A raíz de la crisis económica de 2008, el fenómeno del tráfico ilícito del tabaco, que caía en picado desde la década de los ochenta, experimentó de nuevo un fuerte repunte impulsado por la subida del precio de las cajetillas debido a los impuestos al tabaco y la pérdida del poder adquisitivo de los fumadores durante la época de crisis económica.
La eficacia de las infraestructuras españolas de carreteras, puertos y aeropuertos, han facilitado no solo el comercio internacional sino también el tráfico de mercancías ilegales entre las que se encuentra el contrabando de tabaco. Según el último informe sobre comercio ilícito de tabaco a través de los principales puertos de España elaborado por Philip Morris Spain, el tabaco continúa entrando por las tres vías.
Rutas terrestres
Se utilizan las conexiones por carretera tanto principales como secundarias. Los principales puntos de entrada de tabaco a España por esta vía son la frontera con Gibraltar, en la Línea de la Concepción (Cádiz) y la frontera catalana con Andorra. La explicación es que tanto en Gibraltar como en Andorra el precio del tabaco es sustancialmente más barato que en España con una diferencia, en algunas marcas, que supera el euro por cajetilla. Además, al tratarse de pasos fronterizos ampliamente transitados, resulta prácticamente imposible para las autoridades aduaneras registrar el contenido de todos los vehículos que cruzan la frontera.
Rutas aéreas
Las rutas aéreas, al igual que en otro tipo de delitos de tráfico, también son utilizadas para la introducción de tabaco ilícito en España. Los aeropuertos donde más alijos de tabaco ilegal se interceptan cada año son el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez y el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat.
Sin embargo, el tráfico de tabaco que tiene lugar a través de rutas aéreas y terrestres suele darse a pequeña escala.
Rutas marítimas
Es en las rutas marítimas donde el contrabando de tabaco se produce a mayor escala, ya que se utilizan contenedores de gran tonelaje para el transporte de esta y otras mercancías ilícitas. Como en los casos anteriores, las rutas marítimas elegidas para la introducción de mercancías ilegales en España suelen ser los puertos más transitados. Al elegir estos emplazamientos, las mafias reducen las posibilidades de que su contenedor sea elegido para ser inspeccionado de manera exhaustiva entre los cientos de contenedores que llegan cada día a la península. En España destacan en el tráfico de contenedores los puertos de Valencia, Algeciras, Barcelona, Las Palmas, Bilbao y Santa Cruz de Tenerife, por lo que no es de extrañar que varios de ellos coincidan, además de Vigo, con los puertos favoritos de las mafias para comerciar con tabaco ilegal.
Las Zonas Francas
A la hora de traficar con productos en el mercado negro, las mafias diseñan rutas internacionales de lo más enrevesadas para ocultar sus mercancías ilícitas. Los que suelen ser un paso obligatorio para los contenedores de estos grupos criminales son los puertos de tránsito y las Zonas Francas, que brindan a las mafias una mayor facilidad para camuflar el lugar de partida original de la carga así como el reenvasado o reetiquetado de los artículos con los que comercian. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico advierte de que “la existencia, número y tamaño de las Zonas Francas en un país está estrechamente relacionado con la cantidad de los productos falsificados y pirateados que exporta su economía”. En España hay un total de 7 Zonas Francas: Santander, Barcelona, Vigo, Cádiz, Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria y Sevilla, cuya existencia eleva la posibilidad de que en nuestro país se lleve a cabo el tráfico de mercancías ilegales.
En definitiva, el hecho de que un contenedor desembarcado haya pasado por una de estas zonas antes de llegar al puerto de destino incrementa la posibilidad de que puedan llevarse a cabo actividades ilícitas ya que facilita a las mafias el encubrimiento de mercancías ilegales durante su ruta hasta el lugar de destino sorteando los controles de seguridad.