Mientras el recurso de apelación sigue su curso en la Audiencia de Barcelona, poco a poco se conocen más detalles de este recurso que pretende conseguir la libertad provisional de Dani Alves, acusado de agredir sexualmente a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona
Dani Alves ha perdido prácticamente todos sus ingresos por patrocinios, además del contrato con los ‘Pumas’ de México, equipo con el que el exazulgrana jugaba desde que abandonó el FC Barcelona. Así se puede leer en el recurso de apelación que, este pasado lunes, la procuradora de su letrado, Cristóbal Martell, hizo entrega en los juzgados. De hecho, para el prestigioso letrado esta pérdida de ingresos es uno de los motivos que justificarían su puesta en libertad provisional, al entender que ya no dispone de tal capacidad económica.
En dicho documento, firmado por su actual letrado Cristóbal Martell y al que tuvo acceso ELTAQUIGRAFO.COM, se detallan uno por uno los contratos que, en los últimos días, ha perdido el conocidísimo futbolista. Todos ellos, por supuesto, como consecuencia de los gravísimos hechos de los que se le acusa. Por ahora, ya son tres grandes empresas, además del propio club de fútbol, las que han rescindido sus contratos de patrocinio con Alves. "Y serán más durante los próximos días y semanas", se aventura a prever el letrado.
Su capacidad económica no justicia ni la prisión, ni el riesgo de fuga
En esta línea, tal y como se puede extraer del recurso, Martell argumenta que “ha desaparecido el músculo económico” que justificó, entre otros motivos, el riesgo de fuga y el ingreso en prisión preventiva. A lo que se añade que “las posibles medidas alternativas de aseguramiento nos llevan a afirmar que no puede elevarse su capacidad económica en razón obstativa a la libertad provisional”.
De este modo, el letrado, aferrado a estas dificultades económicas y unido a su arraigo en Barcelona, donde tienen su domicilio Alves y su esposa, y al hecho de que se presentó voluntariamente ante los Mossos d'Esquadra tras viajar desde México, pretende descartar el riesgo de fuga.
Así pues, en contraposición a la prisión provisional, Cristóbal Martell propone adoptar de medidas cautelares menos restrictivas, como: la obligatoriedad de comparecer en el juzgado, el pago de una fianza o la prohibición de acercarse a la víctima a una distancia inferior a los 500 metros, controlado por una pulsera telemática.
Martell duda de lo que sucedió en el baño
Al margen de todos estos razonamientos eximidos por el letrado de Dani Alves para asegurar su permanencia en España; Martell también se aferra a las imágenes de la discoteca para justificar la inocencia del jugador. Con ello se refiere, de forma concreta, a que el vídeo revela como la llegada de la víctima a la zona VIP es a las 3:20 horas y durante “20 largo minutos” se puede observar a un grupo de cinco personas (la víctima, su prima y una amiga, junto con Alves y su amigo) “departiendo de un modo lúdico y festivo […] que dista mucho en ser un contexto y escenario de intimidación ambiental”.
Para añadir que, a continuación, y en relación con la afirmación de que Dani Alves cerró la puerta, que se observa como a las 3:42h el jugador se dirige hacia la puerta del baño y, a los dos minutos, a las 3:44h, la denunciante “tras estar durante ese tiempo hablando con sus dos amigas y un camarero, se dirige a esa puerta y entra sin que Dani Alves le franquee el paso o abra la puerta”.
Alves dice que quiso proteger su matrimonio
Paralelamente, según declaraciones del prestigioso abogado, Dani Alves ha negado ser un violador y le admitió, en su primer encuentro en prisión, que mantuvo relaciones sexuales consentidas con la víctima. El jugador le confesó que si no lo reconoció antes fue para proteger a su matrimonio y evitar una crisis con su pareja. En este sentido, Martell, a pesar de los muchos indicios incriminatorios, confía en que su cliente no es un violador y hará todo lo posible para demostrarlo.
Nada que ver con el relato de la víctima, que mantiene que Alves la insultó, la golpeó y la violó hasta que eyaculó, en una agresión que se prolongó durante más de 15 minutos en el baño de la zona VIP de Sutton.