Hace años que los vecinos del Raval reclaman soluciones para los problemas sociosanitarios que vienen arrastrando desde hace décadas. Son conscientes de que el barrio acoge uno de los mercados de droga más importantes de la ciudad de Barcelona y, precisamente por ello, creen que las medidas que deberían aplicarse para poner fin a esta rueda de degradación que sufre el barrio deberían ser más contundentes y, por supuesto, más efectivas que las vigentes.
«En el barrio, no criminalizamos a los drogodependientes, son personas enfermas que prácticamente no reciben ayuda de nadie. Tenemos tan solo cinco educadores sociales para todo el distrito de Ciutat Vella y, solo en el Raval, ya acogemos el mayor mercado de la droga de la ciudad. Este mercado provoca que se produzca un efecto llamada, que cada vez más toxicómanos lleguen al barrio a consumir y que esta mayor demanda, propicie que más mafias se instalen allí para aprovecharse de todos ellos. Estas mafias generan situaciones de violencia, porque todas quieren tener el control de las ventas y, mientras, sigue aumentando la presencia de usuarios. Y, estos toxicómanos, bajo el síndrome de abstinencia, consumen allá donde sea, entre otras cosas, porque temen que otro usuario con el mono les robe su dosis», resume un portavoz de @RavalNet, una asociación de vecinos que, vía Twitter, hace denuncia pública de la «degradación que sufre el barrio» ante la carencia de medidas sociales eficientes.
La sala Baluard está desbordada
A esta rueda de toxicómanos y mafias se le añade el colapso administrativo que se vive en las salas de atención sociosanitaria del barrio, las conocidas 'narcosalas', donde los toxicómanos pueden acudir a consumir «de una forma segura», evitando, principalmente, que lo hagan en espacios públicos. Estas salas están gestionadas por el ayuntamiento de Barcelona y, aunque los vecinos consideran que es una buena iniciativa, también aseguran que, tras años viendo su funcionamiento, éstas han quedado «obsoletas, desfasadas y desbordadas».
M.R. una vecina que lleva toda su vida viviendo en Arc de Teatre, comentaba a eltaquigrafo.com que, en concreto, la sala Baluard está totalmente desbordada, «no puede acoger a todos los usuarios que llegan diariamente a consumir ahí y esto provoca que lo tengan que hacer en la vía pública». Por lo tanto, los drogodependientes que han encontrado su hogar en las calles del Raval, ya sea por miedo a que les roben su dosis o porque les ha sido imposible acceder a la sala de consumo seguro, se drogan en la calle, en los parques infantiles, en los solares abandonados, en los portales y allá donde encuentran un buen lugar donde hacerlo.
Ya no cumple con su función
«Creemos que el Ayuntamiento debería alejar esta sala de donde se encuentra el mercado principal de la droga, para desintoxicar un poco al barrio de todo este clima» proponen desde @RavalNet. Porque, en general, los vecinos de Drassanes, donde se encuentra el centro, aseguran que la narcosala del Raval ya no cumple con ninguna función narcosanitaria y que da «más problemas que soluciones». Creen que este modelo de «consumo seguro» fortalece al mercado de la droga y a la proliferación de mafias y toxicómanos. Además, aseguran que el programa de desintoxicación que se ofrece en estos centros es un auténtico fracaso, al tener un seguimiento de un 1%.
«El desalojo de los 'narcopisos' y el efecto llamada de nuevos usuarios provocó ya hace años el desbordamiento de la sala Baluard». La saturación de este espacio, coinciden ambas fuentes, no es algo nuevo, sino que, a los pocos meses de su instalación, hará unos cinco años, ya había overbooking de toxicómanos que acudían a estas instalaciones, pero se veían con la necesidad de consumir en la calle. Según ha podido saber este medio, los trabajadores municipales pueden llegar a recoger 350 jeringuillas en una mañana, tan solo en las calles colindantes a la sala Baluard, en Drassanes.
Es por ello, que cada vez existen más iniciativas por redes sociales dedicadas a denunciar gráficamente las graves consecuencias que conlleva para el barrio acoger esta sala «totalmente sobrepasada». Una de estas iniciativas es la Plataforma de traslado o disolución de la narcosala Baluard. A diario, los impulsores de esta iniciativa publican vídeos e imágenes de la realidad traumática que se vive en el Raval. Hartos de la suciedad y la violencia que esta situación desencadena, insisten en que la única solución es trasladar la sala a otra zona de la ciudad menos colapsada y recuperar el espacio público que está siendo ocupado por cientos de toxicómanos que no reciben ayuda de nadie. «Estamos inmersos en una rueda de drogodependientes, mafias y falta de soluciones sociales que no deja de girar y somos los vecinos quienes sufrimos las consecuencias», lamenta M.R.
No solo se trata de consumo
«Y no solo consumen —añaden las voces de @RavalNet— también hacen sus necesidades en la calle y todo este clima provoca una situación de auténtica degradación, tanto para ellos como para el barrio y los vecinos que tienen que convivir con ello». Así, pues, la droga no es el único problema que tiene el barrio, sino que la suciedad y la violencia que este mercado conlleva provocan una situación de urgente atención,«pero el Ayuntamiento parece mirar hacia otro lado», lamentan desde @RavalNet.
«Es muy triste que hayamos normalizado esta visión», comentaba M.R. «A mí, nadie me enseñó a convivir con ellos, es una cosa que he aprendido sola a lo largo de los años y es muy triste… A fin de cuentas, esta gente son mis vecinos, yo les intento ayudar cuando puedo, pero detrás de ellos, que la mayoría son inofensivos, hay unas mafias que amenazan y dan miedo», aseguraba la joven vecina de Arc de Teatre, cerca de Drassanes. Por lo tanto, no es solo un problema de una 'narcosala' colapsada, sino de un ambiente de inseguridad que tiene a muchos vecinos atemorizados. «Tú ves como estos toxicómanos consumen a plena luz del día, pero también ves como las mafias plantan los sofás en los portales de los 'narcobloques' que todavía quedan, para controlar a la competencia y, por supuesto, para controlarnos a todos», añadían las mismas fuentes vecinales.
Reclaman soluciones reales
M.R considera que deben reformular el modelo de ayudas, ampliar las instalaciones y proponer más medidas de carácter social, así como reuniones periódicas de los vecinos con el Ayuntamiento y los servicios sociales, para no dejar que los problemas del día a día se conviertan en muros imposibles de destruir. @RavalNet cree que las soluciones no pasan por aumentar las patrullas de la Guardia Urbana, como propone el Consistorio, sino en dotar al barrio de más educadores —ya que en la actualidad solo tienen cinco para todo el distrito—. Además, propone que, desde el Ayuntamiento deberían hacer un seguimiento real de los consumidores, «con nombres y apellidos», para tener claras las cifras de personas que necesitan atención y plantear, entonces, medidas acordes con estos datos. La Plataforma de traslado o disolución de la narcosala Baluard pide precisamente eso, mover el centro para desintoxicar el barrio de esta rutina de drogadicción a la que lleva años sometida.
Como ya avanzaron algunos medios de comunicación, el pasado 22 de junio, un grupo de vecinos de Raval sur consiguió una reunión telemática con varios miembros del Consistorio. Durante el encuentro virtual, los vecinos plantearon el drama contra el que lidian a diario. Pero, a pesar de haber mandado quejas y todo tipo de pruebas gráficas, el Consistorio no propuso ninguna solución concreta, según apuntan fuentes vecinales.
Desde eltaquigrafo.com hemos intentado dar la oportunidad al Ayuntamiento de dar su versión, pero, de momento, no ha sido posible establecer contacto. Mientras, se ha convocado una «Mesa de Prevención y Seguridad del barrio del Raval», que se llevará a cabo, online, el 14 de julio.