A pesar de su historial delictivo, la defensa del falso doctor pide su libertad

El falso médico, además, era positivo en coronavirus | IMPULSQ
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La acusación entiende que existen no solo unas altas probabilidades de que se dé a la fuga, sino también de reiteración delictiva y destrucción de pruebas. Y para más colmo, ha trascendido que ejerció de falso doctor, en plena pandemia, enfermo de coronavirus.

La defensa de Jesús J.O., el falso médico detenido el pasado mes de abril, en plena pandemia del coronavirus, tras hacerse pasar por doctor en distintos centros hospitalarios de Catalunya, ha pedido su puesta en libertad provisional, alegando problemas psicológicos y necesidad de estar cerca de su familia. El joven, de 21 años, acumulaba antes de su arresto varios procedimientos abiertos, factor que motivó su ingreso en prisión y, de este modo, evitar la reiteración delictiva. La defensa, hasta ahora, no había mencionado que su cliente necesitara, en la actualidad, ningún tipo de atención psicológica, siendo el escrito de solicitud de su libertad la primera mención a sus presuntos problemas psicológicos actuales.

Por supuesto, el bufete que dirige Borja Hernández Meca, letrado que defiende a los familiares de José —fallecido en extrañas circunstancias, tras ser atendido por este individuo en el Hospital de Martorell (Barcelona)— se ha opuesto tajantemente a ello, presentando un recurso ante el juez, entendiendo que existen no solo unas altas probabilidades de que se dé a la fuga, sino también de reiteración delictiva y destrucción de pruebas, motivos básicos que justifican el ingreso a prisión provisional de cualquier detenido.

Doble delito: estafador y falsificador

El falso doctor, además, había desplegado todo un negocio ilegal de venta, casi por encargo, de titulaciones y documentación falsa a través de internet. Y, en páginas como Milanuncios —sin necesidad de tener que acceder a la web oscura—se han podido localizar certificados de todo tipo, falsificados «de forma bastante chapucera» por el detenido, explican fuentes del bufete de la acusación a eltaquigrafo.com. Por lo que Jesús J.O. no solo se hacia pasar por doctor —entre otros oficios, porque como ha podido constatar Hernández Meca también se ha hecho pasar por enfermero e incluso, bombero—, sino que además se forraba vendiendo falsos títulos por internet.

Cuando le pillaban o se le acababan las excusas para presentar su titulación oficial, Jesús J.O. desaparecía del mapa y quienes le habían contratado —hospitales, centros de salud y residencias— jamás volvían a saber de él. Buscaba, entonces, otro centro donde operar, y vuelta a empezar. Con el desbordamiento que generó la pandemia, el detenido vio la oportunidad de sacarle el máximo rendimiento a su 'profesión', matizan los letrados. 

A la espera de la autopsia definitiva

En cuanto a lo que tiene que ver con la muerte de José, de 83 años, aún sin saber si fue una negligencia médica ejecutada por el falso doctor o un grave error en la contratación por parte del centro hospitalario, la familia sigue a la espera de recibir los resultados definitivos de la autopsia.

Además, la acusación ya ha solicitado el protocolo de actuación del Hospital de Martorell durante la pandemia, al entender que «aunque (el detenido) no le hubiese suministrado (a José) nada que lo hubiese matado, lo que es imposible de saber, de todos modos, José fue atendido por una persona no cualificada, lo que algún tipo de repercusión tuvo que tener a la hora de reconocer el avance o deterioro de su estado de salud a tiempo».

Es más, como el propio Jesús J.O. ha reconocido, trabajó durante la pandemia, atendiendo a múltiples enfermos, enfermo él también de coronavirus, asegura el letrado de la acusación a este medio. Por lo que es posible que, además, contagiase a otros muchos terceros. Sería el colmo de esta historia: «no solo se hace pasar por doctor en plena pandemia, sino que, además, estaba enfermo por el virus que se estaba intentando controlar».

Puede haber muchas más víctimas

A parte de José, el bufete entiende que pueden existir muchas otras víctimas que fallecieron o fueron tratadas, con mejor desenlace, por el falso doctor. Y no solo en el Hospital de Martorell, sino en otros muchos centros, ya que el detenido trabajó ejerciendo de forma fraudulenta la profesión sanitaria en varios hospitales catalanes e incluso en residencias de mayores. De hecho, la acusación ha solicitado, por otro lado, el ofrecimiento de acciones para que las presuntas víctimas se puedan añadir a la causa y reclamar por los posibles daños y perjuicios sufridos.

El caso se destapó cuando el Hospital Sant Joan de Déu, de Martorell (Barcelona), identificó, pasadas más de 24 horas de su contratación, que el joven Jesús J.O. carecía de titulación en medicina y que, por lo tanto, era un impostor. Lo más trágico de este suceso no fue, solamente, que el joven se había paseado por distintos centros hospitalarios ejerciendo como doctor, sino que, en Martorell, llegó a firmar, incluso, un certificado de defunción: el de José.

En plena pandemia por el coronavirus, José, de 83 años, fallecía en extrañas circunstancias tras haber evolucionado favorablemente a los tratamientos. Justo el día que el joven Jesús empezó a trabajar en dicho hospital, el paciente alertó a sus familiares de que le habían cambiado la medicación. Horas más tarde, fallecía, presuntamente, por coronavirus.

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