SAP-Fepol hace años que denuncia que las condiciones laborales de los agentes que decomisan marihuana están muy lejos del ideal en salud laboral. Ahora, esperan que Interior responda al informe de Inspección de Trabajo y ponga remedio a la situación
Inspección de Trabajo ha hablado, y las conclusiones son lapidarias: la Conselleria de Interior no solo vulnera la normativa básica en materia de seguridad y salud laboral respecto a los agentes que, a diario, se dedican a desmantelar las plantaciones ilegales de marihuana; sino que, además, incumple el Estatuto del Trabajador.
El sindicato SAP-Fepol, sin embargo, hace años que denuncia públicamente que las condiciones laborales de los agentes en estas circunstancias están muy lejos del ideal en salud laboral, acumulando una larga lista de riesgos que ponen en peligro la salud e integridad de los compañeros. Es por eso, que ante la resolución de la Inspección de Trabajo, SAP-Fepol reclama de manera urgente más formación y un análisis de riesgos mucho más exhaustivo en esta materia en concreto.
La punta del iceberg
De hecho, desde el sindicato llevan años insistiéndole al Departamento de Interior para que se amplíen y detallen los planes de prevención de riesgos para este tipo de operativos antidroga que, además, en la actualidad, se desarrollan prácticamente a diario.
“De este modo, las dos denuncias que hemos puesto ante la Inspección de Trabajo, una por un asunto de Amposta y otra sobre el ‘modus operandi’ detectado en Girona, pero extrapolable al resto del territorio, son la punta del iceberg, pues llevamos años pidiendo más implicación en este sentido”, explica Rafel Villena, técnico de salud laboral de SAP-Fepol.
Villena explica que las presiones sindicales obligaron a que el Departamento de Interior detallara algunos puntos en un documento oficial que expidió hace un año. Sin embargo, lamenta que se trataba de un análisis muy superficial, alejado de la realidad de los cientos de agentes que deben realizar tareas de jardinería cuando hay decomisos de marihuana.
En condiciones de riesgo y sin formación
Así pues, tras constatar que este asunto no parecía una prioridad para la Administración, fueron sus denuncias las que alertaron a Inspección del cuestionable modo en el que los agentes debían de trabajar: transportando objetos conectados a la corriente eléctrica sin la supervisión de especialistas; manipulando químicos sin el preceptivo etiquetaje; con unas EPIs insuficiente e inapropiadas, que no protegen de cortes a la hora de podar las plantas de marihuana; expuesto a animales e insectos; o, trabajando el zonas con empalmes fraudulentos para obtener el fluido eléctrico, pero a la vez muy húmedas.
Estas condiciones, denunciadas también por la Inspección de Trabajo, se suman al hecho de que desde el Departamento no se imparte formación alguna sobre como manipular los químicos, proceder a podar las plantas o sobre cómo transportar los objetos eléctricos. Lo que incrementa el riesgo de sufrir cortes, quemaduras o daños mayores.
El Departamento tiene 3 meses de margen
Villena, como técnico en salud laboral, insiste en que es importante que exista un documento donde se analicen todos los riesgos y cómo prevenirlos. Además, de una formación más detallada que aporte conocimientos útiles a los agentes y minimice esos mismos riesgos. Y, aunque el Departamento prometió una buena formación antes de que terminase el 2022, la realidad es que desde SAP-Fepol asumen que, dadas las fechas, es prácticamente imposible formar a todos los agentes que se dedican a ello.
Por eso, su última esperanza es que desde el Departamento se acojan a los 3 meses de plazo que la Inspección de Trabajo les ha dado para que rectifiquen todas las irregularidades detectadas y formen a los policías en dicha materia. “Veremos que es lo que pasa en febrero, hay mucho trabajo que hacer y debería ser una prioridad para la Administración. Los agentes están manipulando aparatos electrónicos y químicos sin etiquetar sin que exista ningún protocolo que explique cómo hacerlo para no sufrir daño alguno. La situación es realmente lamentable… “, denuncia Villena.
El problema sigue en las comisarías
Y si todo lo detallado fuese poco, Villena matiza otro factor a tener en cuenta: la falta de espacio para almacenar toda la marihuana que se decomisa. “Tenemos un problema logístico muy grave. No nos cabe más marihuana en las comisarías. Existe el proyecto de un almacén central, pero todavía no está disponible. Desde hace un tiempo algunas instalaciones cuentan con unos contenedores exteriores, para que la marihuana no se acumule en la zona de aparcamiento, pero no están en todas las comisarías…”.
En este sentido, explica que hay compañeros que se han sentido mareados o con náuseas debido a la inhalación constante de los vapores que desprende la marihuana. “Como acumulamos las plantas de cualquier forma, porque no hay espacio, los vapores de la marihuana inundan todo el espacio de trabajo, provocando en algunos casos una auténtica sensación de malestar, que se ha demostrado que es por eso”.
También hay problemas en el transporte
Por último, el técnico en salud laboral de SAP-Fepol matiza otro punto a tener en cuenta y que desea que el Departamento también lo haga: y es la falta de furgonetas adaptadas para el transporte de marihuana. Así pues, no solo hay carencias en el modo de decomisar la marihuana y en su almacenaje, sino que también existen irregularidades en el transporte.
“Solo disponemos de tres furgonetas adaptadas y las tres ruedan por Barcelona y el Área Metropolitana. Necesitamos más vehículos especiales, porque las plantas terminan viajando en los coches patrulla con todo lo que eso implica: insectos, suciedad y vapores”, lamenta Villena de SAP-Fepol.
Con todo, el sindicato ya ha anunciado que no se mantendrá de brazos cruzados y que si los cambios no llegan se verán obligados a iniciar nuevas acciones reivindicativas y jurídicas para la mejora de estas condiciones laborales.