El 22 de diciembre, en plena campaña de Navidad, el sindicato SUT (Solidaridad y Unidad de los Trabajadores) convocó una huelga indefinida en la Pedrera. Tras tres días de huelga se desconvocó, anunciando el sindicato que “la empresa había cedido” y había aceptado las pretensiones de los trabajadores.
El sindicato alardeaba de que se había conseguido la cesión empresarial por el “soporte masivo de la plantilla” gracias a los “piquetes informativos” y porque había existido una colaboración masiva, tanto de los visitantes (¿?), como de los trabajadores en la llamada “caja de resistencia”. Y es, precisamente, esta caja de resistencia lo que puede convertirse en un problema más allá del sindical.
Un sindicato radical
Varios ejemplos: el Museo MACBA mantenía un contrato con SERVEIS EDUCATIUS CIUT'ART, S.L al que se subrogó MAGMACULTURA SL el 17.10.2017. Previamente, el 16 de agosto de 2017 el sindicato SUT ya convocó una huelga indefinida: en principio sólo para el centro de trabajo del Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona, pero a la que, posteriormente, se adhirieron las trabajadoras del MACBA.
El SUT “opta siempre por atacar a los sindicatos CCOO y UGT” para hacerse con un hueco “entre las secciones sindicales”, dice un dirigente sindical histórico, explicando varios ejemplos de la radicalización de dicho sindicato.
En este sentido, los días 3, 12, 19 y 26 de abril y el 3 de mayo de 2018 agentes de la Guardia Urbana de Barcelona tuvieron que intervenir en el Museo Picasso para protegerlo de "ocupaciones del centro de trabajo (Museo Picasso) y de diferentes zonas del mismo, que causaron desórdenes que motivaron la intervención y denuncia ante las fuerzas de seguridad. Para protegerlo también de actuaciones violentas que impedían el acceso de los visitantes al Museo y de la utilización de la fuerza a diferentes niveles, así como el desarrollo de actuaciones que van más allá de aquello que permite el derecho de huelga...", se denunció en su momento.
Huelgas abusivas
MAGMACULTURA sostiene que “la huelga convocada por SUT merece la calificación de abusiva, por cuanto su objetivo final va más allá de la defensa de sus derechos. Esta afirmación parte de la base de que el único propósito era conseguir que las empresas principales, con las que la recurrente efectúa subcontrataciones de servicios, procedieran a la contratación directa en cada infraestructura de los trabajadores que están prestando servicios en las mismas. Conviene recordar, en ese sentido, que el ámbito del conflicto viene referido esencialmente a los trabajadores que prestan servicios de atención al público, informadores en los museos y que, para la prestación de todos ellos, las empresas principales recurren a subcontratar a otras, como es el caso de Magma Serveis Culturals S.L. Es por eso, por lo que esta empresa considera que la pretensión del sindicato es de imposible concesión, en la medida en que supondría la desaparición de la empresa, al atacar directamente a su modelo de negocio”.
También los juzgados han tenido que conocer actuaciones del SUT. Así, según las Diligencias Previas nº 121/17 del Juzgado de Instrucción nº 15 de Barcelona “se presenta denuncia ante los Mossos d'Esquadra por la encargada del restaurante del grupo UDON, de comida oriental, sito en la calle Princesa nº 23 de Barcelona, por la presunta comisión de un delito contra los derechos de los trabajadores”. En el marco de esta denuncia, el sindicato SUT convocó una huelga indefinida que comenzaba el día 27 de enero de 2017 y que afectaba a los trabajadores del grupo de restauración. El día de la huelga el local abrió con casi la totalidad de la plantilla, salvo unas 20 personas que formaban un piquete en el exterior. Los huelguistas insultaron al resto de compañeros y obstaculizaron la puerta impidiendo acceder a los clientes, con el consiguiente perjuicio para el negocio, llegando a golpear las ventanas con palos.
También los Mossos d’Esquadra tuvieron que asistir en una huelga en el bar Titánic e, incluso, la BRIMO en una huelga en la Sagrada Familia.
La Caja de Resistencia examinada por la Guardia Civil
El sindicato SUP, el más radical en sus posicionamientos de los sindicatos españoles, está siendo examinado minuciosamente por la Guardia Civil desde antes del inicio de la huelga en la Pedera.
Su máximo dirigente, Joan Rius, llamó la atención cuando en pleno confinamiento viajó a Madrid y se alojó en los apartamentos de lujo Olala Homes, entre el 15 y el 18 de diciembre de 2020, por el que pagó 147€. Con anterioridad, se había alojado en el Balneario Sicilia o en el hotel Boutique Room Tarifa. Las pesquisas han llevado a determinar que, a pesar de su discurso antiestatal (“no aceptamos subvenciones, ni ayudas patrimoniales, ni del patrón ni del Estado”) Rius vive una vida aparentemente opulenta. “Es un gran aficionado al vino”, dice su entorno y compra habitualmente cajas de vino en Vila Viniteca o Winedrop por valor de más de 200€. “Vive una vida desahogada muy diferente de lo que pide al resto de los trabajadores”, informa uno de los investigadores que cifra sus cuentas bancarias.
En este sentido, la Unidada Central de la Guardia Civil examina la “caja de resistencia” y analiza si puede haber (o no) existido la técnica conocida como el “pitufeo” que ha llevado a otras organizaciones (el PP y CIU) a utilizarla para blanquear dinero. En este sentido, se está examinando si la cuenta bancaria 0182-1497-2502-xx se ha utilizado para pagar bienes y servicios del sindicato mediante el ingreso en efectivo de dinero indicando que, como en el caso de la Pedrera, supuestos “visitantes” del monumento artístico depositaron dinero. Así, la Guardia Civil ha comprobado que muchos de los ingresos no son nominativos, sino simplemente en ingresos cíclicos que luego desparecen de la misma cuenta en pagos mediante cheques, de teléfonos móviles, profesionales, servicios generales y otros servicios del SUT y no de las huelgas que mantienen, como señalan en sus propios comunicados. También se investigan ingresos en efectivo (por cajero o por Bizum) en las cuentas de Joan Rius.