Caso Alves: la denunciante somatiza dolor físico al recordar los hechos

Dani Alves / Archivo
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Eltaquigrafo.com ha tenido acceso al informe psiquiátrico de la presunta víctima del ‘caso Alves’ en el que se pone en evidencia los episodios de estrés y ansiedad que sufre la joven al acudir al baño o recordar los hechos

El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Catalunya realizó el pasado mes de abril un análisis psiquiátrico médico forense a la joven de 23 años que, a principios de enero de este 2023, denunció haber sido violada por el futbolista Dani Alves en los baños de la zona VIP de la discoteca Sutton de Barcelona. El resultado de esta pericial, instruida por el Juzgado de Instrucción 15 de Barcelona, revela los episodios de estrés y ansiedad, incluso de dolor físico, que sufre la joven a raíz de la presunta violación.

Según ha podido saber eltaquigrafo.com, que ha tenido acceso en exclusiva a dichos resultados, la joven se encuentra de baja laboral desde el pasado 2 de enero, con un malestar “asociado a la agresión sexual”, detectándole, según los forenses encargados de dicha inspección, sintomatología ansiosa y depresiva, estado de hipervigilancia y manifestaciones psicosomáticas a nivel físico y orgánico (como pesadillas), compatibles con un trastorno de estrés post-traumático”.

Ansiedad anticipatoria al acudir al baño

La joven describió lo que los forenses tildaron de “ansiedad anticipatoria” al acudir al baño. De hecho, aseguró no poder ir a un baño público después de que sucedieran los hechos por “el estrés agudo de que provocaba”. Además, el informe señala que la denunciante también parece haber condicionado “un nivel de alerta importantecuando oye a alguien hablar en portugués o brasileño. Incluso, llegó a describir ante los forenses “importantes somatizaciones, percibiendo incluso dolor físico al recordar los hechos”.

Obsesionada por lo que puedan decir de ella

Asimismo, manifestó sentir “tristeza, rabia y asco” por el hecho de sentir que estaba perdiendo su tiempo debido a su estado emocional. En este sentido, reconoció que se ha obsesionado con lo que los medios o las redes sociales puedan decir de ella como víctima. Que se siente constantemente juzgada por “la presión ambiental”, es decir, del entorno y la opinión pública y cree que le han puesto un detective.

Tiene pesadillas recordando los hechos

Paralelamente, la joven explicó que padecía síntomas intrusivosen forma de recuerdos angustiosos de la noche de los hechos. En especial, “al aparecer el denunciado en sus sueños de forma recurrente”. Comenta que sueña con los hechos y que son sueños “muy reales”. Actualmente, se encuentra en tratamiento psiquiátrico.

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