Las promesas de la Generalitat, en relación con la inyección
de nuevos agentes de los Mossos en la ciudad de Barcelona, se han colmado la
mañana de este martes cuando, tras meses de un evidenciado aumento de la
delincuencia, por fin, la ciudad ha acogido a los 384 nuevos agentes prometidos
por el conseller de Interior, Miquel Buch.
Ésta es una de las medidas que la cúpula de los Mossos, junto
con los responsables del departamento de Interior de la Generalitat, acordaron
a principios de verano en un programa para frenar la delincuencia en la ciudad
y reforzar las medidas de seguridad, ante la posibilidad de nuevos escenarios
de conflicto a raíz de la sentencia del procés.
Preparados para resolver “cualquier escenario”
Durante la presentación de estos 384 nuevos agentes,
destinados a la capital catalana, Buch ha asegurado que los Mossos
d'Esquadra deben estar preparados para resolver "cualquier
escenario" que se pueda plantear cumpliendo el marco jurídico, es decir,
la ley de cuerpos y fuerzas de seguridad y la ley de policía. En dicha
presentación, le han acompañado el secretario general del departamento de
Interior, Brauli Duart, y el nuevo jefe de la policía
catalana, Pere Ferrer.
Buch, y haciendo referencia a las múltiples posibilidades de respuesta ciudadana a la sentencia del juicio del procés, ha afirmado que la "complejidad" de los últimos tiempos se podría "incrementar aún más" durante los próximos días —en vísperas de la sentencia del Tribunal Supremo y de las movilizaciones previstas en caso de que ésta sea condenatoria— y por ello, ha animado a los agentes a demostrar su "profesionalidad" cumpliendo las funciones de policía de seguridad ciudadana y policía judicial.
Lo que concuerda con lo sentenciado el pasado 1 de octubre por el alto comisario de los Mossos, Eduard Sallent, quien aseguró que los Mossos iban a acatar absolutamente todas las órdenes dictadas por jueces y fiscales.
Objetivo: frenar el repunte de criminalidad
El conseller ha comenzado su intervención asegurando
que Barcelona tiene un nivel de seguridad similar a otras capitales europeas,
si bien ha admitido un repunte de determinados delitos —carteristas, robo de
relojes y en general, robos con violencia— que han creado una sensación de
inseguridad en los barceloneses.
En este sentido, Buch ha recordado que el pasado mes de julio anuncio un "compromiso" con estos objetivos: elaborar el plan estratégico "Barcelona Ciudad Segura"; un plan de choque con la incorporación de nuevos agentes; refuerzo de la estructura de los mandos; prevención con más horas de patrullaje en las calles; frente a la criminalidad en zonas como Ciutat Vella y las áreas más turísticas; creación de una oficina de atención ciudadana, conjuntamente con la Guardia Urbana y, por último, hacer frente al top manta.
Para implementar el plan estratégico "Barcelona Ciudad Segura", Buch ha explicado que se han reunido nueve grupos de expertos: representantes de la Generalitat, del ayuntamiento barcelonés y de la sociedad civil, que en las próximas semanas harán entrega de un informe con sus propuestas para solucionar este "repunte de la inseguridad", más allá de las medidas "estrictamente policiales". Aun así, de entrada, 22 de los 384 agentes que se acaban de incorporar se dedicarán de manera exclusiva a patrullar el metro de Barcelona.