Anatolii Sharii lleva una década jugándose el pellejo por contar la verdad. El opositor ucraniano y conocido periodista de investigación en su país ha dedicado buena parte de su carrera profesional a destapar los casos de corrupción y los abusos policiales del régimen de Viktor Yanukovich. Su compromiso con la justicia social lo ha convertido en un sujeto muy molesto para el gobierno de Ucrania, especialmente durante el mandato de Yanukovich entre 2010 y 2014.
Tras publicar varias informaciones sobre crimen organizado, en concreto sobre “Cuerpo Nacional”, una unidad paramilitar con evidente relación con la ideología nazi, la vida del periodista y bloguero ucraniano se ha convertido en un auténtico calvario. Las amenazas de muerte obligaron a Anatolii Sharii a abandonar Ucrania en 2012 con su familia y, desde hace apenas dos años, vive en España bajo la condición de refugiado político y con vigilancia personal las veinticuatro horas del día. A pesar de todo, Anatolii no ha desistido. Ni el exilio ni las amenazas de muerte de los sicarios neonazis lo han disuadido de continuar con su activismo político a través de uno de los blogs más influyentes de Ucrania.
Sin embargo, en los últimos días el periodista ha mostrado, de nuevo, su preocupación después de que los medios ucranianos hubieran publicado la dirección exacta de su domicilio en España. El periodista confirma que, a principios de junio, el personal de seguridad lo alertó de la presencia de un sujeto sospechoso en las inmediaciones de su domicilio. Al día siguiente, el periodista descubrió que varios medios de comunicación ucranianos habían publicado información sensible que ponía en grave peligro tanto la vida de Anatolii como la de su familia.
Uno de los instigadores de estas informaciones habría sido, según el periodista, el vicepresidente ucraniano Serguéi Borísovich Ivanov. El político no solo compartió la dirección del nuevo domicilio de Anatolii Sharii, con el riesgo que eso supone para su integridad física, sino que además hizo públicos sus movimientos bancarios y reveló información notarial relativa a la compra de las propiedades de las que dispone en España.
Estas filtraciones, que el periodista atribuye a la fiscalía o al personal de la embajada ucraniana en España, han puesto en bandeja la cabeza del periodista a los sicarios neonazis. Las reacciones no se han hecho esperar. Hordas de nazis vinculados a “Cuerpo Nacional” han comenzado a compartir, a través de una cuenta pública de Telegram, imágenes de Anatolii, en tiempo real, acompañadas de mensajes amenazantes. El grupo supremacista, altamente armado, monitoriza cada uno de sus movimientos. Han descubierto dónde vive con su familia, la matrícula, modelo y color de su coche y las actividades que realiza en su vida cotidiana. “Buen provecho, Anatolii. ¿Les ha gustado todo? ¿El servicio? ¿La comida? Vuelvan otra vez.”, se puede leer junto a una fotografía del periodista en un restaurante. “Ahora que se abrirán las fronteras vendremos y tendrás una vida muy alegre”, dice otro usuario en tono irónico.
Por enésima vez, Anatolii Sharii exige de nuevo a las autoridades españolas que le protejan frente a un posible ataque inminente de quienes ya han intentado acabar con su vida y solicita que no se ofrezca información relativa a su persona a ningún organismo oficial para evitar nuevas filtraciones.
Los enemigos de Anatolii
El partido Cuerpo Nacional es un partido nazi fundado en 2016 y liderado por Andreii Biletskyi, acusado de pertenencia a banda terrorista y asesinato en grado de tentativa. Dicha formación, que procede del llamado 'Batallón Azov', que participó en la Guerra Civil de Ucrania, se define a sí misma como una organización nazi y que justifica el empleo de la violencia contra sus adversarios políticos.