Novedades en el caso Helena Jubany: después de que un informático forense analizara el antiguo ordenador de ‘la Bibliotecaria de Sabadell’, asesinada el 2 de diciembre de 2001, sus familiares han pedido la imputación de tres nuevos sospechosos que podrían estar relacionados con el crimen. La familia ha concretado que dos de ellos son personas relacionadas con la Unió Excursionista Sabadell, entidad de la que Jubany formó parte; y, una tercera persona, un hombre que habría aparecido tras la investigación del disco duro del ordenador de la joven.
De este modo, el hermano de Helena Jubany pretende evitar que el caso prescriba el próximo mes de diciembre de 2022, sin que nadie se haya sentado por el crimen en el banquillo de los acusados. "Necesitamos que se las impute para interrumpir esa prescripción. Si no hay una imputación formal antes de febrero de 2022 habrán transcurrido los 20 años de la muerte de Jubany y no se les podrá llevar a juicio, aunque luego se descubra su responsabilidad", expuso el abogado de la familia, Benet Salellas.
Cartas anónimas, ansiolíticos y quemaduras en la piel
Con todo, la joven bibliotecaria, de 27 años, fue asesinada el 2 de diciembre de 2001 en Sabadell. Encontraron el cadáver tirado en un patio interior. Estaba desnuca y con el cuello lleno de quemaduras. Un mes antes del crimen, Helena recibió dos cartas anónimas: en una le daban unas pastas y una horchata, que era su bebida preferida. En la bebida, que la llevó a analizar, le habían introducido varios ansiolíticos, el mismo fármaco que hallaron en su cuerpo tras el crimen. De hecho, la autopsia confirmó que cuando fue lanzada, la víctima se encontraba en un estado de semi-coma.
A partir de entonces, abrieron una investigación policial para esclarecer las circunstancias de la muerte. Después de las pruebas caligráficas y de conocer que la víctima fue hallada en el patio interior del bloque donde vivía de una de las sospechosas, Montserrat Careta; ésta y Ana Echaguivel, dos compañeras del centro excursionista de Sabadell, quedaron detenidas por su pregunta vinculación con el crimen. Las dos ingresaron en cárcel de manera provisional por su presunta implicación en el crimen. Careta se suicidó en prisión. Echaguivel salió en libertad en 2005 por falta de pruebas.
Sobre el principal sospechoso, Santi Laiglesia, pareja y abogado de Careta en el momento de los hechos, siguen sin aparecer indicios claros que justifiquen su implicación en el crimen.
Las últimas novedades del caso
En verano de 2020 se reabrió un caso que estaba parado desde 2005 cuando el entonces juez de Sabadell decretó el archivo al no encontrar indicios suficientes para incriminar al responsable. En mayo de 2021, el juzgado de primera instancia 2 de Sabadell acordó la reapertura de la investigación para analizar el disco duro del ordenador de la víctima, que no había sido revisado antes.