El culebrón que ha desencadenado Ángela Dobrowolski, mujer del reconocido productor musical, Josep María Mainat, ha dado un nuevo giro. Después del presunto intento de acabar con la vida de su marido inyectándole una dosis extra de insulina que, debido a su diabetes, lo dejó en coma, Dobrowolski, de 37 años, intentó cobrar cheques a nombre del productor de Gestmusic, por valor de 4.100 euros. El productor televisivo y exmiembro de La Trinca se dio cuenta del engaño y la denunció, por segunda vez, ante los Mossos d'Esquadra.
Los agentes que investigan su caso la detuvieron el pasado, 21 de septiembre, pocos días después de que la mujer ya fuera arrestada una primera vez por, presuntamente, haber intentado matar a su marido mientras éste dormía. Esta vez, sin embargo, lo hacía como sospechosa de falsificación documental y estafa. Como ha publicado La Vanguardia, y ha podido comprobar este medio, el juez de instrucción, número 32, de Barcelona, decretó su libertad en ambas ocasiones, con la obligación de presentarse a firmar en el juzgado cada semana.
Mainat contrató seguridad privada
A pesar de las más que evidentes desavenencias, la pareja siguió compartiendo techo después de la primera detención, aunque Mainat, como ha adelantado esta redacción, tomó algunas precauciones y contrató un servicio de seguridad privada para vigilar los movimientos de Dobrowolski dentro y fuera del domicilio familiar.
De hecho, quien alertó a Mainat del extraño comportamiento de su esposa, tras el incidente del coma, fue su hijo mayor, Pol Mainat, hijo de Mainat y Rosa María Sardà. Pol, al parecer, mantiene una pugna económica abierta con su madrastra e interpuso la denuncia contra ella cuando su padre aún estaba en el hospital recuperándose del cuadro de hipoglucemia. Tras recabar varios indicios, los agentes comprobaron que, efectivamente, hubo movimientos extraños durante la noche de los hechos, por lo que Dobrowolski fue detenida por tentativa de asesinato con alevosía. El primogénito considera, como piensan los investigadores, que Dobrowolski trazó un plan premeditado para acabar con la vida de su esposo, de 72 años, y así, recibir parte de su multimillonaria herencia.
De esta forma, y además de la estafa, la policía investiga si la mujer diseñó un plan para acabar con la vida de su marido la madrugada del 22 al 23 de junio, cuando de noche acudió a la habitación de Mainat, mientras dormía, a administrarle insulina. Ella, sin embargo, insiste en que le suministró unas vitaminas para adelgazar.