dos toneladas de estupefacientes.

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