Cae un grupo de aluniceros, obsesionado con las tiendas de telefonía móvil

Los tres detenidos acumulan 192 antecedentes  /  CME - GC
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Este grupo de aluniceros acumulaba un total de 192 antecedentes, la mayoría por delitos contra el patrimonio. Expertos en la comisión de alunizajes, era la primera vez que actuaban en Catalunya, a pesar de su largo historial criminal por todo el territorio nacional

Agentes de la Guardia Civil de las comandancias de Madrid, Granada y Toledo, y de los Mossos d'Esquadra han desarticulado la organización conocida como 'Clan de los viajeros', integrado por tres conocidos aluniceros originarios del barrio de Villaverde de Madrid, que operaban en toda España. Las investigaciones se iniciaron cuando los agentes detectaron un elevado número de hechos delictivos consistentes en asaltos a centros comerciales y grandes superficies, mediante el método del alunizaje, en los cuales los autores violentaban tiendas de telefonía móvil, empleando siempre en su comisión vehículos de las mismas características.

Se les atribuyen al menos dos robos en establecimientos de telefonía móvil de Tarragona, y otros tantos en Linares, El Ejido o Málaga, donde han sido detenidos. Además, también se les atribuye el robo o hurto de los vehículos que emplearon para la comisión del asalto, un delito contra la seguridad vial, otro de conducción temeraria, así como un último de desobediencia y resistencia, tras huir de un control policial en Granada. En total, los tres detenidos, de entre 26 y 30 años, acumulan 192 antecedentes y uno de ellos ya ha ingresado en prisión.

De Tarragona a Andalucía

El pasado 25 de mayo estos ladrones cometieron dos robos en dos tiendas de telefonía móvil en Tarragona en tiempo récord: solo en 15 minutos de diferencia. No obstante, uno de estos intentos fue fallido y quedó en grado de tentativa. Los agentes pudieron saber que, días antes, robaron un vehículo de alta gamma de Madrid y se desplazaron de madrugada hasta las ubicaciones de las tiendas que habían escogido como objetivo.

Siguiendo el recorrido que hicieron tras perpetrar los robos en Tarragona, donde obtuvieron un botín valorado en 15.000 euros en material electrónico, los Mossos descubrieron que se desplazaron hasta Parla (Madrid), donde robaron otros dos coches para ir hasta Málaga para seguir robando. Desde allí, y ya a principio de junio, fueron hasta Linares (Jaén) y robaron en una gasolinera del municipio. Al cabo de tres días, hicieron dos robos más en El Ejido (Almería).

La conexión entre dos investigaciones paralelas

Paralelamente, la Guardia Civil hacía meses que seguía la pista de estos tres aluniceros y tras recabar indicios de que eran los mismos que actuaron en Tarragona, se estableció un Equipo de Trabajo Conjunto (ECI), tutelado por el Juzgado de Instrucción 4 de Tarragona.  

El equipo fue siguiendo los movimientos del grupo hasta que el el 16 de junio asaltaron bajo el método del alunizaje otra tienda de Málaga, donde estuvieron unos días alojados en un apartamento turístico para seguir robando por la zona.

La explotación de la investigación

Tras este último asalto, se precipitó la detención de los sospechosos, perfectamente identificados y ubicados en un apartamento en Málaga. De forma simultánea, se registraron los inmuebles de los tres implicados, situados en Madrid, donde pudieron hallar y recuperar parte del botín robado.

 Fueron detenidos por robos con fuerza, violencia e intimidación, otro de atentado contra los agentes de la autoridad y otro de conducción temeraria por emprender un control policial. En total, acumulan 192 antecedentes, 157 de los cuales por delitos contra el patrimonio. Actuaban principalmente a la Comunidad de Madrid y en Málaga, pero también en las demarcaciones de Burgos, Ávila y Salamanca en Castilla y León, Jaén y Granada en Andalucía y País Vasco, Navarra, Melilla, Murcia y Zaragoza. Era la primera vez que se les detectaba en Catalunya, pero su trayectoria era ya muy conocida en el resto del país.

El líder del grupo, conocido como "El Bubu", era el conductor habitual de los vehículos sustraídos. Los integrantes del grupo realizaban desplazamientos de cientos de kilómetros con la finalidad de conseguir su objetivo. Previamente al robo, analizaban el lugar donde lo iban a cometer, estudiaban sus horarios y sistemas de seguridad. Los robos los cometían de madrugada y en apenas unos minutos y tras violentar los cierres se hacían con una gran cantidad de dispositivos móviles, especialmente.

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