El caso del expresidente de Angola, Eduardo Dos Santos, todavía no puede concluirse como muerte natural. Después de realizarse la autopsia del cuerpo de dos Santos, fallecido en Barcelona el pasado 1 de julio tras sufrir una parada cardiorespiratoria, el Juzgado de Instrucción 11 de la capital catalana ha ordenado la realización de pruebas foresenses complementarias.
Dadas las amenazas que denunció la hija de Dos Santos, Tchizé dos Santos, en las que se apuntaba la probabilidad de que su padre hubiese sido víctima de un complot, orquestado por el Gobierno de su propio país, el juez ha ordenado la realización de estas pruebas, incluso después de que la autopsia haya determinado una aparente muerte natural. Para la autoridad judicial prima la investigación antes que poder entregar el cuerpo.
En este sentido, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), hasta que no se realicen dichas diligencias, ni la familia, ni las autoridades de Angola podrán recuperar el cuerpo de Eduardo dos Santos para darle sepultura.
Las sospechas de la familia
Las sospechas de la familia se incrementaron después de que el Gobierno de Angola, cuyos varios de sus mandatarios se desplazaron hasta la Ciudad Condal, empezaran a presionar para llevarse el cuerpo y enterrarlo en su país. Sin embargo, la hija de dos Santos, representada por los despachos Carmen Varela Abogados de Familia y Molins Defensa Penal, indicó que la voluntad de su padre era ser enterrado en Barcelona, donde residía desde 2019 huyendo, precisamente, de la persecución política que vivía en su país.
En este sentido, los abogados de Tchizé dos Santos señalaban en una nota de prensa a la que tuvo acceso eltaquigrafo.com que la familia del expresidente llevaba un tiempo denunciando una despiadada persecución política por parte del actual presidente del país. Por eso, dos Santos «optó por exiliarse voluntariamente en España en 2019, concretamente en la ciudad de Barcelona«.
El ingreso en el Teknon
Los letrados apuntan que dos Santos estaba ingresado desde el pasado 24 de junio en la clínica Teknon de Barcelona tras sufrir «un paro respiratorio» que lo dejó en coma inducido, completamente sedado y conectado a aparatos médicos. Para la familia «existen una serie de indicios que la muerte de dos Santos se produjo en condiciones sospechosas» y por eso su hija interpuso la pertinente denuncia ante los Mossos d’Esquadra.
Los principales sospechosos para la hija del exmandatario son su doctor personal, el doctor Alfons, y la segunda esposa de Dos Santos, Ana Paula C., con quien se casó en 1991 en Angola y se separó al dejar la presidencia en 2017. «El denunciado doctor Alfonso era aparentemente el médico de confianza de dos Santos. No obstante, se ha podido conocer que el mismo es un alto cargo del ejército angoleño, y que está pagado por el actual gobierno de Angola tal como el propio ministro angoleño ha afirmado ante los medios de comunicación internacionales a la entrada del hospital Teknon», señalaba la familia. Todo ello motivó la creencia de que dos Santos fue asesinado en un complot gubernamental, orquestado por el actual Gobierno angoleño.
Es más, se da la casualidad de que Ana Paula poco antes de su muerte, después de años separados y sin interesarse por dos Santos, se instaló en su casa de Barcelona. . La hija denuncia que su presencia "fue impuesta de manera coactiva» y que desde su llegada la salud de su padre «empeoró gravemente"