Como si se tratase de los populares y ficticios “Hijos de la Anarquía”, varios miembros del motor-club Ángeles del Infierno tienen un largo y oscuro historial de delitos vinculados con el tráfico de drogas, asesinatos y la prostitución.
El motor-club original se fundó tras la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Corría el año 1948 y un grupo nada escaso de militares buscaban en Fontana (California) la anhelada adrenalina vivida en el campo de batalla.
Poco tiempo después, los Hells Angels fueron considerados un grupo de moteros fuera de la ley según la Justicia de los Estados Unidos y Canadá. De hecho, su lema «Cuando hacemos el bien nadie se acuerda de nosotros, cuando hacemos el mal nadie lo olvida», ya es toda una declaración de intenciones.
Y, aunque, hace años que las reyertas protagonizadas por los miembros de este motor-club han disminuido, lo cierto es que su nombre va apareciendo de vez en cuando en los medios de comunicación, normalmente, por su vinculación con mundo del tráfico dedrogas.
En este sentido, varias agencias de inteligencia internacionales clasifican a los Hells Angels como una de las cuatro grandes bandas de motocicletas estadounidenses, junto con los Pagans, los Outlaws y los Bandidos; y sostienen que varios de sus miembros están relacionados con el narcotráfico, el tráfico de bienes robado, la extorsión y la prostitución.
Aun así, sus miembros insisten en que únicamente son “un grupo de entusiastas de las motocicletas”, dejando claro que los delitos se producen de manera aislada.
Su situación en España
El grupo se expandió rápidamente por otros territorios y actualmente se calcula que tienen entre 2.000 y 36.000 miembros repartidos por todo el mundo. En España, por supuesto, también. En nuestro país existen hasta 13 sedes reconocidas de los Ángeles del Infierno, la mayoría de ellas en Cataluña y Andalucía.
Y lo cierto es que, recientemente, se les ha vuelto a escuchar en los medios, tras una redada de la policía catalana en la que se detuvieron hasta 19 personas vinculadas con el club de moteros.
En esta ocasión, los Mossos d’Esquadra intervinieron en 13 registros, realizando entradas en locales, sedes y viviendas relacionadas directamente con el club o con sus miembros.
Actualmente, de los 19 detenidos, doce han pasado a disposición judicial del del juzgado de instrucción 3 de Reus. Según fuentes del TSJC, el magistrado ha decretado la prisión provisional eludible con una fianza de 6.000€ para 2 de ellos.
Para los otros 10 detenidos se ha acordado la libertad provisional con medidas cautelares, entre ellas la retirada del pasaporte, la prohibición de salida del territorio nacional y comparecencias semanales en el juzgado.
Otros casos de delincuencia en los Hells Angels
Con todo, los Ángeles del Infierno han hecho honor a su nombre en varias ocasiones, protagonizando actos vandálicos y delitos desde su llegada a España.
En este sentido, en febrero de 2018, los Mossos d’Esquadra detuvieron a 17 personas relacionadas con el tráfico de drogas y el asesinato de un motero de otra banda en Sabadell. Para los 3 involucrados en el asesinato la jueza de instrucción de Sabadell decretó prisión provisional comunicada y sin fianza.
Los tres imputados por este homicidio formaban parte de la sección Nomads y estaban acusados por agredir el 24 de septiembre de 2017 a un miembro del grupo de los Renegados, al que encontraron cuando se desplazaban en moto junto a un colega.
Los miembros de HellsAngels empezaron a increpar y a entorpecer la circulación de los dos moteros de la banda rival cuando los encontraron en la Gran Vía de Sabadell, uno de los cuales logró huir, mientras que el otro se detuvo en un polígono de Castellar del Vallès, donde le propinaron una paliza, hasta que lo dejaron malherido e inconsciente en el suelo.
El motero herido falleció el 9 de diciembre de ese mismo año en el Hospital de Granollers, debido a las lesiones sufridas por la agresión.
Anteriormente, se habían hecho otras múltiples y masivas detenciones de miembros del grupo por delitos de asociación criminal, tentativa de homicidio, tráfico de armas y de droga, entre otros. En una de estas ocasiones se llegó a detener hasta 56 miembros del motor-club.
En 2009, nueve motoristas de los Hells Angels asesinaron a un notario en Torrevieja por lo que fueron condenados a 67 años de prisión. Ese mismo año se decretó prisión para la cúpula del grupo, residentes en Barcelona, acusados de amenazas, extorsión, coacciones, asociación ilícita, posesión ilícita de armas, tráfico de drogas y delitos conexos. Ingresaron en la cárcel el presidente y el tesorero.
Esta fue una operación masiva conjunta entre los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil y permitió desmantelar temporalmente la asociación, la cual, con tiempo se recuperó y volvió a las andadas.