Gonzalo Boye, que ejerce en la actualidad la defensa del expresidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, ha presentado en el Juzgado Central de Instrucción número 3 un escrito de 72 páginas donde alega que el Cuerpo Nacional de Policía, que investiga el presunto caso de blanqueo de capitales que se le atribuye, ha omitido, según él, hasta 35 llamadas telefónicas que le exculparían de haberse quedado con cientos de miles de euros de quien era su cliente José Ramón Prado Bugallo, más conocido como Sito Miñanco.
La entrega de este dossier se produce después de que la jueza de la Audiencia Nacional, María Tardón, hubiese imputado al letrado Gonzalo Boye, junto a otras cuarenta y cinco personas, por su presunta participación en los delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales, delito continuado de falsificación de documento oficial o tenencia ilícita de armas, en el seno de una organización criminal supuestamente dirigida por el gran capo gallego de la droga.
El cerebro de una operación para blanquear dinero
La jueza considera, a raíz de la aprehensión de casi 4 toneladas de cocaína repartidas entre el buque Thoran varado en Cádiz y un contenedor hallado en los Países Bajos, que Sito Miñanco y su entramado planeaban la introducción de una enorme cantidad de esta sustancia ilegal en España.
Pero además, la jueza Tardón cree, apoyándose en las pruebas aportadas por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, que su entonces letrado, el señor Gonzalo Boye, también estaba implicado. Lo cree porque, tras una intervención policial en el aeropuerto de Barajas (Madrid) en la que se incautaron 889.620 euros a miembros del grupo en dobles fondos de varias maletas que tenían por destino Colombia, fue Boye precisamente quien se habría afanado en recuperar el dinero de su defendido. Junto a Jesús Morán, otro de los abogados de Miñanco, se habría reunido con varios miembros del grupo, entre ellos el propio Sito, y habría sido el encargado de confeccionar unos contratos en los que se fingía la compraventa de letras de cambio para devolver al narco su botín.
La jueza argumenta que ambos letrados conocían el carácter ficticio de esta operación comercial y que, a sabiendas de su falsedad, «diseñaron y confeccionaron los documentos con el objeto de simular que otro de los miembros de la organización había vendido dichas letras de cambio días antes de la aprehensión y las presentaron en el expediente sancionador, a sabiendas de su falsedad, y de que la operaciones de compraventa eran ficticias, con el objeto de recuperar el dinero intervenido y ocultar que procedía del narcotráfico en última instancia».
Con la entrega de este dossier, Boye trata de desmontar la hipótesis de la jueza y aporta, entre otras cosas, documentación sobre la actividad empresarial del procesado Manuel González Rubio "que acredita que no es esa suerte de 'correo humano' que se describe en el auto de procesamiento", sino que González Rubio es el dueño legítimo de la cifra millonaria intervenida en Barajas.
Una conversación reveladora
En este informe se adjunta una conversación entre el presunto dueño del dinero y su secretaria en Colombia de lo más reveladora. En ella, Manuel González Rubio afirma: “No, si es que es la verdad, Johanna te lo juro por mis hijos, yo prefiero estar pagando tu sueldo, y una oficina o lo que sea e ir haciendo contactos con Joaquín, con toda la gente que yo quiero, y yo llego y empezamos a hacer cursos sin tener que hacer nada allí, a mí lo que me interesa ahora, de momento, hasta que me devuelvan un dinero que me requisó Hacienda, pues quiero hacer cursos... pero cursos que son hechos por una Universidad española, que son hechos aquí con titulación allí, y eso es lo que quiero de momento, mientras se libera el otro capital que yo llevaba a Colombia… como ya he demostrado, y ya está todo arreglado, estoy esperando a que me hagan la devolución. Yo llevaba un millón de euros para allá, entonces pues… desafortunadamente cometí el error de llevarlos encima, y no tenía que haberlo hecho, pero bueno, ya he demostrado de dónde venía el dinero y todo, y ya estoy esperando a que me lo devuelvan y entonces… pero mientras tanto sí podemos hacer eso, y generar muchos recursos para los cursos que se hagan aquí, y si hay que hacer algunos allí, pues nos ponemos de acuerdo con Joaquín o con quien sea mientras hacemos nuestro centro. Nosotros vamos a hacer un centro de formación como el de aquí. Te voy a invitar a que vengas a España para conocer lo que hay aquí, porque es que es así, ¿te ha llegado este o qué?”
Todos inocentes
Asimismo, Boye ha adjuntado en su dossier la geolocalización de los móviles intervenidos a Miñanco, Puentes Saavedra y González Rubio que desmonta la teoría de que visitaron el despacho del abogado, como defiende la jueza Tardón, en febrero de 2017 para pactar la recuperación del dinero.
En definitiva, Boye no solo trata de desvincularse de la red de narcotráfico y de demostrar “su absoluta falta de participación en un delito de blanqueo de capitales procedente del narcotráfico en concurso ideal con un delito de falsificación" sino que niega que cualquiera de los acusados hubiesen incurrido en un delito de blanqueo de capitales.