Barcelona capital del “biberón”, la droga del orgullo gay

el GHB o "biberón" la droga del orgullo gay, una sustancia muy peligrosa
photo_camera el GHB o "biberón" la droga del orgullo gay, una sustancia muy peligrosa
Los Mossos se incautaron de miles de dosis GHB en un operación llevada a cabo en el “gay eixample” de Barcelona que se saldó con una decena de detenidos muchos de ellos vinculados a la prostitución masculina

Los científicos la conocen como GHB o GBL. En algunos bares de ambiente de Barcelona y en determinado círculos de prostitución masculina prolifera esta droga similar al éxtasis y de efectos vasodilatadores conocida como “biberón”.

Redada contra “el biberón”

A finales del año pasado, los Mossos llevaron a cabo una macro operación en el centro de Barcelona que se saldó con una decena de detenidos (la mayoría ingresaron en prisión) a los que se les incautó más de mil dosis de esta sustancia líquida que se presenta en el mercado negro en botellitas de un único uso.

Los detenidos, fundamentalmente hombres jóvenes de origen español y brasileño, se dedicaban a la prostitución masculina y tenían su base operativa (de almacenaje y posterior distribución) en diversos pisos controlados por la organización situados en el ensanche de Barcelona, el conocido como “gay eixample”.

En uno de esos pisos, la policía se incautó de una gran partida de GHB.

Droga dura

El GHB o gamma-hidroxibutirato, también mal llamado “éxtasis liquido”, es un depresor del Sistema Nervioso Central, como el alcohol, no un estimulante, ni pertenece a la familia de las anfetaminas como el éxtasis o MDMA.

El GHB es una sustancia que se encuentra de forma natural en todas las células del cuerpo humano. Se cree que es un neurotransmisor.

El GHB se presenta como un líquido incoloro (aunque a veces se le echan tintes), inodoro y con cierto sabor salado.

Sexo, sexo, sexo…

El GHB o “Biberón” está considerada como una droga extremadamente peligrosa y adictiva. En dosis adecuadas (no excesivas) provoca una extraordinaria pro actividad sexual y una desinhibición total.

En dosis altas provoca un absoluto descontrol del sistema nervioso central que afecta de forma especial a la desregulación de los de esfínteres fruto de su efecto vasodilatador que, por otro lado, genera problemas cardiovasculares graves sobre todo si “el biberón” se consume junto con alcohol.

Esta sustancia se suele encontrar en locales de ambiente y se ofrece en contactos sexuales gais.

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