Ángeles del Infierno en España: influencia internacional y trabajo policial

La Policía Nacional destina parte de sus recursos a la investigación de los Hells Angels y otras bandas moteras en nuestro país  /    propia
photo_camera La Policía Nacional destina parte de sus recursos a la investigación de los Hells Angels y otras bandas moteras en nuestro país / propia
La red delincuencial tras los Hells Angles sitúa a este motor club entre las organizaciones criminales más potentes de la actualidad. Por ello que la Policía Nacional destine recursos a la investigación de esta y otras bandas moteras en nuestro país

2012. El operativo ‘Prospect-Casablanca’ permitió destapar toda la red de crimen organizado internacional que se escondía tras los chalecos de cuero y las barbas espesas de los miembros del motor club Ángeles del Infierno. No era el primer dispositivo policial contra esta banda motera. Sin embargo, fue un precedente para que la Policía Nacional, más concretamente los agentes especializados en bandas moteras outlaw (fuera de la ley), constataran las dimensiones logísticas y de infraestructura de todo el tejido liderado por los Hells Angels Motor Club (HAMC).

Un red transnacional que situaba a esta banda motera outlaw entre las organizaciones criminales más potentes de la actualidad.

Influencia internacional

Su influencia es amplia. Su presencia – dividida en capítulos – por todo el mundo facilita el movimiento de sus miembros de un país a otro. Eso sí, siempre tras la aprobación de lo líderes de cada sección territorial. Esta realidad es una garantía para muchos de los delincuentes, pues pueden pedir ayuda y traslado a cualquiera de los distintos capítulos esparcidos por todo el mundo. Asegurándose, de este modo, cobertura y protección.

De hecho, este fenómeno ya se está dando en España, apuntan fuentes policiales a eltaquigrafo.com. Las investigaciones de estas bandas han permitido constatar la llegada de miembros de Alemania, Holanda o Dinamarca a nuestro país. Bajo el amparo del capítulo español, varios miembros del motor club han huido de sus países de origen para proseguir aquí con sus actividades legales e ilegales.

El trabajo policial

En este sentido, hace pocas semanas la organización criminal vinculada con los HAMC, desarticulada por el grupo de la Policía especializado en bandas moteras en estrecha coordinación con las unidades territoriales, estaba compuesta por individuos de origen danés. Como se pudo probar, habían abierto una nueva ‘narcoruta’ España-Dinamarca.

Es, precisamente por esta importante influencia internacional y por los múltiples servicios y facilidades delictivas que ofrecen a otras organizaciones criminales, que la UDYCO de Policía Nacional destina parte de sus efectivos a la investigación continua de los movimientos de los Ángeles del Infierno en nuestro país. “Se investiga como cualquier otra organización criminal con presencia en territorio español”, matizaron las fuentes vinculadas con el CNP.

Control, operatividad y coordinación internacional

Este proceso de investigación constante se divide en tres ramificaciones: una primera dedicada al control o “inteligencia”, es decir a la monitorización y seguimiento de los perfiles en redes sociales generales e individuales y los movimientos de los miembros. Un segundo estamento operativo, en el que se trabaja codo con codo con las unidades territoriales. “Es imprescindible el trabajo y la coordinación con estas unidades. Ellas son las que tienen mayor conocimiento del terreno y el contexto en el que se mueven los investigados”.

Finalmente, un tercer nivel internacional, en el que se trabaja de forma coordinada con la Europol y otros cuerpos y fuerzas de seguridad de distintos países. De esta manera, se tiene un control que abarca desde el día a día de sus miembros (con la monitorización) hasta los tejidos y conexiones internacionales.

Relacionados con el tráfico de drogas y armas

Este trabajo policial ha permitido relacionar a los HAMC con el tráfico de drogas y armasTrabajos ilícitos que combinan con otros de legales: convenciones moteras, talleres de reparación, estudios de tatuajes, venta de merchandising (nunca de los HAMC, siempre de bandas asociadas o supporters); así como el control y la vigilancia de discotecas, prostíbulos y pubs.

Es más, paradójicamente, los distintos capítulos, tanto de los Hells Angels como de las otras bandas moteras, a pesar de presumir de estar fuera de la ley (ese 1%), se llegan a inscribir legalmente en el registro de asociaciones“Apariencia legal con intereses ilegales” sentencian las voces policiales.

Prestigio y protección

Su estrecha vinculación con el mundo criminal les sitúa como una organización criminal más, comparable con cualquier mafia con presencia en nuestro país. Además, en este caso, incluso, formar parte de Los Ángeles del Infierno constituye un status social y criminal. “Formar parte de una banda motera como los Hells Angels te da prestigio y te protege ante otras bandas u organizaciones criminales”.

No obstante, sus miembros no suelen ser conflictivos al margen de las disputas internas que se generen con otras bandas moteras rivales. “No atentarán contra la ciudadanía, más bien todo lo contrario, querrán ofrecer una cara amable. De este modo, lo que se provoca es una especie de violencia sumergida, invisible a ojos de la mayoría, pero presente”.

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