La operación ‘Villano’ de Policía Nacional y Vigilancia Aduanera permite la detención de siete personas, dedicadas a la introducción de contenedores contaminados con cocaína en los puertos de Valencia y Barcelona
Agentes de la Policía Nacional, junto con Vigilancia Aduanera y las autoridades de Colombia, han logrado interceptar tres contenedores marítimos que ocultaban 1.200kg de cocaína. Esta investigación transnacional ha permitido la completa desarticulación de una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína desde Sudamérica hasta los puertos de Valencia y Barcelona. Logrando, además, la detención de sus siente integrantes.
Según ha informado la Policía, la investigación se inició a comienzos de este 2023. Gracias a los canales de cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico se detectó la presencia de un entramado criminal dedicado a la introducción de contenedores contaminados con cocaína, principalmente a través de los citados puertos peninsulares y con sede logística en la ciudad de Valencia.
Un primer contenedor con destino Barcelona
Tras varias gestiones policiales, los investigadores detectaron en enero un primer envío de tres contenedores desde el Puerto de Cartagena (Colombia) hasta el Puerto de Barcelona, declarando como mercancía legal sacos de pegamento para cerámica. Tras inspeccionarlos, entre la mercancía de uno de los contenedores interceptaron 1.003 paquetes de cocaína con un peso bruto de 1.124 kg.
A raíz de esta primera intervención, el entramado criminal cambió la empresa destinataria de sus contenedores contaminados con el objetivo de enmascarar la llegada de una nueva partida de droga.
Pillan a los narcos in fraganti en Valencia
Sin embargo, el trabajo policial permitió detectar la llegada de dos nuevos contenedores procedentes de Guayaquil (Ecuador) al Puerto de Valencia. Tras abandonar el recinto portuario, los investigadores advirtieron que los contenedores fueron trasladados a una nave – la sede de la empresa logística controlada por el entramado- y observaron cómo sus miembros manipulaban la base de uno de dichos contenedores, sacando numerosos paquetes del interior de la estructura.
Esto precipitó una intervención policial que se saldó con la detención de cinco personas. Tras una inspección exhaustiva de los dos contenedores, se incautaron otros 130 paquetes de cocaína con un peso bruto de 143 kilos. En esa misma nave, se localizó un vehículo que disponía de un compartimento oculto en la zona trasera, preparado para el transporte de sustancias estupefacientes.
La investigación permitió realizar otros dos registros, uno de ellos en el domicilio del principal sospechoso. Ahí se intervinieron 80.000 euros en efectivo y 9 teléfonos móviles, algunos de ellos con comunicaciones encriptadas.
Otros dos detenidos más
Sin embargo, la investigación siguió en marcha, abriéndose una nueva línea de investigación sobre las personas que se encontraban detrás de la importación de la mercancía. De esta forma, a finales del mes de marzo, se detuvo a una sexta persona, responsable de otra empresa del entramado, la que iba a recibir el primer contenedor que se incautó en Barcelona.
Por último, a mediados de abril, los agentes detuvieron a otro miembro de la organización encargado de conseguir y facilitar el vehículo caleteado para el transporte y distribución de la droga, desarticulando por completo la organización.