Según han comentado a eltaquigrafo.com fuentes próximas a la actual cúpula policial de los Mossos d’Esquadra, ni Eduard Sallent, ni cualquier otro mando directivo de la policía catalana, habría presionado al intendente Antoni Rodríguez, exjefe de la División de Investigación Criminal (DIC), para que diluyese la investigación sobre el exconseller de Interior, Miquel Buch; a quien la Fiscalía acusa de prevaricación y malversación.
Sallent dice que no sabía nada
Estas fuentes contrastadas añaden que, en 2019, Sallent, quien era entonces el máximo responsable policial de los Mossos, renunció explícitamente a tener conocimiento de las investigaciones que llevaba a cabo la policía judicial, al entender que son unidades que trabajan directamente con jueces y fiscales. Esas mismas voces reconocen que Sallent solamente se dirigió una vez al intendente Rodríguez, para interesarse por una investigación que hacía referencia a unas “urnas”.
De esta forma, la actual Dirección de la policía catalana niega presiones al exjefe de la DIC, a quien acaban de enviar a la comisaria de Rubí (Barcelona), tras ser defenestrado de su cargo con la llegada de la nueva cúpula policial de los Mossos.
El TSJC dice que se informó a Sallent de la medida de protección
Además, estas fuentes señalan que Sallent se enteró poco menos que por la prensa que el intendente había pedido amparo ante el TSJC. Sin embargo, fuentes del del Alto Tribunal catalán, consultadas por este medio, señalan que cuando la Sala Civil y Penal facilitó dicha protección al intendente – por las presiones que estaba recibiendo por la investigación contra Buch – se comunicó de inmediato al comisario Eduard Sallent. Las mismas voces judiciales aseguran que, además, se le indicó al comisario responsable del cuerpo que no se inmiscuyera en las indagaciones que se estaban llevando al respecto del entonces conseller de Interior.
De este modo, el TSJC dio total credibilidad a los temores y a la denuncia presentado por el intendente Rodríguez. Ahora hace tres semanas, tras la destitución del mayor Trapero, la Dirección General de los Mossos también fulminó al jefe de la DIC de su cargo y hoy se ha conocido su nuevo destino: la comisaria de Rubí. Con el fin de la protección judicial que le otorgó el Tribunal catalán, el intendente se vio desterrado de su puesto de trabajo, a pesar de haber liderado varias investigaciones de verdadera trascendencia social, como las que tienen que ver con la marihuana en Catalunya.
Antecedentes
Cabe recordar en este sentido que Rodríguez fue encomendado, por parte de la Fiscalía, a dirigir una investigación contra Miquel Buch al existir indicios que demostrarían que el exconseller habría creado irregularmente una plaza como asesor del conseller para dar cobertura al sargento Lluís Escala, hombre de confianza de Carles Puigdemont, con el fin de darle una tapadera salarial y profesional. Ese puesto otorgaba patente de corso a Escala para continuar dando servicio de seguridad y escolta a quien fue el presidente de la Generalitat, reclamado, desde hace 4 años por la justicia española.
Para ello, y para no pasarse del presupuesto, Buch suprimió dos plazas de seguridad ciudadana en la comisaria de Ciutat Vella, distrito especialmente castigado por la criminalidad.