Los peligros de Internet de la mano del perito informático Bruno Pérez Junca

El experto presentó algunos de los principales peligros que podemos encontrarnos en Internet  /  Archivo
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El informático forense, Bruno Pérez Junca, da una clase magistral sobre ciberseguridad y ciberdelincuencia en el Cercle Artístic de Barcelona. El experto dejó a los asistentes estupefactos al demostrar lo vulnerables que somos ante los peligros de la red

Sus consejos: leer más, ser más responsables y pedir ayuda cuando no sabemos algo. “Parece ser que en cuestiones de tecnología todos somos unos expertos, nadie lee los manuales, ni las instrucciones, nadie pide ayuda e instalamos cualquier dispositivo bajo el método ‘siguiente-siguiente-siguiente-aceptar’”. Sin ser conscientes, aseguraba este lunes el informático forense Bruno Pérez Junca ante los asistentes a su clase magistral en el Cercle Artístic de Barcelona, de los peligros que estamos “aceptando”.

Bruno Pérez Junca fue el invitado a la última jornada de "L'Artístic: vermut negro y literatura criminal" que el Reial Cercle Artístic de Barcelona organiza cada mes junto con eltaquigrafo.com

La vulnerabilidad de los dispositivos conectados

Ponía un ejemplo: “cualquier dispositivo que se conecta a la red, desde un teléfono móvil hasta una impresora, puede ser fácilmente interceptado, siendo una tercera persona quien tome el control de un dispositivo ajeno, que podría ser el tuyo”. Solo se necesita la IP y cualquiera con cuatro conocimientos básicos de informática podría colarse en nuestra impresora y llegar, incluso, a crear archivos en el espacio de la nube que este dispositivo ocupa y genera en la red.

De este modo, proseguía Pérez, acompañado del director de eltaquigrafo.com, el periodista Carlos Quílez, “si yo soy muy malo y tengo muchos documentos de pornografía infantil en mi ordenador y no quiero que me los pillen, buscaré cualquier dispositivo vulnerable, conectado a la red, tú impresora, por ejemplo, y lo guardaré ahí”.

Peligros que no sabemos asumir

Los mismo pasa, advertía, con las redes de wifi públicas. “¿Quién controla el tránsito de datos que genera tu teléfono móvil cuando se conecta a una red pública?” planteaba Pérez a los asistentes. Llegando a afirmar que toda la información que circula por estos canales de conexión compartida puede ser robada por terceras personas conectadas a la misma red. Incluidas tus contraseñas.

Y es que la conclusión a la que quería llegar el informático forense no era otra que la de hacer ver a los asistentes, muchos de ellos muy jóvenes, los peligros que los usuarios de Internet, incluidos ellos, aceptamos sin más. “Los jóvenes sois la generación digital, pero no estáis preparados para afrontar ciertos peligros que se crean en Internet”. “Hay que tener más cuidado y más humildad”, aconsejaba el experto.

Tomar conciencia

Bruno Pérez, que además ha trabajado en investigaciones policiales de gran importancia en Catalunya, como es el caso de Helena Jubany o el crimen del Pantano de Susqueda, ponía de relevo lo útil que puede llegar a ser la información que se extrae de nuestros teléfonos móviles, cuando se usa con fines lícitos. Pero, de la misma manera que él es capaz de averiguar el recorrido, los hábitos y rutinas de una persona sólo con la información que extrae de los teléfonos móviles a los que debe hacer un peritaje, los malos, advierte, también son capaces de obtener toda esta información.

De hecho, para ser conscientes de la cantidad de información que regalamos a terceras personas, Pérez ponía el ejemplo del aboga y político alemán Malte Spitz. Este individuo pidió a su compañía de telefonía móvil todos los datos que tenía de su persona. Después de mucho luchar, la operadora le dio la documentación de sus movimientos durante los últimos seis meses.

La sorpresa de Spitz fue descubrir la cantidad de información que ellos sabían de él y decidió mostrárselo al mundo: creo un recorrido virtual de los movimientos que había hecho los últimos seis meses a partir de la información que le facilitó la compañía. Lo tenían todo. Su teléfono se fue conectando a distintas antenas que emitían señal y que permitirían trazar su vida, los lugares donde estuvo, sin margen de error.

Desconectar para conectar

Toda esta información, cuando se usa con responsabilidad, puede ayudar a resolver o encarar investigaciones policiales. Como ha sido el caso del crimen del Pantano de Susqueda, que la información obtenida e interpretada por el perito informático ha permitido un giro en la investigación con esperanzas de resolver el caso. Sin embargo, insistía, esta información, cuando circula por redes de conexión compartida, en especial en el caso del wifi e internet, puede ser robada por cualquiera que no la utilice con los mismos fines.  

Por eso Bruno Pérez sentenciaba las jornadas con la necesidad de “desconectarnos de la red” para “conectarnos a la vida” y tener mucho cuidado con los datos que aceptamos regalar.

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