Los Mossos reconstruyeron la violación de Igualada tras el visionado de 155 cámaras de seguridad

Agentes de la científica durante el registro de la habitación del detenido  /   CME
photo_camera Agentes de la científica durante el registro de la habitación del detenido / CME
A raíz del visionado de 155 cámaras de seguridad, cercanas al lugar donde se produjo la brutal violación en Igualada, los investigadores de la Unidad Central de Agresiones Sexuales dieron con el sospechoso

Más de un centenar de agentes de los Mossos d’Esquadra han trabajado intensamente durante estos últimos seis meses para resolver la brutal violación a una menor de edad en Igualada (Barcelona) el pasado 1 de noviembre. Una agresión salvaje, sin precedentes, que dejó a la víctima al borde de la muerte. Una violación de la que no existen ni testigos oculares, ni relación entre el agresor y la víctima.

Visionado de las cámaras de seguridad

Ante esta compleja situación, pues los agentes carecían de fuentes personales de las que obtener información veraz con cierta facilidad, los investigadores de la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) empezaron a recoger indicios para reconstruir el recorrido que la menor realizó la noche de los hechos. Eso condujo a recuperar las imágenes de las cámaras de seguridad cercanas al lugar de los hechos, el polígono industrial Les Comes de Igualada. El objetivo era rehacer, a través del visionado de dichas imágenes, el camino que hizo la joven desde que salió de la discoteca EPIC hasta que fuel atacada.

Para ello, los investigadores tuvieron que visionar 155 cámaras de seguridad. Cualquier detalle iba a ser clave para identificar al agresor (o agresores, porque en un primer momento no estaba clara si la autoría era individual o múltiple). Se empezó entonces con el minucioso trabajo de análisis de las imágenes de videovigilancia. “Se hizo un seguimiento de todas las personas y vehículos que aparecían en un área cercana a la víctima durante el espacio-tiempo que se produjo la agresión”, aseguran fuentes de la policía catalana.

Entre los sospechosos, destacó uno…

Durante la visualización de estas imágenes, se pudo identificar a un sospechoso. Este individuo aparecía en diferentes cámaras de seguridad de la zona aledaña a los hechos. Se trataba de un joven que protagonizó varios destrozos en vehículos estacionados en el polígono. Se le detectó tras una denuncia interpuesta por estos hechos. Fue entonces que los agentes de la UCAS se centraron en él y en el recorrido que este joven hizo la noche de los hechos.

Fue entonces que se detectó, gracias al visionado, que su trayectoria tuvo puntos en común con la de la víctima. Según el sumario del caso, a las 6:13h de esa madrugada se aprecia como este joven empieza a seguir a la joven. «A las 6:15h la víctima y el detenido aparecen en el mismo plano» y se aprecia como el presunto autor «comienza a acelerar el paso, detrás de la menor», hasta que ella se dirige a la calle Paisos Baixos y el «va detrás de ella».

Durante los 20 minutos posteriores «las cámaras no captan imagen alguna de personas transitando por la calle». Únicamente vuelven a grabar al sospechoso a las 6:41h dirección al centro de Igualada. En ese momento, «se aprecia con más detalle su indumentaria (capucha puesta, pantalón negro, zapatillas deportivas blancas) y además, se aprecia como porta una prenda de ropa en la mano derecha – la chaqueta que le robó a la menor -, llevando arremangada la manga derecha».

La chaqueta y la geolocalización

Con este primer indicio los agentes se centraron más a fondo en este joven, que, finalmente ha resultado ser el agresor. Se pudo identificar quién era y a partir de ese momento se pidió el estudio de su geolocalización a través de su teléfono móvil. Su ubicación coincidía plenamente con la de la víctima. Además, la pieza que confirmó su relación con los hechos fue conocer que la exnovia del sospechoso vestía la chaqueta que él mismo le robó a la víctima la madrugada de los hechos.

A prisión directamente

Con todo estos indicios, y ante las evidencias de que se trataba, efectivamente, del brutal agresor, el pasado 21 de abril, por orden del Juzgado de Instrucción 4 de Igualada, se procedió al registro de su domicilio y, posteriormente, a su detención. El joven ingresó en prisión provisional y, actualmente, se encuentra en el módulo psiquiátrico de Brians 1, acusado de agresión sexual y homicidio en grado de tentativa.

El joven, de origen boliviano de 21 años, además, tenía antecedentes por violencia sexual.

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