“Más que nunca somos la solución”. Es la respuesta de Fernando Martínez, secretario general de FECALON (Federación catalana de locales de ocio nocturno) a las imágenes de los botellones multitudinarios y fiestas ilegales tomadas el pasado sábado en las principales ciudades españolas.
Desde el sector del ocio nocturno se venía advirtiendo de la explosión de eventos ilegales tras el fin del estado de alarma y de la importancia de una reapertura de los locales con medidas higiénico-sanitarias, distanciamiento de seguridad, mascarillas y sistemas de ventilación para evitar las aglomeraciones en el espacio público, donde no es posible garantizar las medidas para la contención de la COVID-19. Pero además, Fernando Martínez advierte de los perjuicios sobre la salud de los jóvenes ante la negativa del gobierno a permitir la reactivación de esta actividad. “Además de los problemas de orden público que generan estos macrobotellones, estamos presenciando una proliferación de nuevos hábitos entre los jóvenes como beber en espacios públicos, que es ilegal, de forma abusiva y descontrolada”, explica el secretario.
Un cóctel molotov
Si antes lo que preocupaba eran los geriátricos, ahora que los centros de mayores se han blindado ante el virus y que la vacunación avanza a buen ritmo, la franja poblacional que ha hecho saltar las alarmas es la de los 15 a los 29 años. “Es donde está ahora la mayor posibilidad de contagio”, dice Martínez, “tenemos a una franja de la población que no está vacunada y que, además, se va a juntar sin ningún tipo de control higiénico-sanitario. Esto es un cóctel molotov.”
Por este motivo, frente a las imágenes de desenfreno tomadas en Madrid, Salamanca o Barcelona, Fernando Martínez pone de relieve aquellas que han pasado inadvertidas a los medios. Son las tomadas en Andalucía donde los locales tenían permitido servir copas hasta las 2 de la mañana. “Son imágenes de un ocio ordenado, con la gente sentada en terrazas, tomando algo tranquilamente y cumpliendo con los protocolos sanitarios. Esa es la foto que queremos.”
Martínez se basa, además, en los ensayos realizados conjuntamente con el Gobierno Catalán de Salud en conciertos en los que los asistentes llevaban mascarillas y fueron sometidos a un test de antígenos en la entrada. Los resultados de las pruebas pilotos concluyeron que estos eventos multitudinarios no son entornos de supertransmisión. “Ese es el camino que tenemos que perseguir para alcanzar la nueva normalidad y no este, que puede incrementar los contagios y echar por tierra todo lo que hemos conseguido hasta ahora.”.
La extinción del ocio nocturno
La reapertura del sector no solo permitiría vaciar las calles y garantizar un mayor control para la contención del virus, sino que supondría un balón de oxígeno para empresarios y trabajadores del sector. El pasado septiembre, según los datos que maneja FECALON, tras dos meses de cierre del ocio nocturno el 21% de los locales habían bajado la persiana de forma definitiva. “Si en septiembre de este año el sector no está funcionando, este dato se incrementará hasta alcanzar el 66% de locales cerrados”.
La falta de ayudas por parte de la Diputación y del Ayuntamiento de Barcelona se lo está poniendo muy difícil a pubs y discotecas. “Tenemos muchos problemas con el pago de los alquileres de los locales… ¿Qué empresa aguanta un año sin facturar?”, se pregunta Martínez. La industria de la noche ha entrado en un Sleeper Winter, la hibernación absoluta de pagos de la que todavía no se vislumbra un final. Aunque el Govern de la Generalitat ha aprobado un paquete de ayudas, de los 3.600.000.000 euros que se han destinado a los sectores afectados, el del ocio nocturno solo ha recibido 15.000.000, a repartir con los chikiparks. La falta de ayudas a este sector, olvidado por la administración, se ha saldado con el despido de más de 37.000 trabajadores y con la destrucción de 200.000 puestos de empleo, tanto directos como indirectos. “Estamos en un momento de extinción del ocio nocturno”, sentencia el secretario de FECALON.
Situación total de incertidumbre
Sin fecha prevista de reapertura y con el verano a la vuelta de la esquina, la Federación no augura una época estival a pleno rendimiento. Se quejan de la falta de previsión y de información por parte del gobierno central que ha dejado en manos de las autonomías la decisión de la reanudación de la actividad nocturna. “En estos momentos hay una proliferación de normativas por los Tribunales Superiores de Justicia de cada comunidad que está creando inseguridad jurídica entre los empresarios y trabajadores pero también entre los propios ciudadanos”.
La incertidumbre sobre el regreso de los pubs y discotecas es absoluta. Aunque durante la última reunión en el Ministerio de Salud FECALON solicitó un calendario que les permita provisionar, organizar las empresas y planificarse con proveedores y trabajadores, la administración les ha dado la espalda de nuevo.
Por ese motivo, el sector continúa en pie de guerra y este lunes se ha concentrado de nuevo en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona, frente al edificio del Ayuntamiento, para reivindicar más ayudas económicas y una hoja de ruta que le permita empezar a rodar de cara a la temporada alta, el único salvavidas que le queda en el bote.
Pese al amargo momento que atraviesa el sector, Fernando Martínez incide en la importancia de seguir remando juntos en una misma dirección. A los jóvenes, y no tan jóvenes, que este fin de semana han participado en los botellones masivos el secretario les ruega un último esfuerzo para garantizar y agilizar la reapertura de la noche. “Les diría que los entiendo pero hace falta más responsabilidad individual.”. Solo si los contagios se mantienen a raya, el mundo de la noche podrá volver, esperemos que pronto, a levantar la persiana.