Este es el tremendo historial delictivo del grupo que reventaba cajeros de todo el país

Durante el dispositivo se realizaron hasta 23 entradas simultáneas  / CNP - CG - CME
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La investigación ha permitido conocer el amplio historial delictivo de los 14 detenidos, así como su elevado grado de especialización en asaltar cajeros mediante explosivos. Se ha demostrado, además, que eran conocedores de las técnicas policiales

Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos d’Esquadra han desarticulado dos organizaciones criminales, ambas especializadas en robos con fuerza en cajeros automáticos mediante el uso de explosivos caseros. A los arrestados, un total de 14 individuos de nacionalidad española, se les atribuyen 15 hechos delictivos en todo el territorio español; mayoritariamente por cometer estos atracos en los cajeros, aunque también por un par robos violentos simulando ser agentes de policía.

Así, a lo largo de la compleja investigación policial, se constató la existencia de dos grupos, cuyos miembros colaboraban de forma conjunta a la hora de cometer varios de sus asaltos, de los que llegaron a obtener un botín de más de 600.000 euros. Dicha investigación también ha permitido destapar el amplio historial delictivo de los 14 detenidos (siendo la práctica totalidad de sus antecedentes policiales por presuntos delitos contra el patrimonio).

Los primeros asaltos se registraron en verano de 2022

De este modo, los agentes han esclarecido 15 hechos delictivos cometidos entre junio de 2022 y abril de 2023. En junio del pasado año protagonizaron los dos primeros robos con fuerza mediante el uso de explosivos en dos entidades bancarias de los municipios barceloneses de Santa Coloma de Gramanet y Montcada i Reixac, en los que sustrajeron 67.450€ y 127.210€, respectivamente.

Tan solo un mes después, en julio, realizaron otro robo con fuerza mediante uso de artefacto explosivo en una entidad bancaria de Madrid, haciéndose con un botín de entre 50.000 y 90.000 euros.

Poco después, en agosto de 2022 cometieron otros dos robos en otras dos entidades bancarias, esta vez de Málaga, sustrayendo 43.970 y 38.180 euros, respectivamente. Al mes siguiente, protagonizaron otros dos hechos delictivos con el mismo modus operandi en entidades bancarias de Barcelona, que se saldaron con el robo de 47.380 y 92.860 euros.

Se movían por todo el territorio nacional  

El grupo, que se movió por distintas provincias de todo el territorio nacional, siguió actuando durante el otoño de 2022. En octubre, se produjo en Valencia otro hecho delictivo de idéntica naturaleza en el que sustrajeron 40.000 euros. Y en diciembre, se cometieron dos robos más en entidades bancarias de Alcalá de Henares (Madrid) y Alcobendas (Madrid), sustrayendo las cantidades de 46.350 euros y 78.330 euros.

En febrero del presente año se cometieron otros tres robos con fuerza en Madrid; uno de ellos en un concesionario de vehículos de alta gama donde sustrajeron un vehículo; otro, en un establecimiento óptico de Majadahonda, de donde se llevaron gafas, monturas y alarmas valoradas en más de 10.000 euros; y un tercero, en grado de tentativa, en una entidad bancaria de Pinto. Por último, en marzo y abril de 2023 se produjeron los dos robos con violencia referidos en Málaga, en los que parte de los sospechosos simularon ser agentes de policía.

Utilizaban técnicas policiales

La investigación ha permitido conocer el elevado grado de especialización y sofisticación de los detenidos, que eran conocedores de las técnicas policiales en base a su dilatada experiencia. Además, cometían los robos por todo el territorio nacional -desplazándose de una comunidad autónoma a otra- y eran especialistas en el uso de medios, equipamientos y técnicas policiales. De hecho, en los robos violentos en Málaga llegaron a utilizar balizas GPS para localizar a sus víctimas, de quienes disponían información privilegiada de sus negocios y situación económica.

Paralelamente, los investigados también eran especialistas en el robo de vehículos, así como en el posterior “doblado” de placas de matrícula. De esta forma, facilitaban tanto la comisión del hecho delictivo como la huida posterior. Además, dificultaban la labor de investigación policial al calcinar por completo los vehículos o rociar su interior con polvo de extintor para eliminar cualquier tipo de prueba que pudiera incriminarles.

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