Mossos d’Esquadra y Policía Nacional han llevado a cabo este miércoles un macrooperativo policial contra una de las ramificaciones de la mafia georgiana más activas y peligrosas del momento. Afincados en el cinturón metropolitano barcelonés y en la ciudad valenciana de Castellón, los investigadores han podido relacionar a esta organización criminal con la comisión de entre 30 y 50 robos con fuerza en viviendas de todo el país, especialmente, de Catalunya.
Bajo las órdenes del Juzgado de Instrucción 31 de Barcelona, los dos cuerpos policiales han llevado a cabo varios registros simultáneos y se han podido detener a 11 personas: 4 en Castellón, 2 en Santa Coloma de Gramanet, 2 en Badalona y 3 en Barcelona capital. Al parecer, según apuntan fuentes policiales a eltaquigrafo.com, se trata de una organización muy peligrosa y especializada. En una sola noche, calculan las mismas fuentes, esta banda pudo llegar a efectuar hasta 6 asaltos en distintos inmuebles del centro de Barcelona.
Para marcar los pisos, la organización colocaba pequeñas gotas de pegamento en el marco de la puerta de entrada. De este modo, si el pegamento saltaba podían saber si alguien había entrado o salido del inmueble y no se arriesgaban con este domicilio. Se decantaban, pues, por asaltar aquellas viviendas en las que el pegamento estaba intacto. Con todo, previsiblemente, pasarán a disposición judicial el próximo miércoles.
Reaparece la mafia georgiana
Carlos Gil, Jefe en funciones de la Sección de Crimen Organizado de la Policía Nacional en Catalunya, explicaba a preguntas de este medio los detalles de este grupo de criminales: de perfil bajo, muchos de ellos toxicómanos, son un grupo de delincuentes muy nómadas: “aparecen, desaparecen y reaparecen”.
Sin embargo, no hay que bajar la guardia. En especial, después de constatar que, durante los últimos años de gran actividad, varios de los líderes de esta organización trataron de infiltrarse en la sociedad civil comprando restaurantes, hoteles y otros comercios. Su área de actuación se encuentra principalmente en Barcelona y las grandes ciudades pobladas del área metropolitana. Su principal actividad delictiva son los delitos contra el patrimonio: y son los mejores asaltando inmuebles y viviendas, normalmente libres de inquilinos durante el momento del robo.