Un grupo de investigación conjunto, formado por agentes de distintas unidades de los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona ha logrado desmantelar a un grupo criminal, asentado en el distrito de l’Eixample, dedicado al tráfico de drogas sintéticas. Tras meses de vigilancias, el pasado 12 de julio, por orden el Juzgado de Instrucción 19 de Barcelona, se realizaron varias entradas y registros, saldándose con la detención de 8 personas y con la aprehensión de 43 kilos de distintas sustancias estupefacientes.
Posible relación con el laboratorio de Mont-Roig del Camp
Se trata de la mayor aprehensión de drogas sintéticas en la ciudad de Barcelona de los últimos años, y llega, casualmente, poco después de que se haya desarticulado el mayor laboratorio de este tipo de sustancias en Catalunya.
De hecho, los investigadores no descartan que este punto de venta en la capital catalana consiguiera parte de su mercancía del laboratorio clandestino de Mont-Roig del Camp (Tarragona). Aunque todavía no hay información que acredite esta relación, los agentes no descartan, por ahora, ninguna hipótesis.
Los vecinos avisaron de movimientos sospechosos
Con todo, fueron los vecinos y los comerciantes de la zona quienes, en esta ocasión, dieron el aviso a la Guardia Urbana de Barcelona. El constante ajetreo de personas en un piso de la calle Provença, un aumento de la suciedad en el bloque y las equivocaciones de los posibles compradores, que picaban en inmuebles que no eran, hizo sospechar al vecindario, quienes decidieron dar parte de estos movimientos sospechosos a la Guardia Urbana.
Tras una primera constatación se decidió informar a los Mossos, momento en el que se estableció un equipo conjunto de investigación.
Comprobaron la gran variedad de drogas que se vendían
Efectivamente, los investigadores de ambos cuerpos policiales constataron la existencia de un punto de venta de sustancias estupefacientes en el bloque de la calle Provença, indicado por los vecinos. Y se detectó a un sospechoso principal, un hombre que vivía en el mismo inmueble y que actuaría como cocinero y responsable del negocio ilícito.
Las primeras diligencias permitieron conocer el mecanismo de venta: o bien el comprador se dirigía al piso en cuestión y lo compraba in situ, o, por otro lado, algunos intermediarios se dedicaban a hacer reparto a domicilio. Además, durante las vigilancias también se hicieron varias intervenciones de sustancias, interceptando a los compradores que abandonaban el piso. Fue entonces que descubrieron la gran variedad de drogas de diseño que se distribuían desde ese punto: speed, cocaína rosa, MDMA o metanfetaminas (cristal) fueron algunas de las interceptadas antes de los registros.
Detenciones y antecedentes
Tras recoger indicios suficientes que acreditasen la venta de sustancias estupefacientes, el juez instructor ordenó los registros del inmueble y otros pisos relacionados. En total, se realizaron 7 entradas, que se saldaron con 8 detenciones por un delito contra la salud pública en su versión de tráfico de drogas. Tres de los detenidos ya han entrado en prisión, comprobando que el principal sospechoso tenía 3 antecedentes, uno de ellos por tráfico de sustancias estupefacientes.
43 kg valorados en 1,7 millones de euros
Con todo, tras los registros, los agentes pudieron aprehender 43 kg de distaintas sustancias estupefacientes, valorados en 1,7 millones de euros. Los Mossos d’Esquadra destacan, entre otros, 21 kg de éxtasis líquido, 13 kg de speed, 9 kg de anfetaminas, además de otras cantidades menores de MDMA, ketamina, LSD, cocaína rosa, setas alucinógenas, viagra o cocaína.
