El caso de la Banca Privada de Andorra parece estar lejos de terminar. Hace menos de un año, una querella de los antiguos propietarios de la entidad intervenida, contra los reguladores del sistema financiero del principado y los actuales propietarios de Vall Banc (el banco resultante del proceso de liquidación de BPA), ha puesto sobre la mesa una serie de irregularidades financieras entre el gobierno de Andorra y el fondo de Estados Unidos JC Flowers.
El gobierno de Andorra pierde 80 millones
El desaguisado financiero, en opinión de los querellantes, se produce cuando el gobierno de Andorra, liderado por su presidente el demócrata Toni Martí y su ministro de finanazas y portavoz, Jordi Cinca Mateos, idean el traspaso de los ahorros de los clientes de BPA a la nueva entidad Vall Banc.
Estando estas dos entidades bajo la tutela del estado andorrano, Vall Banc adquiere 96 millones de euros de depósitos de BPA por los que paga cero euros, ya que la compra se realiza mediante una emisión de obligaciones, los llamados bonos convertibles contingentes (Coco’s).
Posteriormente, el gobierno andorrano vende Vall Banc al fondo buitre americano JC Flowers, haciéndose este con el control de la nueva entidad financiera. JC Flowers adquiere Vall Banc comprando los bonos convertibles contingentes que tenía BPA, pero pagando supuestamente por ellos sólo 15 millones de euros (algunas fuentes cifran el pago en 12,8 millones).
De este modo el inversor americano consigue hacerse con el control de 96 millones de euros pagando al gobierno de Andorra tan solo 15 millones, y generando así un agujero al estado de 81 millones.
La legitimidad de la querella
Fruto de esta situación, los antiguos propietarios de Banca Privada de Andorra, y su exconsejero delegado, interpusieron una querella contra la Agencia de Resolución de Entidades Bancarias de Andorra (AREB), el Instituto Andorrano de Finanzas (INAF), la actual Banca Privada de Andorra (bajo tutela del AREB), Vall Banc (entidad resultante del proceso de liquidación de la antigua BPA), y contra JC Flowers, actual propietario de Vall Banc.
Los que fueron propietarios y responsables del banco interpusieron esta querella actuando como clientes de la antigua BPA y no como directivos. Los querellantes consideraron que el montaje financiero creado por el gobierno andorrano para facilitar la venta de BPA al americano Flowers perjudicaba enormemente la solvencia del banco y ponía en grave peligro los ahorros de los antiguos clientes del banco y también perjudicaba a sus accionistas.
La querella fue admitida a trámite, en este momento sigue su curso y se esperan resoluciones judiciales en breve.
Los favores de Andorra al americano JC FLowers
Como explicó este medio, en la grabación de la conversación telefónica entre el exdirector general de BPA, Joan Pau Miquel, y el comisario de policía de la embajada de España en Andorra, Celestino Barroso, quedaba muy claro cuál sería el futuro del banco si su director general no accedía a colaborar con la policía española.
En dicha conversación, que publicó eltaquigrafo.com, se puede escuchar al comisario de policía decir que “hay una empresa americana dispuesta a hacerse con el banco (BPA/Banco Madrid) cuando el Banco de España se lo cargue, le dé el hachazo”.
La operación de venta de Vall Banc a su actual propietario, el fondo americano JC Flowers y las supuestamente sospechosas condiciones en que esta se realiza, con un ahorro de más de 80 millones de euros que deberá soportar el gobierno andorrano, parecen dar la razón al mensaje que la policía española transmitió ya en 2014 al director general de BPA.