Esta mafia okupa había “subcontratado” a mujeres con bebés por 500€ para hacer ver que los pisos los habían okupado ellas y que se encontraban en situación de vulnerabilidad. Así, evitaban los desalojos.
Los Mossos d’Esquadra han desarticulado una organización criminal dedicada a okupar pisos vacíos, propiedad de entidades bancarias. Su modus operandi estaba perfectamente orquestado: primero colocaban a tres mujeres que tenían bajo contrato con menores de edad y en aparente situación de extrema vulnerable para evitar el desalojo; pocas semanas después, pasados los primeros trámites, vendían o realquilaban ese mismo inmueble a terceras personas, normalmente en situación irregular.
Esta ‘mafia de la okupación’ habría ingresado 96.000 euros según la policía catalana (24.000 mensuales de media), en los últimos cuatro meses, desde que comenzaron las investigaciones. Sin embargo, los investigadores creen que sus beneficios son mucho mayores porque se ha constatado que operaban desde hace aproximadamente dos años.
Tres de ellos en el top 5 de los criminales de la ocupación
La explotación de la investigación se ejecutó el pasado 15 de noviembre con la detención de nueve personas y el registro de tres inmuebles de Barcelona y l'Hospitalet de Llobregat, su principal zona de actuación. Los nueve detenidos están relacionados con los presuntos delitos de estafa, usurpación de bienes inmuebles y defraudación de fluido eléctrico.
Sin embargo, tras prestar declaración ante el juez, todos ellos quedaron en libertad con cargos. Incluso los tres que se encuentran “en el top 5 de sujetos relacionados con okupaciones criminales de viviendas de Barcelona de los últimos años”.
Contrataron a tres mujeres con menores
Las víctimas eran familias en situación irregular y “sin otras alternativas” de alojamiento. Otros alquilaban los pisos sin saber que estaban siendo ocupados. En este sentido, el Inspector Josep Naharro, jefe de la División de Investigación Criminal (DIC) de Barcelona, ha pedido distinguir a las tres mujeres “subcontratadas” por la organización, que ocupaban los pisos con sus bebés simulando una situación vulnerable, respecto a las familias “vulnerables” de las que se aprovechaban los criminales.
Desarticulem a Barcelona una organització criminal que ocupava pisos amb menors d’edat per evitar el desallotjament i passats uns dies els llogava a terceres persones https://t.co/PRIyytv23i pic.twitter.com/0d8QDJTuIE
— Mossos (@mossos) November 29, 2022
De este modo, durante las primeras semanas, con estas mujeres “subcontratadas” – por aproximadamente 500€ -- si los Mossos recibían avisos de ocupaciones y se presentaban en el lugar, los okupas hacían llorar sus hijos o sobrinos para complicar la actuación policial, asegurando que eran familias vulnerables y que no tenían a dónde ir. La policía tenía que informar entonces al juzgado y no podían echarlos de manera rápida y efectiva, dilatándose el proceso de desalojo.
Una vez que se habían ido los agentes, la mafia desmontaba esta escena simulada y arrendaba o vendían los pisos.
Tres mecanismos para beneficiarse económicamente
A partir de ese momento, la organización criminal había establecido tres mecanismos para obtener beneficios económicos con las okupaciones ilegales. En un primer estamento, ofrecían habitaciones individuales a terceras personas que necesitaban un domicilio y que podían pagar entre 200 y 500 euros al mes. Por otro lado, también facilitaban la entrega del inmueble entero a familias que buscaban una vivienda, y vendían la llave por un precio que oscilaba entre los 3.500 a los 4.500 euros.
Por último, también sacaban partido cuando las entidades bancarias reclamaban los pisos, exigiendo un rescate que podía oscilar entre los 8.000 y los 10.000 euros. Pero para más inri, si los presuntos criminales percibían que en las siguientes semanas la inmobiliaria no protegía el piso, volvían a ocuparlo.
Una investigación muy compleja
Con todo, según ha manifestado el inspector, el desarrollo de esta investigación ha sido muy complejo pues no existían denuncias al respecto. Se inició hace cuatro meses después de que el Plan Estratégico contra las mafias de la okupación detectase la posible existencia de este entramado.
De hecho, en los últimos años, distintas investigaciones policiales han confirmado la existencia de grupos criminales que se aprovechan de la escasez de vivienda y de la vulnerabilidad de muchas familias para vender o alquilar pisos que han sido previamente okupados ilegalmente.