Los últimos rebrotes registrados en Catalunya han obligado a la Generalitat a tomar decisiones drásticas. Los primeros en padecer las consecuencias de las nuevas restricciones fueron los propietarios de los locales de ocio nocturno. El comité técnico del Plan Territorial de Protección Civil de Catalunya (Procicat), que gestiona la respuesta ante la pandemia en Catalunya, decidió este viernes prohibir en toda Catalunya la apertura al público de discotecas, salas de baile y salas de fiestas con espectáculos.
El gobierno catalán considera que la situación epidemiológica en el conjunto de Catalunya obliga a adoptar «medidas especiales de contención» de una serie de actividades, para frenar la transmisión del virus de la COVID-19 y proteger la salud de la población.
A la vez, han impuesto restricciones horarias en locales de otro sector, estableciendo el cierre de las actividades de salones de juego, casinos y salas de bingo, en todo el territorio, a las doce de la noche. Además, también quedan suspendidas en toda Catalunya las actividades musicales con pistas de baile o espacios habilitados fuera de los establecimientos determinados en el punto precedente.
El incumplimiento se sancionará
Asimismo, en 14 municipios metropolitanos (incluido Barcelona capital), en las comarcas leridanas de la Noguera y el Segrià, y en los municipios gerundenses de Figueres y Vilafant, la actividad de bares, restaurantes, chiringuitos y locales de copas no se podrá prolongar más allá de las 12 de la noche. El plazo de duración de las medidas se establece en 15 días y la resolución entra en vigor este mismo sábado, 25 de julio.
El incumplimiento de estas medidas será debidamente sancionado. Los ayuntamientos afectados y el resto de las administraciones de la Generalitat son los encargados de velar por el correcto cumplimiento de estas medidas, estableciendo las funciones de vigilancia, inspección y control de las medidas establecidas en la resolución.
El ocio nocturno lamenta la decisión
La patronal del ocio nocturno Fecasarm se ha mostrado indignada con el cierre de discotecas, salas de baile y salas de fiestas que ha ordenado este viernes por la tarde el Procicat, en el marco de las medidas para intentar contener la pandemia del coronavirus. En declaraciones a la ACN, el secretario general de la entidad, Joaquim Boadas, ha lamentado que no sabían nada de la medida y ha denunciado que se aprueba un viernes por la tarde «cuando ya no tenemos margen de maniobra».
Para Boadas, la medida que ha aprobado el Procicat está «totalmente fuera de lugar» y ha criticado, además, la falta de voluntad de diálogo del Gobierno. «Hace quince días que ni nos contestan», asegura visiblemente enfadado.
En la misma línea, el presidente de Fecalon (Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno), Fernando Martínez, ha insistido en la necesidad de un plan de rescate para el sector y, ahora más que nunca, «ante la situación de total indefensión y vulnerabilidad en la que se queda el sector», sin alternativas propuestas. Martínez también se ha mostrado molesto por recibir la noticia por sorpresa, tras llevar más de 15 días esperando una respuesta de la Generalitat, habiendo ellos presentado, previamente, una propuesta de protocolo, sin haber obtenido el feedback de las administraciones.
El presidente de Fecalon recuerda que menos del 40% de los locales han podido reabrir tras el estado de alarma y que, por eso, consideran de extrema necesidad la aprobación de un plan de rescate que contemple ayudas económicas directas e inmediatas,que permitan la subsistencia del sector tras el impacto de la pandemia y «aseguren el mantenimiento de los 37.000 puestos de trabajo que ofrece el sector», así como «la viabilidad de las 3.600 empresas que conforman el conjunto del ocio nocturno en Catalunya».
La falta de regulación favorece los botellones
Desde Fecalon lamentan que tanto la Generalitat como otras instituciones criminalicen y responsabilicen al sector de los rebrotes registrados en Catalunya. «Más del 60% de las empresas adheridas al ocio nocturno catalán no han podida abrir sus puertas al ser inviable económicamente, por lo tanto —se enfada Martínez— asociar los rebrotes a nuestro sector es tremendamente injusto e incierto, ya que el ocio nocturno está totalmente legalizado ante el ocio ilegal (los botellones) que no tiene ningún tipo de control. ¿Con nuestros locales cerrados en Barcelona, a quien le echarán ahora la culpa las administraciones?», sentencia, con ironía, el presidente de Fecalon, en un comunicado al que ha tenido acceso este medio.