Si estás pasando por una mala situación personal, padeces alguna enfermedad mental o tienes pensamientos suicidas, puedes recibir ayuda de tu médico de cabecera o acudir a Urgencias. También puedes acudir a una persona de tu confianza, comunicarle lo que te está sucediendo y buscar la compañía de alguien que te aprecie y con quien te sientas a gusto.
Otros recursos disponibles son el Teléfono de la Esperanza, con el que puedes contactar llamando al 91 459 00 55 o al 717 003 717 (aquí tienes el listado completo del teléfono de sus sedes en España y otros lugares del mundo), y el Teléfono contra el Suicidio, disponible en el 91 138 53 85.
El pasado 28 de diciembre una joven de 20 años se quitó la vida en Navas de San Juan, en Jaén, después de sufrir sistemáticamente acoso en redes sociales por su orientación sexual. Según ha explicado el portavoz de la familia e integrante de Fundación Internacional de Derechos Humanos, Luis Francisco Sánchez, varios usuarios anónimos suplantaron su identidad en redes durante meses para publicar contenido con el objetivo de "destruir su imagen".
La joven y su familia denunciaron los hechos a la Guardia Civil hasta en 4 ocasiones. Sin embargo, el machaque constante que sufría acabó ganando la batalla, hasta que la joven solo vio luz en la oscuridad: quitándose la vida. Las autoridades “no llegaron a tiempo” lamenta Sánchez.
Ni personal, ni herramientas, ni facilidades
Por desgracia, comenta Selva Orejón, fundadora de la consultoría OnBranding, una agencia transversal que vela por la imagen y reputación digital, “de los últimos cuatro casos que conocemos de ciberacoso en redes, los cuatro han terminado en suicidio”. Realidad que vincula estrechamente con una carencia “extrema” de personal humano especializado en la materia en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la falta de implicación por parte de las plataformas digitales en la prevención y detección de estos casos y, por último, en la imperiosa necesidad de educar a los jóvenes en este sentido, desde la escuela.
“Los cuerpos policiales van perdidos ante este tipo de delitos. No tienen ni el personal, ni el material apropiado para hacer frente a estos casos de ciberacoso. Además, -añade Orejón-, las plataformas sociales no ponen de su parte. Ya existe la tecnología para detectar estos casos y frenarlos, pero no se emplea en este sentido”, explica la fundadora y directora ejecutiva de OnBranding.
Todo ello en un contexto en el que según datos del Ministerio del Interior los ciberdelitos ya copan el 16,3% del total de delitos penales registrados en España. En especial, los que tienen que ver con la ciberdelincuencia sexual y el acoso.
Un caso que ha avanzado muy lentamente
Es por eso, por lo que, desde su agencia se trabaja de forma transversal – desde la vertiente tecnológica, hasta la más humana y psicológica – para poner remedio a una realidad creciente en las redes sociales. Cuando se denuncian casos como el de la joven de Jaén se pone en marcha toda una red de profesionales para frenar el acoso y dar apoyo y calor a la víctima. Lamentablemente, los cuerpos policiales carecen muchas veces de toda esta infraestructura humana y de recursos, desembocando en que muchas denuncias se alargan y prolongan en el tiempo hasta desenlaces trágicos como el del pasado 28 de diciembre.
La Guardia Civil y el Juzgado de Instrucción de La Carolina (Jaén) investigaban desde el pasado agosto una de las denuncias interpuestas. Según fuentes cercanas al caso, el 21 de diciembre desde el juzgado se citó a las partes, incluida una persona sospechosa de ser la autora de la suplantación de identidad. Sin embargo, aunque el portavoz de los padres de la joven asegura que desde el entorno familiar "sospechan" quiénes pueden ser las personas involucradas en el acoso sistemático a su hija, recalca que hay que "respetar la presunción de inocencia y las investigaciones”.
De no ser así, añade Selva Orejón, se podría estar incurriendo en otro caso de acoso. “Señalar a una persona de acosador o acosadora y que luego resulte no serlo, puede ocasionas consecuencias igual de trágicas para quien es acusado” previene la ciber investigadora, muy curtida en el tratamiento de este tipo de casos.
Los ciberdelitos: la nueva lacra a combatir
Según el último informe sobre Criminalidad, elaborado por la Dirección General de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, la ciberdelincuencia aumentó en 2020 un 32% respecto al 2019. Y aunque es cierto que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con ayuda de ciber investigadores reputados, han empezado a diseñar estrategias para desarmar a estos delincuentes, casos como el de la joven de Jaén vuelven a poner sobre la mesa la carencia de recursos que disponen los cuerpos policiales a la hora de hacer frente a este tipo de delitos.
Sin embargo, tiene que quedar claro que la voluntad de mejora existe, aunque, ciertamente, avanza muy lentamente.
¿Cómo debemos informar los medios sobre el suicidio?
Paralelamente a todo ello, este caso nos conduce de nuevo a valorar cómo los medios de comunicación debemos informar de este tipo de sucesos. Y si bien es cierto que hay mucha dualidad de opiniones al respecto, según la OMS “el silencio es el peor enemigo del suicidio”. Es por ello, por lo que desde la Organización Mundial de la Salud se insta a “la información responsable para reducir los comportamientos suicidas”. Esto se traduce en evitar el lenguaje sensacionalista, fotos o descripciones detalladas del método utilizado o presentar esta conducta como la solución a un problema.