El pasado lunes, un camionero procedente de Milán (Italia), que había estacionado su vehículo en una área de servicio de la AP-7, a la altura de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), detectó la presencia de dos jóvenes de aspecto hindú o pakistaní que se habrían colado en la caja de su camión y, procedentes de Italia, donde el transportista cargó la mercancía, habían entrado en nuestro país.
Agentes de tráfico y de seguridad ciudadana de los Mossos se personaron en el lugar de los hechos, procediendo a la identificación de los dos polizones.
Tras las primeras averiguaciones, los Mossos constataron que ambos jóvenes no disponían de ningún tipo de documentación, motivo por el cual fueron trasladados a dependencias policiales.
No se encontraba bien
Una vez en la celda de la comisaría, uno de los muchachos comunicó a los agentes que le custodiaban que se encontraba indispuesto. Explicó que tenia fiebre y problemas respiratorios. Los agentes le trasladaron a un centro médico donde, al cabo de unas horas, se le diagnosticó el COVID-19.
Como consecuencia de ello, y en atención a los protocolos de prevención sanitaria respecto a esta enfermedad, todos los policías que tuvieron contacto con el joven, se encuentran en aislamiento.
Al tratarse de una comisaría pequeña, la actividad se ha reducido a la mínima expresión. Tanto es así, que está cerrada en horario de tarde y las personas que acuden a ella para realizar algún trámite son derivadas a otros centros policiales por dos agentes de los Mossos que se encuentran en el interior de un vehículo situado en la puerta de la comisaría.