C.F. habla desde la prisión de Brians 1. Acusado de traficar con metanfetaminas para uno de los cárteles más importantes de México, él insiste en que fue un ‘gancho ciego’ y que no sabía nada de la droga…
Hasta en cinco ocasiones, la defensa de C.F., el hombre de 62 años en prisión provisional desde hace 2 años y once meses por presuntamente liderar desde Barcelona una red de tráfico de metanfetamina, ha pedido su libertad condicional. En las cinco ocasiones, el tribunal de apelación de la Audiencia de Barcelona ha desestimado el recurso.
El argumento de los jueces: el riesgo de fuga, pues consideran que tiene origen mexicano y que podría huir a ese país. Sin embargo, C.F. tiene nacionalidad española y vive en España desde que tiene uso de razón. Concretamente en la provincia de Barcelona, donde lleva años compartiendo vida con su mujer, también española. No obstante, parece que una vida aquí no es suficiente arraigo para el juez cuando se da la mala casualidad de que tus orígenes, como le pasa a C.F., coinciden con el país que envió la droga y que le llevó a prisión.
Carta abierta desde prisión
Ante la negativa de los tribunales, y a pesar de existir un informe de la Guardia Civil donde se extrae que C.F. no tenía nada que ver con los envíos de droga – siendo éste lo que se conoce en el argot policial y criminal como un ‘gancho ciego’ --; el hombre, desesperado, ha decidido hablar desde prisión. ¿Cómo? Pues a través de la voz de su mujer, de su defensa y por medio de varias misivas que han llegado a ELTAQUIGRAFO.COM, junto con las diligencias del caso, desde la prisión de Brians 1.
Antes, sin embargo, vayamos a por algo de contexto
Mientras tanto, el procedimiento judicial, todavía en fase de instrucción, no se detiene. Y, un juzgado de Sant Boi (Barcelona) sigue investigando este caso que estalló hace ya casi tres años, en abril de 2020. Un año antes, en 2019, llegó por primera vez a España una comisión rogatoria de las autoridades de Holanda, solicitando diligencias en relación con los contenedores de ‘Magniexport’ – empresa para la que C.F. era de forma legal su representante fiscal en España --. Como consta en dichas actuaciones, las autoridades de los Países Bajos hallaron en un contenedor de ‘Magniexport’ 2.500kg de metanfetaminas.
A partir de ese momento, la Guardia Civil fue inspeccionando uno por uno todos los contenedores que llegaban al Puerto de Barcelona con origen la compañía mexicana. El resultado de todas las revisiones fue negativo. Aun así, una vez balizaron un camión para conocer dónde viajaba la mercancía después de llegar a Barcelona. Resultando que los bloques de hormigón que se importaban llegaban a una nave industrial ubicada en Chapinería (Madrid), alquilada por una empresa llamada ALUTEC y que recibía dinero de ‘Magniexport’ para la compra de la mercancía. Unos movimientos de dinero realmente muy sospechoso, pero que nadie se encargó de investigar, ni siquiera durante la instrucción del caso.
Finalmente, el 3 de abril de 2020, llegaron otros dos contenedores de ‘Magniexport’ al Puerto de Barcelona. Tras el aviso de Vigilancia Aduanera, los agentes investigadores de la Guardia Civil y la Policía Nacional se personaron hasta un almacén de Sant Boi, donde C.F. guardaba la mercancía hasta ser reenviada. Empezaron la inspección y esta vez hallaron en el interior de los bloques de hormigón hasta 741 paquetes, positivos en cocaína y metanfetaminas. Esa misma tarde, los investigadores detuvieron a C.F. por su presunta relación con los hechos.
¿Quién es quién en todo este embrollo?
Después de digerir la detención, y con el paso de los meses, C.F. se considera un peón de todo un entramado del que era totalmente ajeno. Así lo manifiesta en su carta, donde enumera, además del informe de la Guardia Civil, algunos de los errores que constan en los informes de la investigación. Lamenta también que el juez instructor lleve meses repitiendo diligencias que ya están practicadas y olvidando otras muy importantes.
Como por ejemplo, dice en la carta: investigar a la empresa mexicana que se encargaba de realizar los envíos de los bloques de hormigón, y donde supuestamente viajaba la droga; o a los destinatarios finales de la mercancía; pues ha quedado constatado que “por los diferentes informes que obran en la causa principal […] ni tenía un cargo formal dentro de la empresa, ni tampoco la gestionaba y jamás conocí el verdadero contenido del material importado por MAGNIEXPORT”.
De este modo, mientras que C.F. lleva casi tres años en prisión, el resto de los investigados, entre ellos los presuntos receptores finales de la mercancía, gozan de libertad condicional hasta que se celebre la vista oral.
Movimientos sospechosos
Del mismo modo, la misiva apunta a los sospechosos movimientos de dinero que ‘Magniesport’ entregaba, en forma de préstamo, a los receptores finales de la mercancía:
“Durante la larga instrucción, en la que se investiga a otras 4 personas que están en libertad, se han recogido, de al menos 2 de ellos, multitud de datos con grabaciones telefónicas y movimientos bancarios sospechosos que recibían de México para el alquiler de una nave industrial, pago de facturas, etc. y que han declarado que eran los que compraban la mercancía, realizando un total de 12-14 compras que fueron enviadas a Chapinería, Talavera y Holanda (de donde procede la Eurorden por la aprehensión en una nave de un alijo de 2.500 kg de metanfetamina y multitud de bloques de hormigón)”.
Los sinsentidos
Es por todo ello, que la defensa de C.F. no se explica por qué los investigadores no siguieron hasta su destinatario final el contenedor que el 3 de abril de 2020 dio positivo en sustancias estupefacientes. Como tampoco se explican que ‘Magniexport’ siga sin ser investigada o que C.F. permanezca en prisión. “La cabeza visible y oficial de Magniexport es su administrador Bernardo Zazueta como consta en la escritura de la sociedad, persona sobre la que, en estos casi tres años, NO se ha realizado ninguna investigación”, se desprende de la carta. Misiva que añade:
“Junto al escrito se aportaban numerosos WhatsApp (probatorios) sobre las importaciones, en que no se habla para nada de droga, que corroboraban lo afirmado y acreditaban que de modo alguno colaboré de forma consciente con la organización criminal mexicana y que, a diferencia de lo sostenido por la Ilma. Audiencia Provincial de Barcelona, sí fui utilizado como un instrumento ciego. Se reiteraba en las conclusiones de la Guardia Civil de que C.F. ‘no sabía nada del contenido’”
Un apunte cuanto menos importante
Además, la carta, que presenta la situación procesal de C.F. con todo tipo de detalles y aclaraciones, hace un matiz llamativo, que tiene que ver con los rumores de corrupción que, desde hace años, dominan el Puerto de Barcelona:
“Se ha llegado a citar el nombre de hasta doce personas posiblemente implicadas, albanokosovares, personas que trabajan en el puerto de Barcelona, otros mexicanos con nombres, apellidos y nº de pasaporte, además de fechas en las que han estado en Barcelona…, y solo han sido eso, nombrarlos, 0 investigación”.