No es la primera vez que el Intendente Ramón Dosaigues, actual jefe de la Policía Local de L’Hospitalet, se ve inmerso en un culebrón judicial por sus presuntos modales autoritarios y discriminatorios. La primera en denunciarle fue la sargento Roser Ruiz en 2016. Ruiz, que coincidió con Dosaigues en su etapa en El Prat de Llobregat (Barcelona), le acusó de un presunto delito de “acoso laboral”. La agente denunció su caso ante el Síndic de Greuges al constatar que los protocolos del Ayuntamiento contra las situaciones de acoso laboral no habían funcionado con ella.
Según Roser Ruiz, Dosaigues la “ridiculizaba delante de la plantilla” otorgándole funciones por debajo de su rango de sargento. El Intendente, sin embargo, continuó en su puesto de trabajo sin represalias. Nunca fue apartado de su cargo, mientras la sargento pasó años de baja. Ahora, según han confirmado fuentes judiciales a eltaquigrafo.com, cinco años después de este primer revés judicial, otro agente de la misma comisaria de El Prat ha presentado una nueva denuncia contra Ramón Dosaigues. De nuevo, se le acusa de un delito de prevaricación administrativa por hacer uso indiscriminado y arbitrario de su posición de poder.
Denuncia una suspensión desproporcionada
El ahora denunciante, de baja por problemas psicológicos desde hace más de un año, es un reputado agente de El Prat, vinculado con CCOO, que se ha visto sumergido, como le pasó a Roser Ruiz, en un pozo sin fondo de expedientes disciplinarios que le pueden costar su carrera profesional. El presente contencioso se desencadenó cuando el agente en cuestión, tras un problema con su expareja, acató una sentencia de 20 días de trabajos sociales por una denuncia que presentó la mujer por un supuesto delito de injurias. Ante esta sanción administrativa, el cuerpo respondió tajantemente con 14 meses de suspensión de empleo y sueldo.
La víctima de este presunto acoso laboral, que ya había tenido otros enfrentamientos previos con Dosaigues por desavenencias sindicales, denuncia ahora que otros compañeros de la misma comisaria han recibido sanciones mucho menores que la suya (de 14 meses) por hechos,a su parecer, mucho más graves.
El Juzgado quiere nombres y apellidos
Es por eso, por lo que en la denuncia se han recogido de forma resumida algunos de los incidentes más sonados de los últimos cinco años, aportando, también, las sanciones que recibieron los agentes en cuestión. A modo de ejemplo, por una pelea a puñetazo limpio entre dos agentes de la misma comisaria de El Prat, en la que uno de los implicados quedó gravemente herido en un oreja, la sanción que se le impuso al agresor no llegó a una semana de suspensión de empleo y sueldo, apuntan fuentes cercanas al caso. De esta manera, la defensa del agente, liderada por el abogado Borja Fernández Meca, pretende demostrar que la sanción de su cliente ha sido desproporcionada, impuesta de forma autoritaria y totalmente influenciada por los revés anteriores entre el perjudicado y su superior.
Ahora, la juez instructora número 4 de El Prat, tras recibir la denuncia y aceptarla a trámite, ha pedido un informe detallado con todos los nombres, apellidos y respectivas sanciones que recibieron los agentes de la controvertida comisaria bajo el mando de Ramón Dosaigues. Las fuentes judiciales consultas aseguran que la voluntad de su señoría es comparar las sanciones anteriores con la del denunciante y comprobar si, efectivamente, existe tal desproporción.
El ayuntamiento dice no saber nada
Con el objetivo de contrastar la información recibida, este medio contactó con la otra parte implicada: el cuerpo de policía local de El Prat de Llobregat. Al ser un servicio municipal, en su defecto nos atendió el gabinete de prensa del consistorio, quienes aseguraron no tener constancia de esta denuncia y a lo que añadieron que el Intendente Dosaigues ya no era el jefe de la Policía Local de El Prat.
Precisamente en este sentido, las otras fuentes consultadas aseguraron con anterioridad a esta gestión que el investigado por un presunto delito de prevaricación administrativa fue trasladado de comisaria en el mes de marzo, poco después de que se conociese el último revés judicial con el agente que le ha denunciado ahora.