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Jordi, el armero del Club de Tiro de Granollers, se negó a entregarle varias armas a su homicida

Carnet de socio de Jordi L.S. el autor del tiroteo mortal en el Club de Tiro de Granollers   /  Cedida
photo_camera Carnet de socio de Jordi L.S. el autor del tiroteo mortal en el Club de Tiro de Granollers / Cedida

Jordi, el armero, se encargaba de vigilar la sala de tiro de precisión, de vender la munición a los socios y prestar alguna arma de forma puntual. Antes de morir se negó a entregarle unas armas a su homicida porque estaban cerrando el local 

Los socios del Club de Tiro de Granollers, situado en el término municipal de Canovelles (Barcelona) siguen consternados por el tiroteo que un joven socio, Roger L.S., protagonizó este pasado sábado en el interior del local. Sin mediar apenas palabra, asestó hasta cinco disparos por la espalda al armero, el responsable de la sala de tiro de precisión. Jordi, la víctima, quedó en estado crítico y las facultativos del Sistema de Emergencias Médicas no pudieron hacer nada por salvarle la vida.

Fuentes vinculadas al Club han explicado a eltaquigrafo.com que Jordi llevaba poco más de un año como responsable de la sala de tiro de precisión. “Era un hombre muy grandote, él se encargaba de vigilar la sala de tiro de precisión, porque siempre requiere de un profesional a su cargo, además, vendía la munición a los socios y prestaba alguna arma de forma puntual a aquellos que no tenían la suya”. Según las mismas voces, Jordi no tenía enemistad manifiesta con nadie, tampoco con su agresor.

Jordi se negó a entregarle varias armas y munición

“Roger estaba practicando cuando de repente le pidió a Jordi una gran cantidad de armas y munición que éste le negó, porque ya estaban cerrando el local”, apunta un socio para esta redacción. Lo que vino después, y que es lo que deben averiguar los investigadores, sigue sin conocerse, pero tras esta breve conversación el socio apuntó con su arma, de calibre 22, al armero y le asestó cinco disparos.

Al ser un sábado por la tarde, los hechos sucedieron sobre las 19:30 horas, en plena Semana Santa, el Club estaba prácticamente vacío y los pocos socios que oyeron las detonaciones y vieron a Roger L.S. huyendo, no pudieron barrarle el paso y retenerlo. El presunto homicida se llevó consigo dos armas de fuego y un arma blanca, arsenal que agentes de la Policía Nacional le incautaron tras detenerlo doce horas después, en la Estación del Carmen de Murcia; a más de 600 kilómetros de distancia.

Se enfrentó con un socio antes de huir

Antes de huir del Club de Tiro, y según adelanta El Periódico, el homicida encañonó su arma contra el socio que intentó barrarle el paso. Luego salió corriendo del local hasta que paró un coche por los aledaños y apuntó con su pistola a la mujer que lo conducía. Se subió al vehículo y la obligó a llevarle de Canovelles al barrio de Les Corts de Barcelona.

El presunto autor del tiroteo mortal se bajó del coche y anduvo varios minutos, pasadas las 20.00h de este sábado santo, hasta llegar a la zona de Pedralbes. En un servicio de autolavado observó a dos jóvenes que acababan de estacionar su vehículo y se dirigió a ellas. De nuevo, como ya hizo con la primera víctima, las apuntó con su arma, se subió al coche y las obligó a conducir durante más de 600 kilómetros, toda la noche, hasta llegar a Murcia.

Detenido en la Estación del Carmen de Murcia

Al llegar a su destino y bajar del coche, las víctimas llamaron a la policía, lo que permitió a los agentes de la Policía Nacional detener al sospechoso poco después, cuando estaba a punto de coger un tren. 

El joven, a punto de cumplir 20 años, quedó detenido en Murcia y sigue en los calabozos de la Policía Nacional, previsiblemente hasta este martes, cuando pasará a disposición judicial. Se prevé que el juez murciano se inhiba en favor de su homólogo de Granollers, correspondiente a la partida judicial donde sucedieron los hechos.

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