Diez meses después de la muerte de Kira, la menor de 15 años que se quitó la vida el pasado 19 de mayo de 2021, el caso sigue siendo un mar de controversia. Mientras que el Juzgado de Instrucción 31 de Barcelona sigue investigando, aunque todavía sin resultados y con carácter general, las causas que condujeron a la menor a tirarse al vacío; el conseller de Educación de la Generalitat de Catalunya,Josep Lluís Cambray, ya anunció el pasado 17 de noviembre de 2021 que la investigación que había desarrollado su consellería había concluido exculpando al colegio Pare Manyanet de Sant Andreu (Barcelona)de responsabilidad alguna, al no detectar “indicio alguno de acoso” en este caso en concreto.
Los padres de Kira, por su lado, insisten en apuntar al colegio como únicos responsables, al considerar que su hija fue víctima de acoso, incluso de presuntos abusos, en el marco de su trayectoria escolar.

La investigación judicial
Fuentes próximas a la investigación han confirmado que el colegio ha sido requerido hasta en dos ocasiones para que entregue toda la documentación sobre Kira y en ambos casos se les ha enviado esa información solicitada. Sin embargo, subrayan, el colegio no está siendo investigado como acusado y siempre han sido citados en calidad de testigos. De hecho, el director del Pare Manyanet ya prestó declaración, y en esa condición, por estos hechos hace más de seis meses.
Nuevos indicios: ¿presuntos abusos sexuales?
Por otro lado, y tal y como ha apuntado la familia de la menor a esta redacción, siguen aportando nuevos datos que responsabilizarían directamente al centro escolar de la muerte de su hija. No detallan qué datos, pero sí que comentan que tendrían que ver con una segunda línea de investigación relacionada con una presunta trama de abusos sexuales por parte de los padres Calvet y Adolf.
No obstante, según la información que ha podido recabar esta redacción, y que consta en la causa judicial, no habría denuncia alguna sobre estos delitos en el momento en que supuestamente sucedieron, según los padres en 2017. Tampoco se habría notificado nada al respecto al centro, más allá de que la familia asegura a este medio que el padre Adolf fue apartado en 2017 por “presuntas actitudes pedófilas, entre ellas mi hija”. Sin embargo, la menor siguió escolarizada en el mismo centro.
Según el colegio, la única queja que recibió este miembro de la comunidad Hijos de la Sagrada Familia, que por entonces tenía unos 80 años,estuvo relacionada con un obsequio que el religioso repartió a algunos alumnos de forma arbitraria y a otros no.
Sobre el padre Calvet
Sobre el padre Calvet, cabe recordar que está siendo investigado por poseer cientos de archivos de pornografía infantil en su ordenador. Sin embargo, no se ha podido demostrar que fuese material grabado por él y parece que lo obtenía de páginas web y foros pedófilos. Los padres de Kira, por su lado, insisten en que han recogido pruebas suficientes que demostrarían la relación de este religioso con su hija.
No obstante, como sucede con el caso anterior, de toda la documentación recabada por esta redacción, no consta que haya ninguna denuncia, ni ningún comunicado de la familia donde se alerte al colegio de las posibles conductas sospechosas de este miembro de la comunidad religiosa vinculado al Pare Manyanet.
La madre envió dos e-mails
De lo que sí que hay constancia es de los dos e-mails de la madre de Kira, lamentando el castigo que el centro y, concretamente, el profesor J.M. le impuso a su hija por haber liderado un presunto caso de ciberacoso a una compañera en 2019.
La menor fue castigada dos tardes, una hora y media cada tarde, donde tuvo que estar leyendo y reflexionando sobre las consecuencias del bullying en adolescentes. El castigo pareció no agradar mucho a los padres de Kira y la madre envió los dos correos al profesor que la castigó. En dichos mensajes, que fueron aportados por el colegio a la investigación judicial, la progenitora manifestaba lo disgustada que estaba Kira pues, a pesar de haberle pedido perdón a su compañera, ésta no la quería perdonar.
En ellas, la madre también apuntaba que esta falta de perdón había conducido a la pequeña a cuestionarse, incluso, si merecía la pena vivir. El caso es que el tiempo pasó y no se supo nada más. Ni los padres volvieron a alertar al colegio de una situación de acoso a raíz de este episodio, ni la propia Kira. Sin embargo, ahora, tres años después, el padre de Kira apuntaría directamente a este castigo y a este profesor como desencadenantes del suicidio de su hija.
La sobrecarga docente de Kira
El otro episodio que quedó registrado en el colegio fue la última reunión que mantuvieron los padres de Kira con la tutora de su hija. Al parecer, la adolescente estaba cursando la ESO y de forma precoz había iniciado el Bachillerato DUAL. Además, asistía a clases de francés. La fuerte carga docente de la pequeña alertó a los profesores que recomendaron a los progenitores que la liberaran un poco, siendo más óptimo para su desarrollo social ejercer cualquier tipo de deporte en grupo que le permitiese socializar con otros adolescentes de su edad. En esa última reunión no se habló de supuestos casos de acoso.
Otras posibles pruebas
Otra de las teorías que maneja la familia podría estar relacionada con un extraño y, en principio, ya resuelto suceso acaecido en 2017 en el centro educativo Pare Manyanet ubicado en Les Corts. Ese año, tres niños de primaria volvieron de las vacaciones de Semana Santa con parásitos en los ojos. Después de una larga y pormenorizada investigación del colegio y de la DGAIA (Direcció General d’Atenció a la Infancia i a l’Adolescencia) se concluyó que el centro no había tenido nada que ver y, finalmente, se determinó que los menores habían cogido estos parásitos durante las vacaciones, pues las familias de los tres habían asistido a una casa rural en mlas condiciones de higiene. El caso concluyó aquí.
¿Qué dice el Síndic de Greuges?
Paralelamente, y dado los casos de presunto acoso que han surgido en el Pare Manyanet a raíz de la muerte de Kira, el Síndic de Greuges sigue insistiendo en la necesidad de tomar medidas urgentes con el colegio. Sin embargo, en este sentido, la Inspección de Educación y los técnicos del Consorcio de Educación de Barcelona ya elaboraron un plan de mejora para detectar los casos de acoso en el colegio. Plan que, según Cambray, el Pare Manyanet habría acatado, aprobado y desarrollado.
El Juzgado de Instrucción tendrá la última palabra.