Los homicidios de Flix y Lloret y la vigente amenaza de las mafias de la marihuana en Catalunya

Eduard Sallent, el jefe de la policía autonómica catalana
photo_camera Eduard Sallent, el jefe de la policía autonómica catalana
Los Mossos investigan como homicidio la muerte de un hombre aparecido este jueves en medio una plantación de marihuana en Flix (Tarragona). Y, por otro lado, encuentran el cadáver de un hombre quemado en una casa de Lloret de Mar (Girona) en cuyo interior se encontraba una plantación de marihuana

Dos muertes violentas, ambas, presuntamente, relacionadas con el tráfico de marihuana. Un caso en Flix (Tarragona), el otro en Lloret de Mar (Girona) y aunque, según fuentes de la policía catalana, no se cree que ambos homicidios tengan relación, estos hechos demuestran la preocupación de los Mossos d’Esquadra acerca del auge de las mafias de la marihuana en Catalunya y de la amenaza real que su presencia puede suponer para la convivencia de la ciudadanía.

Ajuste de cuentas en Flix

La División de Investigación Criminal de Terres de l’Ebre de los Mossos ha confirmado el móvil criminal de la muerte de un hombre de 26 años y nacionalidad española aparecido la madrugada de este jueves en una plantación de marihuana en una masía de Sebes, en el municipio de Flix (Tarragona). La policía catalana investigará el caso como un homicidio tras recabar indicios suficientes como para creer que se trata de un posible ajuste de cuentas entre clanes rivales por el control del tráfico de marihuana en Catalunya.

El cuerpo de la víctima se encontraba tumbado en el suelo y presentaba lesiones, según se informó en un comunicado policial. Cerca del cadáver, se localizó también un coche. Los Mossos, que estaban pendientes de los resultados del estudio forense del cuerpo, han tardado más de un día a confirmar que se trata de un caso de muerte violenta.

Queman a un hombre en Lloret

Por otro lado, los Bomberos de la Generalitat han recibido el aviso este viernes de un incendio en una vivienda situada en la calle Tordera de Lloret de Mar (Girona), gracias a la llamada de un testimonio que veía salir humo de la casa. Los propietarios y la policía local han sido los primeros a llegar y han advertido de la presencia de una persona muerta en el interior de la casa.

Cinco dotaciones de los bomberos han acudido al lugar de los hechos y, cuando han apagado el incendio, se ha podido comprobar que en el interior había una persona semicalcinada con aparentes signos de muerte violenta. Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para averiguar la identidad de la víctima y poder determinar si se trata de un homicidio.

Aunque se desconoce el origen real de la muerte, la hipótesis de que se trata de un homicidio cobra bastante peso por el hecho de que en la planta inferior de la vivienda han localizado una plantación de marihuana, lo que podría apuntar a un caso relacionado con drogas.

La preocupación de los Mossos

Ambas informaciones, junto con las últimas macrooperaciones policiales en el marco de la lucha contra el tráfico de marihuana en Catalunya, confirman los temores del jefe del cuerpo, Eduard Sallent, que a principios de verano ya alertaba sobre la «la amenaza real» a la que se expone Catalunya con el auge de estas mafias.

«Catalunya se ha convertido en el epicentro del mercado ilegal de marihuana en Europa» afirmaba Sallent para TV3. «Hemos pasado —concretaba — del consumo de proximidad al crimen organizado. Estas organizaciones dedicadas a la actividad delictiva están eligiendo Catalunya para aposentarse y dirigir sus negocios desde aquí». «Y esto implica posibles narcoasaltos, mucha violencia, tráfico de armas, posibles homicidios, incluso podría conllevar un aumento del tráfico y la explotación de personas y, sin duda una amenaza para la economía y para la calidad democrática de Catalunya».

Últimas intervenciones policiales

El pasado 4 de agosto, un macro operativo policial, dirigido por los Mossos d’Esquadra, permitió desmantelar un entramado criminal, asentado en distintos puntos de Catalunya, dedicado al tráfico internacional de marihuana.

Se trata de una sangrienta organización criminal, con una larga lista de antecedentes por delitos violentos, tiroteos y asesinatos en el norte de Europa, que había encontrado en Catalunya un cómodo lugar, de clima mediterráneo, donde aposentar su negocio de marihuana. Dicho entramado se había asociado con otras mafias originarias de Polonia y el Reino Unido con el objetivo de aunar recursos y optimizar sus infraestructuras logísticas.

La intervención policial que puso a esta organización patas arriba se desarrolló hasta en 12 municipios, localizados en el área metropolitana de Barcelona, y permitió detener, en distintas fases, a 20 de sus presuntos integrantes, entre ellos los dos líderes del entramado, sospechosos de varios delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas y defraudación de fluido eléctrico.

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