Caen los banqueros del crimen: un grupo que daba soporte para el blanqueo de capitales

La organización proporcionaba efectivo a otras organizaciones para que financiaran sus negocios del narco / CNP
photo_camera La organización proporcionaba efectivo a otras organizaciones para que financiaran sus negocios del narco / CNP
Se trata de un nuevo entramado que funciona bajo el método de la “Hawala”: un ingenioso mecanismo de intercambio de capital que surgió cuando la milenaria 'ruta de la seda' y que, en la actualidad, se ha convertido en el sistema financiero del crimen organizado 

A finales del 2022, la Policía Nacional desarticuló un entramado criminal de origen sirio que se había convertido en el banco del crimen organizado. Mediante el método de la “Hawala”, los miembros de esta organización, con sede en el polígono industrial de Cobo Calleja (Fuenlabrada, Madrid), se convirtieron en los banqueros privados de decenas de grupos de narcotraficantes que acudían a su restaurante a entregar el dinero que querían mover (físicamente) hacía distintos destinos. 

La desarticulación de este grupo permitió a los investigadores conocer con más detalle esta faceta delictiva, que se resumen en dar apoyo logístico a otras organizaciones para que puedan blanquear el dinero ilícito que obtienen de sus actividades criminales. Principalmente, del narcotráfico. Así, la inteligencia policial desarrollada a partir de este caso, junto con varias informaciones llegadas de la mano de Europol, han permitido que la Policía Nacional desarticule, en menos de un año de diferencia, a otro grupo de idénticas características, aunque de origen chino y albanés. 

Operación Bazar

Se trata de la 'operación Bazar', una investigación que se ha saldado con la detención de 27 personas, repartidas en las provincias de Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia, Alicante y Barcelona. Gracias a unos informes remitidos por Europol se detectó en nuestro país la presencia de una organización compuesta por ciudadanos albaneses, dedicados al cultivo y tráfico de marihuana, y que conjuntamente con ciudadanos de origen chino, habrían conformado una compleja estructura criminal para facilitar a otras organizaciones (mayoritariamnete albanesas) el blanqueo y el traslado físico de sus beneficios ilícitos, mediante la analógica técnica de la "Hawala". 

De la ruta de la seda al sistema financiero de los narcos

Este sistema, que nació en la ruta de la seda, funcionaba de la siguiente manera: el viajero o comerciante entregaba en el origen la cantidad que necesitaba transportar a un hawalladar, que debía poseer dinero en efectivo en el destino. Así, cuando el viajero terminaba el trayecto, se ponía en contacto con otro hawalladarcolega del primero, quien, tras recibir un código pactado con anterioridad, le entregaba el montante acordado

Así, los comerciantes evitaban llevar encima dinero en efectivo y se aseguraban llegar al destino y poder pagar las mercancías. En la actualidad, es el sistema que utilizan los narcos. 

De este modo, ejemplificaban las fuentes policiales consultadas, “un narcotraficante de Madrid pueda pagar un alijo de cocaína en el puerto de Algeciras (Cádiz) sin necesidad de viajar con el dinero. Se hace el pago a un hawalladar en el origen y los contactos de éste le entregarán el montante acordado a los socios del narco en Algeciras para que proceda a la compra”.

Una red de bazares para dar servicio a las solicitudes de efectivo 

Con el avance de esta investigación, los agentes pudieron comprobar como en esta estructura los ciudadanos chinos entregaban grandes sumas de dinero en efectivo a cambio de que esta cantidad les fuera compensada (es decir, devuelta) en otro lugar. De este modo, ese dinero podía recuperarse en su país de origen o allí donde lo necesitasen sin ser objeto del pertinente control legal o formal en España. Así, los “hawaladares” realizaban el “traslado” y la ocultación de grandes cantidades de dinero que servía para realizar operación del narcotráfico. 

Los agentes pudieron averiguar que en el vértice superior de la estructura criminal se encontraban dos ciudadanos albaneses, uno que actuaba como líder y el otro como lugarteniente y contable. Estos disponían, desde al menos 2018, dos socios de origen chino que presuntamente manejaban una gran “cartera” con numerosos establecimientos asiáticos repartidos por todo el territorio nacional. Gracias a estos 'bazar'  daban servicio a las solicitudes de efectivo de las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas, en el momento y lugar que necesitaran. Luego, eran los "hawaladares" quienes se encargaban del movimiento de dicho capital. 

27 detenidos en distintas provincias 

Durante el periodo investigado de entre mayo 2020 y marzo 2021, se habrían realizado constantes y múltiples entregas de dinero en efectivo a las organizaciones criminales albanesas, ascendiendo a un total de casi 65,5 millones de euros, en encargos solicitados en diferentes establecimientos. 

Una vez que los investigadores localizaron a los integrantes de la organización criminal se elaboró un dispositivo que permitió la detención de 27 personas en las provincias de Alicante, Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla y Valencia. Durante los registros se intervinieron 615.000 euros en efectivo, diez relojes de lujo por valor de más de 400.000 euros, dos vehículos de alta gama, máquinas de contar dinero, material informático y teléfonos móviles encriptados.

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