Mabel Lozano: “en el porno ellos son considerados ‘héroes’ y ellas temen por su vida”

Frame de la docuserie 'PornoXplotación'   /   Cedida
photo_camera Frame de la docuserie 'PornoXplotación' / Cedida
La escritora, directora de cine, activista y actriz, Mabel Lozano, lleva a la pequeña pantalla, en formato de mini docuserie, su libro ‘PornoXplotación’. Escrito con el inspector Pablo J. Conellie, ambos analizan la opaca y perversa realidad tras la industria del porno

Mabel Lozano lo ha vuelto a hacer. Tras el rotundo éxito de sus últimas producciones audiovisuales, en especial, ‘Biografía del cadáver de una mujer’ (2020) con la que ganó el Goya a mejor cortometraje documental; la escritora, directora de cine, activista y actriz ha decidido llevar a la pequeña pantalla su libro ‘PornoXplotación’ (2020).

La nueva docuserie, que bebe de los relatos en primera persona que se plasman en el libro, pretende destapar el elevado precio que se paga en el porno a los dos lados de la pantalla: por un lado, las víctimas que protagonizan una industria opaca que esconde explotación sexual y trata; pero también la de aquellos que la consumen y se vuelven unos “yonkis” de la pornografía. “No se puede hablar de prostitución si hablar de trata, pero tampoco se puede hablar del porno sin hablar de prostitución y, por ende, sin hablar de trata” remarca la autora como mensaje clave de esta nueva producción.

Ellos héroes, ellas estigmatizadas

Un mensaje cargado de denuncia social en el que la autora analiza, junto al inspector de la Policía Nacional, Pablo J. Conellie, la opaca y perversa realidad tras la industria del porno. Para empezar, explica Lozano en una entrevista para eltaquigrafo.com, la primera denuncia implícita que hacen recae sobre el hecho de que las actrices porno que aparecen en el libro, y narran su historia en primera persona, no pueden aparecer en la serie porque, a diferencia de los hombres, podrían poner su vida en peligro.

“En el porno ellos son considerados ‘héroes’, mira Nacho Vidal. Ellas, sin embargo, temen por su vida. Por eso ha sido necesario que para la serie sean dobladas por las actrices Clara Chain y Laura Rozalén que ponen voz e imagen a sus historias reales”, lamenta. “Estas dos jóvenes podrían correr peligro si saliesen a rostro descubierto y hablasen de cómo son explotadas sexualmente. Los hombres, por el contrario, no tienen ningún problema y en la serie aparecen dos exactores porno, uno heterosexual y el otro homosexual, que relatan sus experiencias sin temor a nada, concluye.

Así pues, a excepción de las dos actrices que fueron captadas para grabar miles de horas de contenido sexual… el resto de los protagonistas de la docuserie ‘PornoXplotación’ (desde actores porno retirados, adictos a la pornografía, padres de adolescentes víctimas del 'grooming' y la' sextorsión' o expertos que trabajan con esta realidad,) son, en primera persona, los personajes reales de las historias que Lozano y Conellie exponen en el libro.

Yonkis de la pornografía

Más allá de los relatos que se presentan, los autores pretenden hacer una reflexión sobre este peligroso fenómeno en crecimiento que traspasa lo digital y que tiene graves consecuencias en la salud y en la vida real de miles de personas.

“Consumir porno está al abasto de todos. Los jóvenes llegan a la mayoría de edad con miles de horas a sus espaldas y, de hecho, todos llevan un pequeño cine porno de bolsillo, que son sus smartphones. Nunca había sido tan accesible, tampoco tan agresiva. Eso puede provocar que te conviertas, como uno de los protagonistas de ‘PornoXplotación’, en un auténtico yonki del porno. Y que, como pasa con la droga, se cree una dependencia”.

Lo peor, prosigue Mabel Lozano, es creer que lo que se ve en el porno es el sexo real. “El uso y abuso de la pornografía es altamente perjudicial, sobre todo para chavales muy jóvenes que todavía no tienen la cabeza lo suficientemente amueblada para consumir ese tipo de contenidos. Y luego, lo que pasa es que el porno se ritualiza en la calle: cada vez hay más manadas y violaciones grupales, como consecuencia directa del contenido que se consume con la pornografía, agresiva y denigrante”.

Falta de educación sexual

Para Lozano el problema es la absoluta carencia de educación sexual. “En nuestro país no se habla de sexo en casi ninguna casa. Somos un país extremadamente pudoroso a la hora de hablar de sexo y los chavales llegan a la pornografía como un folio en blanco”, lamenta la escritora y directora de cine. “El porno no te enseña a tener una relación sexual. Sólo es sexo puro y duro. No existe empatía, no existe diálogo. La frustración cuando no pueden culminar con sus parejas lo que han visto durante años, les conduce a consumir prostitución”.

Para concluir, lo que también denuncia Lozano en su última producción es que el usuario se termina convirtiendo en la moneda de cambio. “El porno es de consumo gratuito, pero no hay nada gratis en este país. El consumidor y lo más valioso, sus datos, son el producto que la industria comercializará”.

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