Entrevista a Elena Jurado, responsable territorial del proyecto AMIVES de detección y recuperación de víctimas de la trata de personas para fines de explotación sexual, desarrollado por la organización Inserta Andalucía
La prostitución genera y moviliza miles de millones de euros diarios en todo el mundo. Para nutrir esa demanda de mujeres y niñas, las organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas con fines de explotación sexual se extienden transnacionalmente. Se estima que el mundo hay más de 4 millones de mujeres y niñas en manos de estas redes, según datos de la ONU.
El 10% de ellas, es decir, 400.000 de estas mujeres están es España en situación de trata y prostitución, según datos de las organizaciones que trabajan en la detección y ayuda a las víctimas de los traficantes de personas. Una de estas organizaciones, Inserta Andalucía, es la responsable del proyecto AMIVES, pionero en el sur de España, y que en el escaso año que lleva funcionando meses, ya ha atendido a más de un millar de mujeres en situación de trata y prostitución en toda Andalucía, casi la mitad de ellas sólo en las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva.
Presentación con expertas y supervivientes del sistema prostitucional en Sevilla
El pasado 15 y 16 de diciembre celebraron en Sevilla unas jornadas de trabajo, para exponer el funcionamiento y los resultados de AMIVE y la herramienta desarrollada de detección y ayuda de víctimas, y donde se dieron cita expertas y trabajadores relacionados con la lucha contra la trata de personas, como el profesor de la Universitat de les Illes Balears Lluis Ballester, o el Inspector Fernando González Sánchez, Jefe del Grupo II de la UCRIF (Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades documentales de la Policía Nacional).
También se pudieron oír los testimonios en primera persona de Kamila Ferreira y Vanessa Fabiano, ambas activistas abolicionistas supervivientes de trata y prostitución, pertenecientes a la asociación de supervivientes de trata “Las Independientes”, ubicada en Canarias.
AMIVES, el proyecto pionero que busca a las víctimas
En estas jornadas, en las que eltaquigrafo.com estuvo presente, pudimos hablar con Elena Jurado, responsable del proyecto AMIVES en las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva. No comenta que, desde agosto de este año, cuando se puso en marcha este programa en esos territorios, “ya hemos atendido a casi 500 mujeres en situación de trata y prostitución”.
Jurado nos explica que el programa tiene la peculiaridad de que “no esperamos a que las mujeres vengan a buscarnos, sino que somos nosotros, los que, a través de nuestras unidades móviles, nos adentramos en las zonas donde hay prostitución para facilitar el acceso de las víctimas a nuestros recursos”.
Es indisoluble la relación entre trata y prostitución
Jurado nos explica que al estar al frente de este programa y trabajar directamente con las mujeres víctimas, rápidamente se llega a la conclusión de que no se puede separar la prostitución de la trata de personas, y que desde ese planteamiento se debe trabajar.
Las mujeres a las que atienden, según Elena Jurado, la mayoría de veces no saben cuáles son sus derechos más básicos, “ni siquiera saben que pueden tramitar una tarjeta sanitaria y que tiene derecho al sistema sanitario de salud pública”, nos comenta.
Sin embargo, remarca que lo más importante para trabajar con las mujeres víctimas de trata y prostitución es “escucharlas, oír sus historias y entender su situación, para poder ayudarlas y combatir contra el estigma y el miedo que les impide salir de esa situación”.
En colaboración con los cuerpos de policía
Elena Jurado explica a eltaquigrafo.com que además de atender a las mujeres, desde sus necesidades más básica a ayudarlas a salir de las redes de explotación sexual, trabajan en colaboración con los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado en la lucha contra las redes criminales de trata de persona.
Sin embargo, existe un límite en esa colaboración que es la seguridad de las propias víctimas, no explica diciendo que “nunca pondríamos en peligro la vida de ninguna de nuestras usuarias ni haríamos ninguna acción que ella no nos hubiera autorizado”.
Y es que ese es el principal escollo para que las investigaciones policiales sobre trata de personas culminen con una condena para tratantes y proxenetas, ya que actualmente la Ley de Enjuiciamiento Criminal exige que la víctima reconozca e identifique al tratante en la sala de juicio durante la vista oral, lo que hace que muchas de esas mujeres, debido al miedo y a que están amenazadas por las mismas redes, no inculpen a los criminales.
Finalmente, Elena Jurado nos explica que “escuchar los testimonios de las mujeres víctimas supervivientes es lo que nos conmina a seguir en este proyecto y lo que le da sentido a nuestro trabajo”.