INÉDITO

Así cayó el estafador de las mil caras: de agente del Mossad al ‘lado oscuro’

Poco se podían imaginar los agentes del CNP en 2005 que, años más tarde, serían ellos quienes darían caza al principal sospechosos de una macro estafa financiera en Londres / CNP
photo_camera Poco se podían imaginar los agentes del CNP en 2005 que, años más tarde, serían ellos quienes darían caza al principal sospechosos de una macro estafa financiera en Londres / CNP

Abraham Aron Hochman. Es posible que este nombre no le suene, pero se trata del responsable de una de las mayores estafas perpetradas a la Bolsa de Londres. Fue arrestado en Barcelona en 2009, pero hoy contamos ‘la cara B’ de todo ello

Los hechos sucedieron entre los años 2003 y 2005, pero en la actualidad se sigue considerando una de las mayores estafas perpetradas a la Bolsa de Londres. La protagonizaron cinco españoles y un argentino, que consiguieron estafar 600 millones de dólares (453 millones de euros en ese momento) generando falsas expectativas sobre las acciones de la sociedad mercantil que aseguraban dirigir: Langbar International Limited.  

La noticia sacudió las Bolsas de todo el mundo y durante unos días éste fue el tema de conversación de todo aquél mínimamente interesado por el universo financiero. Poco podía imaginarse entonces un oficial de la Unidad de Delitos Económicos y Financieros (UDEF) de la Policía Nacional en Barcelona que, años después, sería él quién daría caza al cabecilla de esta trama. Y no sólo eso, sino que, incluso, le cogería cierto cariño.

Difundieron informaciones fraudulentas para hacerse de oro

Sin embargo, primero debemos remontarnos a los hechos. Entre ambas fechas (2003-2005), los presuntos responsables de la compañía hicieron circular numerosas informaciones fraudulentas en los medios de comunicación británicos que tenían como único objeto hacer subir el valor de las acciones de la compañía. Esas noticias generaron una intensa compra de acciones de la compañía, cuyo precio subió substancialmente, sobre todo a raíz de informaciones sobre la inminente repatriación de esos fondos desde Brasil.

Sin embargo, la investigación de la Oficina de Fraudes Graves descubrió que esos fondos nunca habían existido y que la entrada en la Bolsa de Londres de Langbar International Limited fue lograda mediante medios fraudulentos. Lamentablemente, para cuando esto salió a la luz, los miembros de la trama ya habían vendido sus acciones obteniendo un beneficio cercano a los 453 millones de euros. 

Todo apuntaba a un tipo inglés, asentado en Sant Cugat

Tras tres años persiguiendo al grupo de estafadores que logró violar todos los mecanismos del control bursátil londinense, los agentes de la Oficina Británica de Fraudes Graves consiguieron encontrar, por fin, una pista. Las informaciones obtenidas de su pormenorizada investigación revelaron que un hombre británico de unos 60 años, escondido en una mansión en la urbanización Mira-Sol de Sant Cugat del Vallès (Barcelona), sería el líder de dicha estafa.

Los agentes de la Oficina antifraude de Gran Bretaña mandaron entonces una comisión rogatoria a la UDEF de la Policía Nacional en Barcelona para solicitar colaboración en los trámites de la investigación. Un entonces oficial del CNP, ya estábamos en el año 2009, recibió la petición y se puso manos a la obra. Él y otros compañeros policías revisaron toda la información del sujeto señalado por los ingleses: ubicación, registros, empadronamiento. “No recuerdo bien su nombre inglés, pero todas las diligencias que practicamos señalaban a que el hombre que buscaba la Oficina de Fraudes Graves era ese”.

Cuando lo tuvieron todo atado, los agentes de la Policía Nacional pidieron una orden judicial para entrar en casa de este sujeto.

Era él, pero el nombre no coincidía

Varios agentes de la Oficina de Fraudes Graves se desplazaron hasta Barcelona para llevar a cabo el registro en casa del principal sospechoso. El equipo conjunto de investigación se desplazó hasta la urbanización Mira-Sol y el suboficial picó a la puerta. En aquel momento les abrió un hombre mayor de 60, con una espesa barba blanca cubriéndole el rostro. Tenía aspecto de británico, pero hablaba un español perfecto.

Le pedimos la documentación y nos sacó un pasaporte argentino…. ‘Abraham Aron Hochman’. No podía ser… estábamos convencidos de que era él, pero la documentación era real y la embajada de Argentina nos confirmó su identidad”.  Si no podían confirmar que era el hombre británico señalado por la oficina, no podrían hacer el registro.

Tenía documentación de al menos 4 nacionalidades

“Todos nos empezamos a poner nerviosos. Sobre mí caía la responsabilidad de que fuese el hombre buscado por los ingleses y yo estaba convencido de que lo era… llevábamos semanas vigilándole. Así que mientras el resto buscaba la manera de conseguir una nueva orden, yo me acerqué a él y le dije: ‘Sé que eres tú, así que tarde o temprano encontraré la manera de demostrarlo”.

En ese momento, recuerda el ahora subinspector, el hombre agachó la cabeza y afirmó sutilmente con la cabeza. Era él… pero ¿Cómo podía ser? En ese momento Abraham entró de nuevo en su casa y salió con otro pasaporte. Durante el registro encontraron documentación que le acreditaba como ciudadano alemán, israelí, británico, argentino “y no recuerdo cuántas nacionalidades más”. Todas ellas eran reales.

Fue entonces que confesó ser un agente del Mossad, el servicio de inteligencia israelí. "Eso justificaba la posesión de tanta documentación. Y no sólo eso, también tenía diplomas de todos los colores colgados en su comedor. No supimos identificar cuáles eran de verdad, pero habría estudiado en las mejores universidades de todo el mundo. Además tenía decenas de fotografías con distintas caras conocidas de la política, el arte, la música... era una caja de sorpresas". Ese mismo día Abraham quedó detenido por estafar 600 millones a la Bolsa de Londres. Sin embargo poco después quedó en libertad provisional.

El trágico desenlace

Durante sus días en libertad, Abraham llamó a menudo al oficial de la UDEF que logró dar con su paradero. Me contó mil historias sobre sus años en inteligencia. Decía ser uno de los mejores captando agentes para el Mossad... Nunca supe qué de todo era cierto y qué era falso, pero estoy convencido de que en todo aquello había algo de verdad. Su hermano es un conocido director de cine judío, Avi Arad, pero todo lo que me contaba era fascinante”, recuerda el policía.

Sin embargo, Abraham murió poco después en su casa de Sant Cugat. El juicio contra él y contra la mayor estafa a la Bolsa londinense no se pudo celebrar jamás. No obstante, los ingleses, poco convencidos de que este ingenioso estafador hubiese muerto, les pidieron a los agentes de la UDEF una prueba gráfica. “Tuvimos que ir al tanatorio y pedir permiso para hacerle una fotografía… Así me despedí de Abraham, si es que ese era su nombre real”.

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