El violador de Igualada persiguió a la víctima durante varios minutos

Tras su detención, el sospechoso ya ha ingresado en el módulo psiquiátrico de la prisión de Brians / EFE - Enric Fontcuberta
photo_camera Tras su detención, el sospechoso ya ha ingresado en el módulo psiquiátrico de la prisión de Brians / EFE - Enric Fontcuberta
Las cámaras de seguridad, la geolocalización de los teléfonos móviles y la chaqueta robada fueron los indicios que permitieron identificar y localizar al presunto autor de la salvaje violación. El hallazgo del ADN de la víctima en su domicilio fue determinante.

Tras varias días de información a cuentagotas sobre los detalles de la investigación policial y judicial que ha permitido la detención del autor de la salvaje agresión sexual a una menor en Igualada (Barcelona); el juez ha decidido abrir el secreto de sumario. Ahora que la causa ya está encarrilada se han podido conocer, tras esta decisión, otros datos determinantes sobre cómo los agentes de la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) de los Mossos d’Esquadra dieron con el agresor: un joven boliviano, de 21 años, ingresado ya en la unidad psiquiátrica de la prisión de Brians 1.

Uno de estos nuevos datos reveladores, según consta en el sumario adelantado por El País, tiene que ver con que el agresor siguió a la menor de 16 años durante varios minutos antes de acatarla brutalmente. El presunto autor, B.R., aprovechó que iba sola para agredirla sexualmente, robarle la ropa y dejarla abandonada inconsciente, semidesnuda y con fuertes heridas en medio del polígono industrial donde sucedieron los hechos. Un camionero la encontró poco después y creyó que estaba muerta. Ingresó en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, donde tuvo que ser intervenida hasta en cinco ocasiones.

Las claves del caso

Sin embargo, la prueba determinante para cerrar el cerco de la acusación ha sido el hallazgo de ADN de la víctima en una chaqueta que los agentes encontraron en la habitación de B.R. durante los registros. No obstante, como pudo saber en exclusiva eltaquigrafo.com, no ha sido la única prueba.

La geolocalización de los teléfonos móviles del presunto autor y la víctima, así como la chaqueta robada que el detenido regaló a su expareja, o las imágenes extraídas de las cámaras de vigilancia también fueron piezas claves para identificar, localizar y relacionar a B.R. con los hechos. Todos los indicios recogidos estos seis meses han permitido reconstruir la brutal agresión que, según los investigadores, se prolongó durante 20 minutos.

La noche de los hechos

Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 1 de noviembre de 2021, entre las 6:15h de la mañana y las 6:40h. Durante estos 20 minutos el detenido atacó presuntamente a la menor, "propinándole fuertes golpes en la cabeza, con sucesivas penetraciones anales y vaginales mediante la introducción de objetos, empleando la fuerza y la violencia". 

Tras la agresión, B.R. se marchó y la dejó a la menos tirada en el suelo semidesnuda e inconsciente. Se llevó "el abrigo que portaba aquella noche, el vestido y las bragas. La víctima quedó abandonada en un lugar frío, inhóspito, sin apenas tránsito de personas y con importante lesiones, consecuencia de los golpe sufridos y coetáneos a la agresión sexual perpetrada". Según el auto del juez, "de no haber sido asistida con celeridad y prontitud, el resultado no hubiera sido otro que su muerte". 

La chaqueta

Como pudo saber esta redacción en primicia, la chaqueta de la víctima, robada por el agresor, ha sido determinante para confirmar la vinculación del joven con la agresión. Al parecer, B.R. regaló el abrigo robado a quien era su pareja entonces. La mujer, sin saber su procedencia, vistió durante semanas la chaqueta de la víctima. Más tarde esta joven lo denunció por malos tratos.

Las cámaras de videovigilancia

Paralelamente, a raíz de una denuncia puesta por los daños a un vehículo en una zona próxima a la discoteca ÉPIC de Igualada, se visualizó por primera vez al agresor. Es entonces que los investigadores empiezan a investigar a este individuo y a reconstruir sus pasos esa madrugada. Según las cámaras de seguridad de la zona, a las 6:13h se aprecia como empieza a seguir a la joven. "A las 6:15h la víctima y el detenido aparecen en el mismo plano" y se aprecia como el presunto autor "comienza a acelerar el paso, detrás de la menor", hasta que ella se dirige a la calle Paisos Baixos y el "va detrás de ella".

Durante los 20 minutos posteriores "las cámaras no captan imagen alguna de personas transitando por la calle". Únicamente vuelven a grabar al sospechoso a las 6:41h dirección al centro de Igualada. En ese momento, "se aprecia con más detalle su indumentaria (capucha puesta, pantalón negro, zapatillas deportivas blancas) y además, se aprecia como porta una prenda de ropa en la mano derecha – la chaqueta robada -, llevando arremangada la manga derecha".

La geolocalización del teléfono móvil

Tal y como figura en el autor, estos indicios recogidos por las cámaras de vigilancia coinciden con las conexiones de telefonía de la víctima y del agresor. Tanto el móvil del detenido como el de la menor se registraron bajo la misma antena desde las 4:59 hasta las 6:59. Además, este estudio pormenorizado de las tarificaciones telefónicas y las cámaras de seguridad ha permitido descartar, por otro lado, la involucración de otras personas.

Si bien al principio se creyó que había sido una agresión en grupo por la gravedad de las lesiones, los investigadores ya han descartado este extremo. "En el perímetro cerrado alrededor del lugar de los hechos se constata la presencia de al menos 9 personas desconocidas" y “entre las 6:16h ya las 7:25h (momento que es localizada la menor), ninguna de ellas accede a la calle" donde presuntamente se produjo la agresión.

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