El líder del comando yihadista desarticulado este miércoles en Madrid y Barcelona es un viejo conocido de las autoridades policiales internacionales. Conocido como “Sheikh” -Jeque- ya fue detenido en Turquía en 2016 cuando intentaba entrar en zona de conflicto para unirse a la organización terrorista DAESH.
La operación, realizada por la Comisaría General de Información y la Brigada Provincial de Información del Cuerpo Nacional de Barcelona, se ha dirigido desde el Juzgado Central de Instrucción número 6 y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. El desarrollo del dispositivo ha permitido detener a cinco personas, cuatro de ellas en Barcelona y otra en Madrid, acusadas de pertenencia a organización terrorista y autoadoctrinamiento. Al presunto líder del grupo, además, se le imputa un delito de adoctrinamiento activo.
En este sentido, el control de su actividad en la capital catalana reveló que el comando, especialmente el líder, se había rodeado de un grupo de jóvenes delincuentes argelinos que se dedicaban de manera organizada al robo de turistas. Desde su llegada se comprobó que varios de ellos mostraban altos signos de radicalización.
Tres registros, uno en prisión
Los agentes especializados en la lucha contra el terrorismo detectaron que uno de los integrantes del grupo estaría realizando gestiones para la adquisición de un fusil kalashnikov, por lo que se decidió llevar a cabo la operación. En los registros realizados se han localizado, entre otras cosas, varios machetes además de unos setenta cartuchos.
Durante la explotación de este operativo se ha procedido al registro de tres domicilios y una celda en una prisión catalana. En el domicilio del líder de la célula se hallaron tres machetes (de 60, 57 y 51 centímetros) y de unos setenta cartuchos.
La investigación comenzó las pasadas navidades, cuando los agentes detectaron la entrada en España de un presunto miembro de DAESH. Tras varias gestiones, fue arrestado el pasado mes de enero junto con dos acólitos en Barcelona. Durante esa primera fase de la Operación “ARBAC”, los investigadores comprobaron que los arrestados contaban con la ayuda de un sujeto que, desde Argelia, coordinaba las medidas de seguridad de los recién llegados a España para no ser detectados por los Servicios de Seguridad.
El retorno de combatientes: riesgo para la seguridad nacional
El retorno de los Combatientes Terroristas Extranjeros, conocidos como CTEs, supone una grave amenaza para la seguridad de Occidente. Se trata de individuos que han viajado voluntariamente a zonas en conflicto como Siria o Iraq para integrarse en organizaciones terroristas como Estado Islámico o Al Qaeda. Aunque solo un pequeño porcentaje regresa, ya sea a su país de origen o a un tercero, lo cierto es que suponen un elevado riesgo para la seguridad nacional. El principal motivo es que se trata de sujetos curtidos en el campo de batalla, altamente radicalizados y con conocimientos bélicos. En este sentido, ha quedado demostrado que aquellos atentados en los que hubo participación de CTEs fueron más letales.