Mientras la Audiencia de Barcelona estudiaba el recurso de apelación presentado por Dani Alves, el procedimiento judicial ha ido avanzando, dándose a conocer nuevos detalles de una instrucción que ya está prácticamente finalizada
Dani Alves se queda en prisión preventiva. Sin embargo, no parece que vaya a ser una situación que se prolongue demasiado en el tiempo ya que, según el propio auto de la Audiencia de Barcelona en el que se desestimaba la petición de Cristóbal Martell, se anuncia que la instrucción ya está prácticamente finalizada. De hecho, mientras la sección Tercera de la Audiencia Provincial estudiaba el recurso de apelación contra el auto de prisión, el procedimiento judicial ha ido avanzando incorporando nuevas piezas al puzle de los hechos.
Durante este tiempo, desde que Alves entró en prisión y su nueva defensa presentó el controvertido recurso, se ha conocido la cuarta versión del jugador. Un relato en el que reconoce que sí mantuvieron relaciones sexuales, pero consentidas. Detalle que difiere totalmente de la versión de la víctima, quien asegura que no existió tal consentimiento.
La joven insiste que no sabía dónde iba
Según la versión de la joven de 23 años, así como de su prima y otra amiga, quienes la acompañaban la noche de autos, tras la insistencia de un camarero para que se acercaran a la VIP a “tomar cava” con unos “señores”, finalmente accedieron a la petición encontrándose con Alves y un amigo. Una vez en el reservado de la discoteca Sutton, estuvieron charlando -momento en el que el futbolista supuestamente las magreó-, tras lo que el investigado se dirigió a la puerta que comunicaba al baño privado de la VIP y, desde allí, hizo un ademán a la víctima para que se acercara.
Según ha podido saber esta redacción, la joven denunciante aseguró textualmente ante la juez que ella creía que la puerta en la que se encontraba el jugador era un pasillo. “Yo fui como si fuera ese un pasillo, más pequeño”. A lo que añadió que ella “en ningún momento sabía dónde esta yendo”. Convencida, añadió en su relato ante la juez, que se trataba de “una puerta hacia la calle, una sala vip u otra zona de la discoteca”. “No tenía ni idea porque nunca había estado allí”, concluyó la víctima. Fue en el interior de ese habitáculo donde sucedieron los hechos.
La defensa pone en duda la versión de la joven
Sin embargo, la defensa pone en duda que ella no supiese hacía dónde estaba yendo. En este sentido, esta redacción ha obtenido una imagen del interior del habitáculo donde sucedieron los hechos, apreciándose, desde la distancia, que se trata de un baño y no, pues, de un pasillo.
Además, Martell insiste, como ya expuso en el recurso, que la víctima fue al baño dos minutos después de que lo hiciese Dani Alves. Como se extraía de dicho documento, la defensa puntualizaba que se observa como a las 3:42h el jugador se dirige hacia la puerta del baño y, a los dos minutos, a las 3:44h, la denunciante “tras estar durante ese tiempo hablando con sus dos amigas y un camarero, se dirige a esa puerta y entra sin que Dani Alves le franquee el paso o abra la puerta”.
Para la defensa del exazulgrana “las imágenes hablan por sí solas”. Enfatizando que ese era “el momento previo al encuentro sexual en el diminuto cubículo o baño en que entró primero uno y luego la otra”. Según el recurso de Martell, la víctima describe lo vivido como “un clima de terror, pavor o microcosmos de dominación”, escenario – se lee – “que las imágenes desmienten del modo más radical”.
Remar hasta conseguir la inocencia
De este modo, Martell sigue convencido en la inocencia de su cliente, asegurando que si Alves antes de reconocer la relación sexual con la víctima cayó en varias contradicciones fue “para proteger su matrimonio”. Esta martes, tras conocer los hechos, el letrado visitó a Dani Alves en Brians 2 y a la salida aseguró que salía del encuentro “con el mandato firme de mi cliente para seguir remando hasta conseguir su inocencia”.
Según se extrae del auto de resolución del recurso de apelación, la instrucción está prácticamente finalizada. Sin embargo, para Martell y su equipo de abogados “el partido acaba de empezar”.
